jueves, 27 de diciembre de 2012

El 23. Para entrar hay que salir.


La noche paso como fue desde el principio; estaba totalmente en la oscuridad y solo se oían desde el exterior de mi cuarto gritos, choques, disparos, etc. Toda mi familia trato de dormir hasta que lo logro a pesar de que afuera no sabíamos que estaba sucediendo, que había sido del gobierno, de nuestros familiares y amigos, de la gente que conocíamos, de la sociedad, de todos. Trate de dormir igual que ellos pero no pude con el simple hecho de que todo ya no era como antes y ya nunca lo iba a poder ser o no iba a estar vivo para que sucediera aun sin saber que era lo que atemorizaba al país o hasta al mundo pero de algo estaba seguro. No era el único lugar en el que estaba sucediendo y si en la ciudad con la mayor población del país estaba pasando algo malo, se iba a expandir por todo el territorio mexicano, pero que el caso de la influenza porque esto si era mortal más que móvil.

Tampoco podía dejar de pensar que alguien me estaba esperando a kilómetros de distancia, que alguien me necesitaba y yo sin saber si esa persona aun dependía de mi o si ya había sido alcanzada por la muerte que la gente profesaba; pero confiaba en ella y sabia que aun seguía con vida y que aun me esperaba o que ella pensaba lo mismo que yo “¿estará bien?” pero yo no me he caracterizado por seguir siempre las reglas ni por quedarme con los brazos cruzados así que me puse de pie sin hacer ruido y sin ver a la ventana, solo observar que había humo saliendo de diversas partes del suelo me dispuse a salir de aquel lugar en que por un tiempo estaría seguro pero no para siempre y arriesgando hasta mi vida alcanzaría a mi amada que me esperaba en su hogar, asustada y con una lagrima en su mejilla.

Vi a mi familia por última vez antes de partir y solo susurrando que los amaba baje a la planta baja, tome las llaves de mi auto y me salí de mi hogar; lo voltee a ver por última vez y me subí al carro. Vivía en un fraccionamiento bardeado por una pared alta y sobre de esta había cables electrificados que aun sabia que funcionaban porque había una planta de energía de emergencia. Iban a estar seguros durante el tiempo que fuera necesario y vivirían, solo esperaba volverlos a ver. Me dirigí a la salida de la zona residencial y el guardia salió rápidamente de su caseta alertándome que no me podía abrir ya que él ya había visto el mal que estaba afuera que no podía permitir que entrara ya que ponía en riesgo la vida de todos; le trate de explicar mis razones de mi partida pero el aun se negaba a abrirme. Le advertí que si no me abría chocaría contra la puerta y esta se abriría dejando a todos inmersos a morir, este lo pensó y al final opto por dejarme salir solo cuanto no hubiera peligro a los alrededores; yo acepte. No tomo más de cinco minutos cuando volvió a salir de su lugar de seguridad y rápidamente abrió la puerta, yo pise el acelerador y sin ver atrás me dirigí a una calle que me sacaría a la autopista. Solo por detrás de mi escuche la puerta de salida azotarse y cerrarse, suspire y agradecí.

No me tomo mucho tiempo cuando vi a todas las personas del pueblo que no conocía andar con un paso lento, llenas de sangre, algunas sin extremidades o sin alguna parte del cuerpo, dejando su rastro de pus y sangre obscura en su camino, mirando al vació con la boca abierta y babeando el liquido rojo. Eran personas que estaban muertas o que deberían de estarlo por su aspecto.

Me abstuve a mirarlas y solo seguí por donde pude ya que había calles cerradas por autos chocados o postes de luz caídos o hasta casa derrumbadas. Lo que podía hacer un mal en una noche era increíble, al final logre salir a la autopista en la que apenas podía pasar. Llegue a un puente y detuve el auto, lo que vi me aterrorizo y me derrumbo por completo. Era el pueblo entero en llamas, destruido, aun lleno de gritos y lamentos por donde mirara; debajo del puente había un hombre corriendo tan rápido como podía porque era perseguido por un par de muertos, mire su camino y vi que delante de él había más, pero el hombre no se había dado cuenta de eso ya que estaban dado la vuelta de la calle por donde andaba. Trate de alertarlo pero nunca me escucho, dio vuelta a la calle y se topo con mas, trato de dar la vuelta pero los que lo perseguían ya lo habían alcanzado rodeándolo y abalanzándose contra su cuerpo quedo oculto entre las personas que estaban sedientas en ese momento de él.

Alcé la vista y me metí al auto rápidamente, no podía meter la llave y se me cayó al suelo, tampoco podía levantarlas; caí en llanto y golpeando el volante pensé en todas las personas que amaba y que estaba viviendo lo mismo que yo o que ya no estaban viviendo. Quise morirme en ese momento, no sabía cómo iba a llegar a la ciudad, no sabía cómo siquiera iba a poder salir de ahí; la autopista estaba llena de autos chocados, abiertos y ensangrentados, había cuerpos en el suelo y algunos otros caminando lentamente a ningún lado.

Tome las llaves y encendí el coche. Sin importar lo que pasara lo único que me quedaba era llegar a la ciudad, ser inteligente y sobrevivir. 

domingo, 23 de diciembre de 2012

El 23. La expansión.


El 21 no paso nada. La verdad es que estaba emocionado de que en verdad pasara algo extraordinario, no tal vez que por lo menos la noche durara más o el día o no sé, pero esperaba en serio algo. Nunca creí en esas historias de que los muertos iban a resurgir o que iba a haber una guerra nuclear de la nada o maquinas asesinas, pero esperaba algo; no de ese impacto pero algo. Ese día me decepciono.

El 22 fueron unas 24 horas tranquilas, sin ninguna novedad ni nada que comentar solo los chistes que ahora pasaban de persona en persona acerca del día anterior. Nadie aun lo podía superar. Pero fue hasta las doce de la noche en la que las cosas empezaron a resultar extrañas.

Yo vivo en un pueblo a las afueras de la ciudad de México y las cosas son muy tranquilas a comparación de ese lugar, me acaba de mudar por lo que la falta de ruido y muchas otras cosas como la tranquilidad me molestaban. Estaba en mi computadora hablando con mi novia que vivía en la ciudad; ya saben, por las distancias y para empezarnos a felicitar ya que en unos momentos íbamos a cumplir un año tres meses. Una cosa romántica.

Estaba hablando con ella cuando la luz empezó a fallar en mi calle y en mi hogar, la conexión de internet empezó a fallar; ella me comentaba que lo mismo estaba pasando por su casa, que empezaban a generarse descargas eléctricas. Todo fue así hasta que la luz se fue por completo al igual que el internet.

Vivo con mis padres, mi hermana y un adorable perro. Los cuatro, con excepción de mi mascota, nos extrañamos de que la luz se hubiera ido, nunca había pasado antes y menos en todo el pueblo, ya que al asomarnos por la ventana  todo era oscuridad con excepción de las estrellas y la luna que se imponían en lo alto del cielo. Pasaron unos minutos de silencio entre nosotros hasta que un crujido surgió de afuera de mi hogar; me asome para ver algo, pero obviamente fue algo inútil. Luego se escucharon grandes cristales romperse, cortinas de metal se impactadas y gritos de personas asustadas por los ruidos y por algo que no se alcanzaba a definir que era hasta que lo inminente sonó, un estallido de una pistola que pareciera que estaba muy cerca de mi ventana y más gritos de hombre y mujeres que corrían de un lado a otro de algo que no sabían que era por la falta de luz. Luego otro estallido y otro y otro, así fueron hasta que un grito ahogado sonó de debajo de mi ventana y un haz de luz apareció en las cercanías de esta y lo único que pude ver fue una mancha de sangre en el piso.

Me asuste y caí al piso de mi cuarto alejándome de espaldas de mi ventana. Los gritos seguían al igual que uno que otro disparo hasta que sonó mi celular y logre escucharlo.

Conteste y era mi novia que hablaba asustada y trataba de decirme que era lo que estaba pasando. Ella me comentaba que no se fue toda la luz de la ciudad pero si en la mayoría, que también se escuchaban gritos de personas en las calles tratando de correr de algo que no sabían que era pero solo que las estaba matando o eso gritaban. La traba de tranquilizar pero yo tampoco lo estaba, resultaba de poca ayuda. Lo único que me pedía era que fuera a estar con ella, que me necesitaba y que tenía mucho miedo; yo no pude decir nada en esos momentos. La llamada se empezó a cortar por la falta de crédito de ambos hasta que se perdió por completo.

Estaba solo, mis padres estaban demasiado preocupados junto con mi hermana que no habían tardado en llegar a mi lado para que estuviéramos juntos pero eso no significaba nada. Estábamos en la oscuridad con los gritos de las personas de la calle gritando acerca de la muerte y disparos en el aire hacia objetos que no podía ver. El 21 fue la pantalla de lo que iba a pasar el 23, el día en que el mundo se iba a acabar y el día en el que cumplía con mi novia que ahora estaba sola de igual manera y me necesitaba más que nunca. Tenía que ir con ella sin importar el costo, sin importar lo que estuviera afuera de esa ventana matando gente.

El 23. Introducción.


El día 21 de diciembre era una fecha muy esperada por todas las personas para que el mundo se acabara, pero no fue así. La vida de los humanos transcurrió tranquilamente y con normalidad; pero dentro de los mismos mitos que decían que iba a ser el día 21 se mencionaba otra fecha en la que habría oscuridad y pena para la raza humana, a nadie le importo.

En estos próximos textos se narrara la historia de un joven poco creyente de las divinidades, poco paciente, con gran agresividad y enamorado; muy enamorado que vivió los días siguientes al 23 de diciembre de 2012 con un solo objetivo, volver a ver a su enamorada que vivía en una ciudad con sobrepoblación de muertos vivientes.

Pasara por obstáculos mentales y físicos que lo pondrán a prueba para demostrar que es lo que es capaz de hacer una persona por su verdadero amor. Sufrirá perdidas y tendrá victorias pero jamás se encontrara tranquilo, ya que en un mundo en los que los sobrevivientes son pocos la tranquilidad no existe.

De manera personal decido empezar este texto en esta fecha, ya que hoy es ese día de oscuridad y sufrimiento, pero también es el día en que el autor y el joven protagonista festejan un año tres meses con la misma mujer; también parte esencial de esta historia. Los capítulos ya están planeados al igual que el final desde el día de hoy, solo falta plasmarlos.

Disfruten esta historia y no olviden vivir los días como si fuera el último, porque nunca se sabe.

La novela va dedicada a mi hermosa novia, felicidades preciosa mía; a mi nuevo hogar en el que espero mucha imaginación y a esos mitos que generaron emoción a estos últimos días del año 2012.

Disfruten la historia.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Hoy regálame un beso que me dure la eternidad.


Vi tus ojos y nunca pensé que hubiera algo igual, bese tus labios y nunca pensé sentir algo tan delicioso como eso, sentí tu suave piel y el calor pasó por mi cuerpo convirtiéndose en un deseo intenso, vi tus pensamientos y supe lo que pensabas; y nada cambio a pesar de tener ideas diferentes.

Escuche tu llanto y vi las lagrimas recorrer tu mejilla, oí tus enojo y tu furia salir de tu cuerpo como una explosión fuera de control, sentí tu fuerza contra mi cuerpo y pensé que nada podía sentirse igual.

Sentí tu piel rosar con la mía miles de veces y jamás quedare saciado de algo así; tus labios, un dulce majar creado por los mas perfeccionistas ángeles de este mundo; tus manos, tan fuertes y sensibles que los dioses del Olimpo tendría envidia; tu piel tan suave nada comparada con el algodón más fino de este mundo llamado Vía Láctea.

Saboree el éxtasis de tu cuerpo tantas veces que me es imposible nombrarlas al igual que describirlas; solo diré que son únicas, perfectas e insaciables. Una adicción para mí que nunca podrás saciar.

Olí tu aroma que me atraía a ti una y otra vez, siempre que nos veíamos; un imán para el amor, para solo nuestro amor que crecía, que crece y que crecerá hasta el final de todo lo existente.  

Vi, escuche, sentí, saboree y olí; los cinco sentidos. Todos pertenecientes a una sola persona, todos solo enfocados en una mujer, todos sensibles a los actos de una dama, todos a la merced de una amiga, de una novia, de una esposa, de una persona que amo.

Hoy vi la luna caer sobre mi cabeza, sobre mis ideales, sobre mi razón y sobre mi amor. Hoy estaba más hermosa que nunca, hoy estaba vestida de un uniforme azul y una falda gris, hoy la vi ver una película encantada por las imágenes que pasaban por sus ojos, hoy cargaba a un niño que dormía en sus brazos adorado por su amor maternal, hoy bailaba y se movía con gracia y encanto sobre un escenario nada digno para ella, hoy reía expresando alegría y ganas de nunca dejar de hacerlo; hoy… hoy estaba sentada sobre una banqueta jugando con sus manos y esperando algo, hoy estaba escuchando las palabras “me gustas” sobre unas gradas y hoy la besaba… como nunca lo había hecho, hoy nos juntábamos y nos entregábamos sin esperar nada a cambio, hoy la tocaba suavemente por sus hombros, por su espalda; por su cuerpo perfecto. Hoy como ya hace casi un año y tres meses atravesamos una barrera que se ha fracturado pero no de problemas, sino de deseos, sueños y anhelos para caerse y volverse a forjar pero más fuerte que la anterior.

De un lado, están los impedimentos, los problemas, las angustias, la envidia, la razón de no seguir, etc. y del otro lado están solo dos sujetos tomados de la mano, besándose y disfrutando todo momento de alegría aunque sea por toda la eternidad. A veces la maldad cruza la barrera pero nunca logra su objetivo, la debilita pero nunca la aleja porque siempre regresan la pareja y devuelven al otro lado a los intrusos. No esperan los problemas pero cuando llegan, los derrotan.

Hoy la luna alumbra los ojos de las personas que la ven y llena de algo sus corazones, a mi me hace sonreír, sentir, desear y soñar; además me permite ver a la persona que amo y recordar todos esos bellos momentos que hemos pasado juntos. Pero no solo la Luna me hace ese efecto, todo me recuerda a ella, todo me desea estar con ella, todo es ella.

Ver su corazón agitarse y su sangre correr por su cuerpo como un superhéroe con una supervisión es algo que no necesito, ver sus ojos es ver la verdad de nuestro amor, tomar sus brazos y respirar por su nuca, verla en un espejo, verla y solo verla es mi eternidad y mi vida.

Sentir sus labios. Ver sus ojos. Escuchar su voz. Oler su aroma. Degustarla toda.

Hoy, antes y en un futuro; lo único que le pido es un beso que me dure la eternidad en vida y en muerte. 



Solo ella y la única, ella y nada más ella. Todo ella, vivir es ella y morir solo por ella.

jueves, 13 de diciembre de 2012

Dear Gabriel.


Hoy no voy a escribir acerca de alguna fantasía o de alguien especial u odiado; hoy te escribo a ti pequeño pedazo de adolecente llamada Gabriel, si tú, el escritor de historias increíbles y sorprendentes. Hoy te pienso decir que han pasado muchas cosas esta noche y como en un futuro no muy lejano volverás a leer esto te las diré y te daré la clave de tu vida.

“TEN PACIENCIA”

En este momento has convivido por casi un año tres meses con una persona increíble que te ha enseñado cosas valiosísimas que tal vez ya hayas ido olvidando; ni modo no te las pienso decir porque espero las hayas aprendido. Para que veas que soy buena gente te las diré:

“Ten paciencia que es una virtud no una habilidad; aunque la maestra de 5° de preparatoria diga lo contrario”

“Disfruta todo los momentos que recuerdes que debes disfrutar, nunca sabes cuándo va a ser tu último beso o tu ultima dona”

“Sonríe aunque estés del nabo, le alegras a alguien el día”

“Di lo que piensas aun siendo difícil, te vas a ahorrar horas de discutir y de malos momentos”

“Cuídate mucho, espero que aun no tengas adicciones y si tienes una… tu muy mal”

“Ve el lado positivo de las cosas y si la vida te la espalda; agárrale las nalgas. Jeje”

“Recuerda que los malos hábitos son para toda la vida; así que mejor dedícate a otra cosa y no sigas… ya sabes, haciendo eso”

“Se educado porque así encantas a la vida inútil”

“Espero no hayas cometido el error de haber terminado con esta hermosa chica con la que ahora estas”

Siempre me agradeces, soy yo del pasado. Así que no cometas los mismos errores y como diría el vocalista de calle 13 (Rene) “y si no te parece, edúcate”

Me despido sin antes recordarte: Son las 11:52 de la noche, no tienes internet porque te acabas de mudar a tu nuevo hogar del cual aun no te adaptas así que mañana por la tarde publicaras el texto. Recuerda que el martes 18 es el evento de la fundación y la gala 2012 y te esperan muchas personas en esos lugares; no las decepciones y sobre todo…

“NO TE DECEPCIONES A TI MISMO PEQUEÑO ESTUPIDO, PORQUE TE LO DIGO YO, TU YO DEL PASADO”

“Vamos a portarnos mal, vamos a comernos a caperucita con los tres cerditos. Esto no se tra-ta de rebeldía, esto de se trata de ser indisciplinado por un día”


Hoy pensabas escribir un texto de tu tristeza y agonía, no lo hiciste y mejor aprendiste.

La universidad es un asco, apenas acabaste el primer semestre y ya quieres acabar. Espero la estés o la hayas disfrutado o por lo menos acabado, jeje. Sé que lo habrás hecho, hoy creo en ti.

En serio, por favor, ojala hayas aprendido y no hayas tenido la necesidad de recordarte cómo puedes vivir mejor. Ten paciencia y disfruta.

Una mención de honor a tu hoy novia, Pamela… gracias y espero leas conmigo en el futuro todas estas tarugadas que hoy escribo a los 18 años y que tu tanto leías. En serio deseo que sigas ahí y si no es así; eres un tonto Gabriel y no aprendiste nada, tanta inteligencia para que terminaras alejándote de esta bella mujer… cha…

No quiero dormir hoy pero estoy enfermo, tengo buchos bocos; pero bueno.

Adiós Gabriel y nos vemos pronto.

Al final del texto sonrió y pienso si debería escribir más. Aunque la verdad, ya dije todo lo que quise decir.  Ah, espera me falto algo YOU SUCK. Listo, ahora sí.
By.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

En el desierto de tu corazón.


Miro a mi alrededor y el atardecer cae sobre mis hombros, un color naranjado aparece en todo el cielo mientras se mezcla con un tono azul de un océano sobre nosotros.

Camino sobre la yerba seca de la pradera y se escucha en crujir de las hojas sobre mis pies. Mis piernas son lentas y el aire corre rápidamente sobre mi cabello, el frio me acaricia y me toma como suyo mientras mi mente está en otro lado. Está acariciando la mejilla, besando los labios y sintiendo el corazón de otra persona a kilómetros de distancia, su calor contagia a mi cuerpo y mi sangre corre agitada por la emoción de sentir el amor a distancia.

Me siento en la banqueta y observo el ahora tono oscuro del cielo, siento una gota caer por mi mejilla y después humedecer mi entorno, la lluvia cae incesante moviéndose con el viento y siento su mano pasar rostro. Me roba l vaho de mi aliento mientras yo hipnotizado ruego porque se quede tratándola de sujetar aunque ahora solo este hecha de gotas de lluvia. Veo el contorno de su hermosa cara y sus ojos oscuros me observan con ternura.

Trato de no soltarla y me arrodillo sobre agua que cae de arriba abajo. La veo parada en frente de mi, invitándome a pararme y hasta que lo hago siento una ola de calor que nos rodea. A nuestro alrededor cae lluvia y nosotros estamos secos, como si estuviéramos debajo de un techo.

La veo perfectamente, su cabello, sus ojos, sus labios seductores, su cuerpo perfecto. Lentamente nos unimos en un beso que devuelve la lluvia sobre nosotros humedeciendo nuestro amor, nuestra pasión, nuestras manos exploradoras, etc.

Se escucha el agua cae del maravilloso cielo que nos rodea, al que nuestros cuerpos pertenecen y en el que nuestras almas desean estar. Nuestro cuerpo infunde calor y lujuria, nuestras miradas expresan amor y pasión, nuestros corazones corren unidos a toda velocidad por un camino en que en estos momentos no conocen si tiene final.

Dentro de la oscuridad de nuestro beso bajo la lluvia veo colores ir y venir de arriba abajo, de derecha a izquierda, acercarse y alejarse y lo único que hacen es expresar todo lo que pasa por mi mente al besarte. Un caos de colores y sensaciones hermosas.

El ruido de la calle vacía es evidente y el de nuestros labios chocar es imponente. En segundo plano esta la lluvia que cae sobre nuestras cabezas enfriándolas apresuradamente antes de que abran fuego contra todo e incendien todo a su paso.

Abro los parpados y estoy solo. Para de llover y mi cansancio me invade, doy un suspiro y sale el calor ardiente de mi cuerpo. Vuelvo a mirar al horizonte y el color oscuro ahora desaparece y unos rayos de luz naranja ahora se contagian en el cielo.

Camino hacia donde surge esa luz en lo alto y la tomo de la mano, me acompaña en mi camino bajo el mismo cielo aun estando a kilómetros de distancia. No la puedo ver pero si sentir dentro de mi corazón, no es suficiente pero para eso camino en esta vida, para volverla a ver, para volverla a sentir, para volverla a ver y decirle cuanto la amo una y otra vez.

La quiero invitar a donde yo vaya y pedirle que se quede conmigo a donde vayamos a pesar de las dificultades, a pesar de todo; solo ser felices los dos solos.



“Hoy está la llama más fuerte que nunca, a kilómetros de distancia pero bajo el mismo cielo. Te extraño como no tienes idea y te amo como no te lo puedes imaginar”

jueves, 6 de diciembre de 2012

La luz.


No sé como llegue a casa, lo que me trajo ni donde estaba antes. Solo traigo la ropa mojada, la camisa rasgada y sin zapatos. Entro al baño, prendo la luz y me veo en el espejo; tengo el cabello húmedo y hecho una maraña de nudos, los ojos rojos y cansados, los labios partidos y con una cortada en el inferior; hay un poco de sangre en mi ropa a causa de la cortada.

Abro la llave para lavarme las manos y estas están manchadas de un liquido negro parecido a la grasa de un auto, las uñas eran de un gran tamaño y en el antebrazo tenia cortadas muy finas en todas posiciones.

Deje de estar en el baño de mi departamento en cuestión de segundos. Todo se oscureció y trataba de ver algo en todas direcciones, trataba de oír cualquier cosa que no fuera mi respiración, me sentía flotando y nada más, ni el aire. Se prendió una luz en frente de mi, como una lámpara a lo lejos y trate de caminar a ella pero por más que me esforzaba no lograba moverme pero no hubo necesidad de hacerlo; la luz se acercaba a mi rápidamente hasta cegarme.

Sentí una mano pasar por mi pecho, unos labios tocar los míos, una respiración muy cerca de mí, un palpitar de un corazón frente al mío. No podía ver nada solo sentir. Después la mano me empujo con fuerza y sentí caer en un charco donde la oscuridad de nuevo reinaba. Pude abrir los ojos y otra vez estaba solo. Mi ropa estaba mojada y estaba desconcertado, había caído en un líquido obscuro que apenas distinguía.

Cuando quise levantarme, como si estuviera pegado al piso no pude, algo me lo impedía; cuando vi mis manos estas estaban siendo cubiertas por el liquido, como si tuviera vida y quisiera que fuera parte de él.
Empecé a sentir frió en los pies y al verlos observe que la mancha negra me había quitado los zapatos y estaba empezando a cubrirme de igual manera en las piernas. Quise separarme del piso pero solo logre que la obscuridad me tomara de la frente jalándose con más fuerza al suelo evitando que me moviera. Me tragaba lentamente y cada parte de mi cuerpo que tocaba lo helado se inmovilizaba, mi cuerpo se daba por vencido y mi mente lo empezaba a hacer poco a poco.

Ya cuando solo quedaba mi rostro sin ser absorbido la luz volvió a aparecer, pero ahora era más tenue para que pudiera verla. Tenía el cabello obscuro y un poco largo, no era muy alta y era de complexión física normal, sus ojos eran oscuros y sus labios pequeños, tenia manos pequeñas al igual que sus dedos; era deslumbrante y encantadora. La luz me volvió a besar y a poner su mano en mi pecho, esta estaba caliente volviendo a generar calor en mi cuerpo. No pude verla más porque tenía  los ojos cerrados y estaba encantado.

Me volvió a empujar pero ahora en vez de caer choque de manera vertical contra una pared, era la pared de mi baño. Deje de sentir su mano y sus labios, volví a abrir los ojos y estaba solo en mi baño pero ahora tenía la ropa en buen estado, estaba seco, bien arreglado y tenia zapatos.

Me vi en el espejo y al acercarme a él sentí como si este se hubiera ondulado permitiéndome acércame a él y como hecho de agua poderlo atravesar, metí la cabeza y lo único que vi fue un cuarto con una cama alumbrado por un foco y un sillón. Eso me altero y me aleje, me talle los ojos y decidido volví a acercarme al espejo pero ahora antes de atravesarlo unas manos salieron de este y me jalaron con fuerza haciendo inútil mis intentos de evitarlo. Eran las manos de la luz que me jalaban al interior de su mundo para solo estar con ella. 

viernes, 30 de noviembre de 2012

Una bestia resurgiendo.


-Sabes algo estoy algo frustrado y para tu mala fortuna te encontré en mi camino. No me arrepiento de lo que voy a hacer pero tampoco de lo que soy-

-Un punto a tu favor es que hace tiempo no hacia algo así y por un lado creo que perdí el toque pero tú, si tu el que está colgado de los brazos con el cuerpo expuesto y tratando de gritar me diste algo que hace tiempo no tenía, imaginación y deseos de resurgir de las entrañas del mal-

-Te estás preguntando o no acerca de mi existencia y te explicare. Ahora tengo una vida tranquila, una pareja la cual amo, un trabajo estable y buenos amigos; pero algo me hacía falta, me sentía vacío ante todo ese… abrazo de la humanidad. Pero cuando te conocí, un simple carnicero algo me altero, algo me hiso pensar en que no estaba bien la vida que tengo; así que te empecé a investigar y a asechar como a mi presa. Mientras lo hacía sentía como la adrenalina volvía a mí, me volvía a sentir vivo ante todo esto y por eso te doy las gracias pequeño pedazo de carne humana-

-En serio ¿Quién diría que un simple carnicero de un mercado era en verdad un traficante de personas latinas? Me sorprendes, en verdad pero sabias que esto iba a pasar, que te iban a atrapar pero sabes algo; era mejor que la policía te atrapara porque yo… no sabes lo que vas a sentir ahora-

-Míralo por este lado, como tu última voluntad resurgiste al mejor asesino serial de todos los tiempos pero ahora con nuevas ideas, con más deseos pero sobre todo con una adicción más fuerte que nunca-

-Mírate, ahí colgado por los brazos de un poste en el techo, con el cuerpo cubierto de plástico para cocinar, la boca amordazada y los ojos tapados. Pero para tu beneficio te diré donde estamos. En tu carnicería, sí, en tu puesto en el mercado; es de noche así que no hay nadie que te escuche y mucho menos que te busque porque eres un alcohólico y a veces te pierdes por días en bares. Tengo todas las luces prendidas y todas las paredes también cubiertas por el plástico que te cubre, es algo digno para la ocasión-

-Pero bueno, sin más preámbulo, que empiece la acción. No lo disfrutaras para nada y desearas estar muerto cuando empiece pero esta noche va a ser larga. Le dije a mi novia que tenía trabajo y que llegaría tarde, así que tengo hasta mañana en la mañana- ahí fue cuando con su propio cuchillo para cortar carne comencé a hacer cortes limpios y delgados en sus extremidades, luego lo enterré en cada parte de su cuerpo para al final dejar el corazón aun latente y con vida.

Fue una noche de gloria y me sentía feliz, en verdad feliz. Regrese a casa cuando el sol estaba saliendo y aun mi pareja me estaba esperando en la cama, cuando me acosté ella se despertó y me pregunto qué en donde había estado y yo simplemente dije “trabajando” pero en seguida me contesto “no te creo, estas diferente, estas…” y antes de decir la última palabra bostezo y se volvió a quedar dormida.

-Manchado- termine su frase antes de también caer dormido en una cama donde había dos personas, una dama durmiente y una bestia resurgiendo de sus cenizas.

viernes, 23 de noviembre de 2012

Uno punto dos.


Tras cada paso en una larga caminata pensamos en nosotros en un futuro no muy lejano; repitiendo el bello momento que ahora vivimos y dejándonos llevar por los sentimientos que nos invaden.

Salimos tomados de la mano y con un beso en nuestros labios para empezar a dar vueltas en la nada con el simple pretexto de estar juntos, de hablarnos, de vernos, de acariciarnos y de recibir el amor que esperamos de la otra persona.

Tus expresiones me logran encantar al igual que tus ideas. Discutimos acerca de cosas que nos interesan; no solo decimos “te amo”. Eres una persona con la que puedo hablar libremente y eso sucede muy poco y con pocas personas.

Tus berrinches, tus males y defectos… nadie es perfecto pero no nos interesa eso, solo la felicidad, el amor, el aprecio, el cariño y el respeto que nos tenemos mutuamente.

Tu sonrisa, tu risa y tu felicidad que das a notar son regalos de los cuales disfruto cada vez con más gusto. Expresas la felicidad que tienes aunque digas que no en algunos momentos.

Eres optimista, valiente, aferrada, feliz. Eres diferente a mí y por eso me complementas en cada cosa que se te ocurre; por eso no nos podemos poner de acuerdo, por eso discutimos de muchas cosas, por eso nos peleamos, por eso nos hacemos los sentidos. Pero eso me gustas, peleamos por lo que creemos y por lo que queremos, peleamos por nosotros.

Hoy hace un año dos meses conocí a alguien que he querido plasmar en decenas de textos, pero ninguno la describe como en realidad es.

Es una novia, una esposa, una asesina, una víctima, una suicida, un ángel, una dama durmiendo en su cama, un sentimiento, una emoción. Eres todo lo tangible y lo que no lo es.

Tú y solo tú por este tiempo pasado, por este presente y por el futuro que nos falta.


Nothing is forever, but we can try. 

sábado, 17 de noviembre de 2012

Una realidad alterna.


Corriendo por las silenciosas calles de la ciudad veo fantasmas que me persiguen esperando alguna respuesta a sus preguntas, viéndome andar en un mundo regido por reglas y persiguiéndome tratando de alcanzarme para atraparme y hacerme hablar acerca de sus problemas.

No puedo pensar si que alguno de ellos este presente, no puedo verme al espejo sin ver que detrás de mi esta un espectro de una de mis victimas, ensangrentado y furioso; esperando verme a lado de él para que me torture y sufra por la eternidad. No puedo tener un solo minuto de la dulce soledad porque están todos rodeándome, viéndome  con sus cuerpos comidos por los gusanos o incinerados por un incendio o pálidos pero llenos de sangre por un corte mortal. Me están esperando en su mundo para que los acompañe en su pena y sufrimiento.

Cuando hablo con alguien o tengo un momento de relajación aparecen pareciendo reales tomando un rol de ese momento, como un mesero o un compañero de trabajo o hasta en conductor de un camión. Me hacen pensar que son unos muertos vivientes y que todos los ven pero después desaparecen y las personas vuelven. Mi mente está jugando conmigo.

La primera vez que los vi fue en un sueño, estaban todos; desde la causante de este mal hasta el último asesino que había matado. Todos juntos, rodeándome en un cuarto blanco y como zombies hambrientos se abalanzaban contra mí tirándome al suelo y experimentando como me mataban poco a poco, en la forma en la que ellos habían muerto. Desperté luego de un rato pero cuando me senté en mi cama y alce la mirada  seguían ahí, pero ahora estaban en el mundo real, en mi mundo; me quede pasmado y de nueva forma se abalanzaron a mí, cerré los ojos con fuerza y cuando los volví a abrir ya no estaban. Después de esa noche todo ha cambiado, aparecen más seguido y a todas horas, pero conforme pasa el tiempo me estoy acostumbrando a su presencia; a su incomoda respiración en mi nuca mientras doy una presentación en el trabajo, a sus movimientos cerca de mi mientras estoy en un restaurante, a sus miradas profundas mientras veo por la ventana del transporte público. Esto es parte de mi maldición hasta que un día… sentí a uno de ellos.

No pude saber quién era pero estaba furioso y quería venganza. Estaba solo en mi casa cocinando mi comida dominical y cuando di la vuelta me apareció de frente asustándome y tirándome del suelo, de inmediato me levante y cuando quise pasar por encima de él, no pude; me empujo hacia la estufa quemándome una parte de mi brazo. Luego de reaccionar y de ver la quemadura volví a mirar hacia el frente y ya no estaba. ¿Qué había sido eso?

Ya no he vuelto a ver esa mirada pero sé que volverá y me mando un importante mensaje:

“Algunas cosas pueden parecer reales, pero a veces no lo son. Debo tener cuidado y estar atento a todo porque alguna falla me puede lastimar a mi o mis allegados de una forma horrible”

jueves, 15 de noviembre de 2012

Creando un nuevo futuro.


Recuerdo como te vi por primera vez, sentada en la banqueta mientras veías al vació y jugabas con tus dedos. El primer roce al corazón de amor.

Hoy las cosas han cambiado y se debe ver al futuro. Después de habernos separado demostramos que no podíamos estar separados y que debemos estar juntos.

Somos seres que viven y respiran en mundos diferentes pero eso no ha impedido que nos robemos y nos asaltemos mutuamente.

La dama es un ser precioso e inteligente que hace lo que más desea y logra obteniendo lo que quiere. Es valiente y feroz cuando es necesario, pero también es frágil y sensible como una gota que cae del cielo.

El contrario es un ser que lucha, que se esfuerza y que siempre da al máximo todo lo que puede. Nunca se da por vencido aunque cae en múltiples errores pero aprende y acepta la falla para no volverla a cometer. 

Su característica es su resistencia a situaciones de presión aunque solo una persona lo derrota con solo una mirada; la de la dama.

Sus mundos se separaron durante una eternidad y ahora proclaman y demuestran al universo que su atracción nunca se separo solo se debilito. Ahora chocan y se unen creando un solo mundo de vida paralela, un universo en que se dejara todo y solo se verá al futuro.

Se pensaba y se hacia lo imposible para que estos dos mundos no se volvieran a encontrar por un miedo a las consecuencias. Pero dada la unión ya nada los separara. Los seres que vivían antes en mundos diferentes ahora convergen y crean una sociedad en la que hoy por hoy hay solo paz.

Habrá seres que no estén de acuerdo y piensen que solo causaran caos en un futuro cercano pero hoy se está creando un nuevo futuro para estos dos universos diferentes que ahora solo son es uno y no se separa sin pelear, sin esforzarse y sin dejarse de  amar.

Hoy se escribe una nueva etapa en la que se siente y se vive por pasión y motivación. La devoción de la dama se une a la resistencia del hombre.

Recuerdo cuando te bese por primera vez después de haber nacido en este nuevo mundo que creamos los dos.

15/11/12

martes, 13 de noviembre de 2012

No estoy huyendo de ti.

Como no hacerlo, como no besar esos labios suaves y deliciosos, como no tocar cada centímetro de tu brillante y perfecta piel; como no enredarme entre tus piernas y tú cabello tras múltiples caricias de amor. Solos y en medio de la oscuridad con nuestras acciones y nuestras pasiones al dente.


Desapareces cada que pienso en ti, apareces cuando menos me lo espero. Me tocas la mejilla lentamente con tus finos dedos y yo solo cierro los ojos para sentir millones de emociones transitar por mis venas, llegando a mi corazón y enviando señales al cerebro de un éxtasis eterno y sublime.

Lloro por tu ausencia a cada minuto y sonrió al saber que estas mejor que yo. La noche es nuestra y nadie nos la arrebata. Paso mi mano por tus mechones de cabello mientras beso tu liso y tierno cuello queriendo morderlo para satisfacción ajena, tu propia satisfacción que cambiara el frío por un intenso calor.

Evito pensar en ti y ver tus fotos; ansió escuchar tu voz decir solo una palabra. Nuestras manos se juntan, nuestros labios se besan, nuestro amor choca contra una muralla inmensa que es destruida; nuestros pensamientos están conectados al igual que nuestros cuerpos y almas están fundidas en sonidos sensitivos, en roses de pieles ardientes, en nada más que no sea nosotros.

Leo tu nombre y no soy capaz de pronunciarlo, te has vuelto algo imposible. Un chorro de agua cae sobre la forma de dos cuerpos que hemos creado, dos cuerpos que no hacen más que solo decirse cuanto se gustan y cuanto encajan entre sí.

Veo atreves de la ventana y solo observo gente caminar, las ramas de un árbol se mueven sin tener un sentido, el viento sopla y pasa por cada una de sus ramas chocándolas y produciendo un agradable sonido. La lluvia comienza a caer sobre la ciudad vaciando las calles de personas y solo produciendo el golpeteo de agua contra el suelo.

Escribo cada palabra que pienso y pienso cada sensación que logro recordar. Bajo la incesante lluvia aparece tu silueta mirándome y sonriendo ligeramente, no dejo de verte con los ojos cerrados.

Veo tu sonrisa en un soleado día, veo tus ojos expresivos decir miles cosas, siento tu calor y tu amor, huelo tu aroma y saboreo cada parte de tu cuerpo tan delicado; y cada una de estas cosas las hago con tan solo imaginarte bajo la lluvia, viendo tu figura inexistente bajo los estallidos de la tormenta que no tarda en llegar.

Dejo de verte y empiezo a odiar cada que te recuerdo, cada situación que vivimos, cada momento de felicidad que diste. Te has vuelto solo palabras en un texto creado por una mente sin recuerdos y que desea olvidar aun sabiendo que eso sería en estos momentos imposible.

Sigues aun bajo mi ventana, sigues aun tocándome la mejilla, besándome y a un lado mío susurrando cada una de las cosas que nos prometimos y que yo deje ir. No dejo de escribir bajo una luz tenue, mientras tú, comienzas a gritar tratando de atraer mi atención. No dejo de concentrarme y tratas de girar mi rostro para verte una vez más.

Puedes desaparecer y dejarme ir pero no, estoy huyendo de ti, de un recuerdo que no quiero que regrese y solo quiero estar yo, con mis palabras, con mis pensamientos, donde soy quien en verdad. Donde puedo decir lo que sea, donde puedo llorar en mi mente por todo lo que he hecho, donde puedo acelerar mi corazón con tan solo imaginar y vivir de una realidad que no es posible.

Me tomo del rostro desgarrado por las sensaciones y ahora estas sentada de frente a mi impidiendo que escriba. No eres real pero te vez y sientes así. Te inclinas, me tocas y solo cierro los ojos tratando de recuperar la cordura para que cuando los abra ya no estés y así es.

Respiro de alivio y detrás de mi alguien me toma de la frente, me alza la cabeza para verla y eres tú, con tus ojos llenos de odio hacia mí. La mano me tiene fuertemente agarrado y evita que pueda soltarme, siento algo frío y delgado pasar por mí cuello presionándolo mientras comienzas a llorar y tus gotas caen sobre mi frente; comienzo a sangrar de la yugular rápidamente y solo puedo dar mis últimos respiros antes de también soltar una lagrima y querer decirte como lo sentía pero así tenía que ser.

Me sueltas y caminas hacia atrás desapareciendo de mi vista, de mi cuarto y de mi mente aunque sea solo por el día de hoy. Me reincorporo en la silla y me veo todo bañado en ese líquido rojo lleno de vida al igual que mi teclado, y todo lo que he escribido. Cierro los ojos esperando que todo acabe.


Son las diez de la noche y vuelvo a la realidad. Ahora a esperar nuestro próximo encuentro ilusionado de que este haya sido el último aunque sé que no va a ser así.

-Buenas noches-

sábado, 10 de noviembre de 2012

Directo.


Estoy excitado, estoy agotado, estoy hambriento, estoy ansioso, estoy delirando, estoy ebrio, estoy drogado, estoy fuera de mí, estoy lejos de mí mismo y tengo tantas ganas de saber de ti que me dejas sin sueño.

Quiero hablarte, quiero saber de ti y quiero volverte a ver.

Quiero saber que estas bien, quiero poder volver a ser el de antes, quiero poderte abrazar entre mis brazos y llorar sobre tu hombro.

Quiero cambiar, quiero esforzarme pero a la vez dejarme ir, quiero poder dejar de sentirme culpable y quiero ser feliz de nuevo, quiero dejar todo y salir de lo que he creado; un mundo de odio y tristeza.

Quiero que seas feliz y no quiero que sepas de mí, quiero saber de ti y saber que estás mejor que nunca. 

Quiero que tengas a alguien mejor que lo que yo fui.

Quiero volverte a ver sonreír y reír, solo eso quiero.

Quiero oír tu voz, quiero tocar tu piel, besar tus labios, quiero olvidar todo, dejar todo y salir huyendo a tu lado.

Quiero demasiado por tan poco que tengo que ofrecer. Solo un hombre que se quedo vació por dejarte ir.

Ríete de mi, búrlate de mis tontería y disfruta cada palabra de lástima que escribo porque ya no tengo nada que perder ni demostrar. Lo deje todo y ya no tengo nada que apostar y dar; te lo deje aunque haya sido yo el que se fuera.

Quiero lastimarme y alejarme de esta vida, como cualquier otra persona desamparada y a la deriva.   
                

Una nota de silencio en todo lo que hay.


Miras a la gente pasar mientras bebes tu café caliente. Las personas en la cafetería platican, ríen, sonríen y uno que otro teclea su computadora portátil mientras bebe su café que expulsa humo y escucha música por sus audífonos.

Los padres, los niños, los adolescentes  las parejas caminan por la plaza comercial viendo en los aparadores lo que hay de novedad, criticando y a veces entrando a las tiendas para ver las prendas de más cerca. Algunos compran, algunos solo se prueban y algunos solo ven.

Hay ruido por todos lados y tu solo te escuchas a ti mismo, tus latidos, tus pulsaciones, tus pensamientos y dejas a los demás a un lado haciendo un silencio que nadie puede evitar.

Piensas en todo y en todos, piensas en lo que en un futuro próximo harás y te repites en la mente todo lo que has hecho. Le das un sorbo a tu café, té reclinas en la silla y suspiras esperando que algo extraordinario pase en tu mundo de silencio, en tu vida, en todo lo que has hecho queriendo cambiar tu destino o tu camino; pero simplemente te quedas sentado, pensando y viendo a la gente disfrutar de su sábado por la noche.

Alguien te toma del hombro y el ruido aparece, vuelves al centro comercial. Te levantas de tu lugar y dejas en la silla todo lo que paso por tu cabeza mientras degustabas tu bebida. Tiras el envase vació y caminas entre la multitud, entre su ruido y sus vidas tan simples y complicadas como la tuya.

Evidenciarse.


La frustración, el odio, el temor, la angustia, los celos, la envidia, el remordimiento, la tristeza y el egoísmo son una combinación fuerte y dañina. Es algo que te puede lastimar demasiado y dejarte varado en una isla en la que tú mismo te pusiste.

Quieres jalarte el cabello y gritar con todas tus fuerzas al ver a los demás reír, sonreír, tomarse de la mano, besarse, abrazarse y decirse cuanto se quieren. Quieres salir corriendo de ese lugar sin mirar atrás y con solo una cosa en la cabeza; lo que dejaste ir.

Te autodestruyes bajo un pretexto de una gota de alcohol, una probada de tabaco, una aspirada de droga, una sobre dosis de ejercicio, una aguja en tu piel, una canción en tus oídos, un texto ante tus ojos, un recuerdo en tu mente, una persona en tu camino, una soledad que es solo tuya.

Terminas tirado en tu propio caos deseando ser, estar, hacer otra cosa o haber hecho otra cosa en su debido momento; pero no hay vuelta atrás. Lloras por tus propias acciones, te notas inexpresivo ante diversas situaciones, te deja de importar el entorno pero sobre todo te dejas de importar a ti mismo. No hay nada que puedas hacer y te quedas tirado.

Bajo tus sueños están tus temores y tus angustias, tus decepciones y todos tus problemas, tus malas acciones y todo lo que te avergüenza. No dejas nada a relucir ya que lo vives y sufres viendo una y otra y otra vez todo eso. Despiertas bajo la humedad de tu sudor y agradeces el poder dejar ese mundo de tu cabeza.

Miras la noche, el vació  la nada y eso es lo que ves. El vació dentro de ti, la tristeza en tu corazón y tu cabeza es tu verdugo lastimándote con todos tus pensamientos.

Escribes textos de todo lo que pasa por tu cabeza evidenciando tu estado emocional sin importarte lo que piensen las personas. Solo lo haces.

jueves, 8 de noviembre de 2012

El extrañar.


Una sensación de vacío y soledad esta en el entorno de todos. La vida dejo de tener sentido para todos los habitantes de un mundo que está próximo a desaparecer y de solo dejar rastro en un espacio del universo en que otras civilizaciones pensaran que hay vida pero cuando vayan a buscarlo ya no este.

La gente se empieza a caer de lo más alto de los edificios dejándose vencer por la mínima fuerza del viento que sopla sobre sus cabezas, dejándose atraer por la fuerza de atracción de la tierra hacia los cuerpos. Sus cabellos se mueven descontroladamente mientras se acercan al suelo, sus ojos están cerrados viendo pasar una vida y su corazón late por última vez sintiendo el recuerdo más memorable antes de destrozarse con el suelo.

El sonido de armas tronar ante el silencio no hace que nadie se esconda o se agite, es algo que se ha vuelto muy común en los últimos días. Las personas solas en sus habitaciones con fotos alrededor de ellos, tirando lágrimas y suspirando ante lo que perdieron. Ven a la ventana tratando de imaginar algo pero solo logran recordar; cogen el arma del mueble más cercano, la colocan en uno de los hemisferios de su cabeza y empujan con el dedo el gatillo que con una serie de mecanismos hace chocar una bala alojada en el interior que sale más rápido que el sonido y se impacta. Nadie ve ni sabe, solo escucha.

La luz del baño blanco parpadea incesantemente. Hombres y mujeres se meten a sus tinas desnudos, las llenan de agua y respiran profundamente sintiendo el calor del agua moverse por su piel. Lloran en silencio y recuerdan a gritos todo lo que vivieron. Mientras ven el azulejo toman la navaja, se cortan las muñecas y esperan a que todo pase lentamente volviendo lo blanco en un rojo atrayente.

Se suben en un banco, ponen la cuerda en una viga del techo, se la amarran al cuello y ven por última vez la foto de ellos con la persona que aman. Se dejan caer del banco y solo las lágrimas logran caer al suelo; la foto sigue en su mano aferrada.

Yo camino por la avenida principal escuchando música. Tal perece que los autos hoy no circulan ya que no hay ni uno, todos están estacionados. La lluvia cae ligeramente sobre mi frente y sin importarme sigo mi rumbo lentamente.

No oigo los estallidos de las casas, no veo las personas caer a mis lados de lo alto de los edificios. Solo cambio de canción y miro mi reflejo en el charco teñido de rojo. Veo mi celular y espero saber algo de ella. Vivo en un mundo en el que no salen ni entran llamadas. Miro al frente y sonrió ante mi suerte y castigo, pero nunca dejo de caminar en este planeta mio y de mis penas.

martes, 6 de noviembre de 2012

Ángel de alas rotas. Parte 7. El final


Pasaron las caricias, los besos y los arrebatos de amor. Como una consecuencia de todo eso me quede sentado en el suelo, solo, con una idea en la cabeza.

-¿Porqué viniste?- le pregunte mientras estaba sentada a un lado con su cabeza apoyada en mi hombro y acariciándome el pecho con su mano.

-¿Ya te diste cuenta?- pregunto alzándose y viéndome con un rostro de tristeza.

-Creo que si-

Lanzo un suspiro al aire y dijo al final –La primera vez que te vi, vi dentro de ti una persona vacía, sola, destrozada por sus acciones y por lo que había vivido; pero cuando paso lo de la primera noche vi dentro de tus ojos algo que no me hubiera imaginado… a otra. Tal vez tú no te habías dado cuenta pero estabas pensando y siempre has estado pensando con la última chica con la que estuviste y eso es lo que te lastima, pero cuando nos besábamos deseabas muy dentro de ti, con tu corazón, que fuera alguien más; alguien a quien habías lastimado pero no a propósito sino para su propia felicidad y eso es lo que más te dolía, dejarla…- Hablaba con la cabeza baja y casi a susurro mientras yo la escuchaba como si fuera una voz sonora dentro de mi cabeza, igual con la cabeza baja y con una lagrima en la mejilla.

-Por eso volví, porque yo quería convertirme en esa persona; nunca había visto a alguien tan… enamorado, con el corazón tan entregado a una persona y yo quería ser esa persona pero ahora me doy cuenta de que no voy a poder serlo. Aun la amas y deseas estar con ella hoy y siempre-

-¿Ahora que soy?- pregunte tajante a pesar del sentimiento.

-Eres una persona cualquiera solo que cuando quieres estar con alguien de una manera muy fuerte apareces enfrente de ella. A veces es bueno, a veces malo, pero te hace sentir una satisfacción mejor que el éxtasis- Cuando dijo estas últimas palabras se  llevo sus manos al pecho, alzo la cabeza y cerró los ojos como tratando de enfatizar la sensación –Dejas de vivir por ese primer instante en que lo vez y el tiempo se detiene para ambos, aunque a veces la otra persona no se da cuenta de nuestra presencia. Somos como… ángeles, nuestras alas solo son vistas por quienes queremos que las vean. Y tú deseas estar con alguien más, así que desea lo con fuerza y lo estarás.-

La mire con asombro por qué me costaba trabajo creer algo así. Que aparecieras enfrente de quien querías y aparte manejando el tiempo.

Volví a ver al vació y cerré los ojos con fuerza haciendo lo que me había dicho. Deseando estar parado junto a ella, volverla a ver y recordando todo lo que habíamos hecho, todas las rosas, los llanto y los momentos tan sencillos pero tan valiosos que adoraba; después de unos segundos sentí una brisa fría correr por todo mi cuerpo y la sensación de estar parado. Abrí los ojos y estaba parado en una terraza en la que ya había estado.

La noche era oscura y silenciosa, todos dormían en sus hogares dentro de sus camas. Gire a ver mi alrededor y el lugar era muy familiar, no podía creerlo; esto estaba en contra de todo y de todos.

-Algo que me he dado cuenta en que cuando haces los viajes, tu cuerpo aparece desnudo pero el tuyo no- Eso me espanto y me vi a mi mismo, solo tenía un pantalón puesto –Aparecen desnudos porque das el cuerpo y alma para estar con esa persona pero como nunca dejas la razón tú no estás desnudo, es algo impulsivo e instantáneo.

-Te refieres a que estoy…- y antes de terminar de hablar voltee a ver frente a mí y ahí estaba, dormida.
Su cabello caía por su cara, su brazo estaba sobre la sabana y respiraba tranquilamente. A pesar de la noche yo la veía como si fuera de día, viendo su esplendor y pasando por mi mente todo lo que vivimos por un año.

-Solo veía el sentimiento pero ahora veo a la persona, es bonita y le gustan las cebras- decía.

-Es hermosa, sus ojos siempre me encantaron y nunca les podía decir que no, sus labios los cuales no le gustaban para mi eran un manjar de dioses, su pensamiento tan… diferente, sus ideas, su actitud, sus acciones, ella sabia como hacerme feliz- Pensando esto y diciéndolo me rompía en pedazos y en llanto, no sabía que me mantenía de pie –Es una persona única, sus celos, sus enojos, sus defectos… su amor. Y yo lo destroce, lo deje a la deriva…-

-Pero también dejaste el tuyo a la deriva de cualquiera, veme aquí. Tu estas mal, lastimado y te estás quedando solo porque quieres; ve por ella, toca su mejilla y bésala en los labios como estas deseando en estos momentos- me tomo del hombro y me empujo hacia ella, camine lentamente por la terraza hasta que llegue al cristal y pensé.

-No pienses solo hazlo. No lo entiendas solo disfrútalo- ella me dijo y yo lo pensé al mismo tiempo pero aun así me estaba deteniendo a mí mismo.

-Solo le traería más dolor y no quiero eso para ella. Nunca lo quise y por eso me aleje, por eso soy lo que ahora soy, esta es mi pena y mi castigo. El estar lejos de ella… vayámonos.

-¿Porqué lo haces? ¿Que no vez que esto te destroza más?- me decía mientras ahora me detenía.

-Porque ella será feliz y amara a alguien mejor. Ella merece a alguien mejor. No soy lo que hoy le puedo dar, pero siempre hay un futuro y una esperanza en el que ella esta; cumpliendo las promesas  que nos hicimos un día. La amo y por eso la tengo que dejar por un tiempo, mientras tanto trabajare para que ella este y tenga todo lo que quiera- Le dije con convicción y creyendo cada palabra que decía.

-Es en verdad lo que quieres y te creo, lo dices del fondo-

Gire sobre mí para volverla a ver por una última vez, también vi el lugar donde ya no iba a estar y acepte que la iba a extrañar como a nadie pero tenía que dejarla por ahora.

-Es hora de irnos- y desaparecimos en la oscuridad de la noche.

Soy un ángel que estará por una persona esforzándose y trabajando. Tengo un castigo por mis acciones y lo afrontare con la cabeza en alto. Soy un ángel con alas para poder determinar en donde estoy parado. Soy un ángel que vive en tierra con las alas rotas por sus acciones, soy una persona como tú que carga con los errores y que puede mejorarlos. Soy tu, soy un ángel con alas rotas.


“Los ángeles existen entre nosotros. Son aquellos que viven para darnos fuerza y esperanza, los que nos dan la mano y nos hablan de algo mejor. Son los seres míticos en los que nos gusta creer”

En honor a la persona en la que todos pensamos y desearíamos estar a pesar de todo.

viernes, 2 de noviembre de 2012

Ángel de alas rotas. Parte 6


Las marcas de mi espalda y el dolor se habían desaparecido junto con aquellos  infinitos ojos y aquel cabello corto tan perfecto como seductor pero persistían los pensamientos, las ideas, los recuerdos que aquella noche anterior, de todos los movimientos que ella hacía, de sus sonidos, de su olor; de todo ella, de su voz, su cuerpo, sus alas; de su corazón que no latía, de sus alas que se estiraban y salían impetuosas de su suave espalda, de su aparición y desaparición, de cómo era algo tan irreal pero tan verdadero que me enamoro.

El resto del día paso normal a pesar de que recibí varios regaños por no estar prestando atención y estar “enamorado” ¿Lo estaba o la locura se había apoderado de mi?

En la noche mis padres se fueron a una comida con sus amigos y yo me quede en casa tratando de entender mi vida. Lo que me gusta hacer es estar en la penumbra de mi cuarto escuchando música con la cortina abierta para ver la calle y a su gente vivir su vida preguntándome que harían ellos o si viven lo mismo que yo.

Eran cercanas las once de la noche cuando mientras estaba sentado en una silla escuchando mi música la espalda me empezó a arder pero más de lo normal, más que cuando supuestamente me habían enterrado las uñas. El dolor se volvió insoportable que me retorcía sobre mi escritorio tratando de aguantar pero cuando pensaba que ya había pasado volvía con una furia que impedía que me alcanzara para tocar mi espalda.

Como pude me levante, fui por una pastilla y un vaso de agua a la cocina. Cuando puse la pastilla en lengua y le di un sorbo al agua solté un suspiro esperando que hiciera efecto y me apoye en la orilla de la estufa por unos minutos.

El sonido de mi corazón ocupaba mis pensamientos y todo el ruido en mi hogar, todo estaba muy silencioso.

El dolor bajo un poco y volví a darle un trago a mi vaso con agua; después me di vuelta y sentí como unas manos me tomaban de la playera y me azotaban contra la pared recargándome en ella y provocando que soltara el vaso para de la sorpresa.

Todavía no había visto quien era cuando sentí como me alzaba sobre el piso apoyándose en la pared y yo ponía mis manos en lo que me sujetaba con fuerza.

Sus ojos la delataban y por primera vez veía su color, eran en ese momento rojos, estaban dilatados y ansiosos. Su rostro mostraba ojeras y cansancio, su cabello estaba revuelto y hecho una maraña. Portaba una playera blanca que estaba rota del cuello, un pantalón de mezclilla con las rodillas descubiertas y no tenia zapatos. Sus alas ahora estaban rotas pero seguían igual de oscuras como la noche en la que estábamos.

-¿Cómo es posible que una persona tan podrida como yo tenga un corazón que lata?- dijo rompiendo el silencio y con un tono de furia y enojo que me puso tenso.

Me despego de la pared y me movió en el aire como un muñeco de trapo hasta acostarme en el piso de la cocina. Ella se sentó encima de mí y coloco su rostro muy cerca al mío.

-Sé lo que has vivido, se lo que has hecho. Vi dentro de ti y no logro entender cómo es que aun late tu corazón. Eres un ser fascinante, tan adaptable, tan egoísta, tan malo, tan lastimado, tan… inocente como culpable- Junto salvajemente sus labios con los míos besándome con pasión y rabia. Luego paso a mi cuello lamiéndolo, mordiéndolo y besándolo con aun mayor energía. Se detuvo y soltó un suspiro antes de seguir hablando.

-Alguien te marco en tu infancia y no pudiste afrontarlo durante años, eso te volvió un ser cerrado a sus sentimientos. Alguien te dio su corazón y tú le temiste, lo terminaste dejando y rompiendo aunque coincido contigo de que fue lo mejor pero ahora sufres por eso y te culpas por todo. Deseas muy dentro de ti no haber existido o por lo menos no ser tu porque tú mismo sabes que estás podrido para todos los que te conocen… y sabes que todo es verdad- Al final soltó una sonrisa que me enojo y saco dentro de mi fuerza suficiente para empujarla y ponerla con la espalda al piso. Ahora yo estaba encima de ella y el que sujetaba sus manos.

-¡Sabes que es verdad! Sabes que la lastimaste y a mucha más gente. Sabes que eres malo y que no deberías de tener un corazón que dar porque, ¡no tienes! ¡Estas jodido!- Dijo aun en el suelo.

-Lo sé, se que lo que le hice fue malo y que gracias aquel hombre que me marco hace tantos años nunca podre vivir pleno. Sé que estoy roto y que no tengo nada que dar, sé que no debo estar aquí- iba aumentando mi tono de voz y mi fuerza –Pero no puedo morir, no debo morir, no ahora. Tengo mucho que dar y demostrar, tengo una vida por delante… solo, roto.- El enojo salió de mi cuerpo – Pero tu corazón no late, no eres normal, no estás viva, no eres real y eso me cautiva y me enamora…-

Interrumpiéndome ella grito -¡Pues demuestra por primera vez que sientes algo!- y con esas palabras caí sobre su cuerpo besándola, tocándola, mordiéndola, saboreando cada rincón de su perfecta piel, conociendo y aprendiendo de ella.

Por primera vez dejaba de pensar y solo actuaba, me convertí en el dueño de ese momento; en el momento en que éramos uno bajo nuestro calor, bajo nuestros propios movimientos.

El frío se convirtió en calor, el silencio en ruido, los actos en sudor. En un momento nuestras manos se encontraron y se juntaron, nuestros dedos se entrelazaron tiernamente y fue cuando hice conexión con aquel ser hermoso; después sentí un calor muy cómodo en mi espalda, voltee a ver y vi como salían de mi espalda un par de alas negras que soltaban plumas por toda la cocina, poco me importo en ese momento y seguí besando a un ángel.

jueves, 1 de noviembre de 2012

Ángel de alas rotas. Parte 5


Desperté bajo la tenue luz que entraba en mi ventana y bajo el sonido de la gente caminando debajo de ella.

Estaba encogido y envuelto bajo mis propias sabanas. La cabeza me dolía y no aguantaba el sonido ni la luz, había sido una noche muy larga.

Me senté en mi cama y poco después recordé que lo último que había pasado antes de que cayera dormido era que estaba con aquella dama que me había cautivado. Voltee a un costado mío y vi un bulto cubierto por las sabanas; dude en tomar las cobijas y cuando lo hice lentamente, vi que solo era una almohada. Llegue a la conclusión en que había sido solo un sueño y por un cierto lado me sentí aliviado y pude relajarme pero todavía no me convencía de eso. Deseaba que hubiera sido realidad pero era algo imposible que una mujer apareciera en medio de la noche desnuda y que cayéramos bajo la pasión y la lujuria. Estaba loco.

Me senté en la orilla de la cama y me empecé a tocar la cabeza por el dolor que tenia pero después me di cuenta que también la espalda me ardía como si estuviera  quemado tras un día en la playa sin alguna loción protectora. Coloque la mano en la parte de atrás de mi hombro queriendo tocar mi espalda y sentí una línea que sobresalía de mi espalda, como una costra.

Eso me estremeció demasiado y recordé que en la noche, verdad o no, la joven me había enterrado sus uñas y que había sentido un dolor en todo lo largo de mi espalda. Quise decir algo pero ninguna palabra salía de mi boca, estaba entre asustado, sorprendido y con una incertidumbre acerque de lo que ya había dicho que había sido un simple sueño; o eso pensaba.

Con un salto me puse de pie y fui directamente al espejo que estaba a un costado de mi habitación, me reflejado y me di cuenta que estaba pálido y con un aspecto cansado, sin ver mi rostro más me di vuelta y observe que mi espalda estaba marcada por ocho líneas bien definidas que ahora eran costras de sangre seca que había salido de los cortes. Asustado me aleje del espejo caminando de espaldas hasta que choque con algo, me di vuelta rápidamente y vi a aquella persona más baja que mi con cabello corto y ojos indescriptibles mirándome tranquilamente, di un salto que causo que cayera en el piso de sentón, sin levantarme me aleje de ella hasta tocar pared donde me detuve y me peque a este lo mas que pude con la espalda aun con el dolor que me causaba.

No podía dejar de verla, no podía tranquilizarme, sentía el corazón moverse por todo mi sistema queriendo encontrar una salida para salir expulsado de mi cuerpo, los brazos me temblaban de terror, la boca la tenía abierta ligeramente y sentía como el aire entraba a ella rápidamente y salía aun mas rápido.

-Imposible- fue lo único que dije sin poder soltar ningún sonido por mi boca.

-Lo imposible se vuelve real y yo soy real- pronunciado esas palabras se acerco a mí y se agacho para seguir hablando –No he dejado de pensar en ti desde aquella vez en el pasillo, me cautivaste y pudiste ver lo que en verdad soy; aunque creo que no lo puedes creer. Todo lo que has sentido y vivido fue real; todo lo que paso anoche fue real.-

Con su mano empezó a tocar mi pecho suavemente y lentamente –Estaba en mi casa pensando en ti y no sé lo que me hiciste que me encanto, fue ahí cuando decidí venir a buscarte; no sé cómo llegue aquí ni porque estaba en ese aspecto pero solo llegue y me di cuenta que lo que me había gustado había sido la forma en la que me habías visto. Tan real, tan pura e impura a la vez y cuando te empecé a tocar me encanto tu corazón, tan honesto- Se acerco su rostro al mío y me beso rápidamente pero deliciosamente.

-Ah, y perdón por tenerme que usar una de tus playeras y unos bóxers tuyos, es que no quería tener frío- Y con una sonrisa de alejo de mi y se levanto.

Aun no podía decir nada e inesperadamente me puse de pie y salí de cuarto sin voltear a verla y empecé a preguntar por mis padres una y otra vez caminando por la casa.

-No están- me interrumpió.

-¿Cómo que no están? ¿Dónde están? ¿Qué pasó? ¿Quién eres tú?- Fueron mis primeras palabras que iban dirigidas a ella.

-Se fueron y no importa quién sea yo sino que serás tú-

-¿Quién seré yo?- La puerta de mi casa se abrió y voltee en dirección a ella y cuando gire mi cuello hacia donde estaba la mujer ya no la vi, se había ido.

sábado, 27 de octubre de 2012

Ángel de alas rotas. Parte 4


Su piel era suave y tersa como el algodón mismo. Sus besos paseaban por los míos descubriendo cosas nuevas y sintiendo como su frío traspasaba las sabanas que eran las intrusas en sus piernas que se enredaban en las mías. Sus manos dejaron mis dedos y empezaron a explorar mi cabellera lentamente; su aliento tibio recorría mi cuello y mi pecho estremeciendo mi piel y dejándome sin frío alguno.

La noche no decía nada y solo observaba de cada uno de nuestros movimientos llenos de pasión y perversión. Todo era silencio y el tiempo se detenía por cada latido que mi corazón daba, estaba excitado y no dejaba de explorar su cuerpo con mis sensibles manos y solo su cuello con mis ahora fríos labios.

Ella estaba sobre mí como una depredadora come a su presa. Su cadera estaba sobre la mía, su cabello enredado a mi cuello y sus manos aferradas a mis hombros impidiéndome que me levantara. Me jalo hacia su cuerpo y me senté haciendo que sus piernas se sujetaran a mi cadera.

Sus blancos y delgados dedos pasaron de mis tibios hombros a mi amplia espalda y sus labios dejaron por primera vez a los míos y pasaron a expulsar aire a mi oreja. Y toque como a la porcelana su cuello que se abría paso a mis labios. Era algo delicioso y se saboreaba lentamente.

Se aferraba a mi espalda con fuerza y exhalaba aire caliente con más frecuencia.  Mordisquee su piel de porcelana y sentí como abría la boca de encanto tratando de decir algo. Me aferre a su espalda abrazándola con fuerza  cuando ella retrocedió y volvió a mis labios con más fuerza que al principio, no dejaba de moverse y de encantarme cada vez más. Sus manos tomaron mis hombros por detrás y sus uñas se enterraron.

Sentí  como si fueran ocho agujas enterrándose simultáneamente y bajar lentamente por mi espalda. Solo abrí un poco más la boca y trate de por lo menos gemir pero solo lo hice dentro de su perfecta boca, tan dulce, tan perfecta. Mis manos se aferraron aun más a su espalda y cuando sus dedos dejaron mi espalda yo deje sus labios y me empujo acostándome de nuevo a mi cama.

No podía abrir los ojos ni poder poner mi espalda en la cama porque me ardía como nunca. Con los ojos cerrados sentí como sus manos tocaban mi pecho hasta detenerse en mi vientre y regresar a mi pecho deteniéndose donde estaba mi corazón. Ella sentía a todo lo que palpitaba mi corazón; tomo mi mano y la puso entre sus pechos, donde se siente al máximo el corazón de una mujer… pero no sentí nada, solo su fría piel de porcelana; ahí fue donde abrí los ojos y enfrente de mi estaban los suyos como antes de caer en la lujuria y en la pasión. Parpadeo una vez y sonrió ligeramente dándome una mirada que encanta y enamora.

Se quito de encima de mí, tomo la sabana y de metió a mi cama. Tomo mi brazo y lo metió detrás de su cuello para abrazarla y su mano la puso en mi pecho para seguir sintiéndome a mil revoluciones por segundo.

Cerró sus hermosos ojos y callo dormida a un lado mío y yo viéndola por última vez cerré los míos para también descansar con un ángel que había encogido sus alas y había tomado su forma humana en un momento que no me había dado cuenta. Era un ángel que ahora entendía que era real y no me importaba como es que eso era posible. 

domingo, 21 de octubre de 2012

Ángel de alas rotas. Parte 3


El resto de la noche transcurrió con normalidad. Llegue a mi hogar y decidí no hablar acerca de lo sucedido, no quería que pensaran que necesitaba de atención y por eso inventaba ese tipo de cosas o que tomaba algún tipo de droga alucinógena así que solo dije que mi día había estado bien y que solo estaba cansado.

Comí, me di un baño tibio y vi un rato la televisión; pero en todo momento, cuando estaba sentado en la mesa, bajo el agua y en frente de la pantalla pensé en que si lo que había visto había sido real, en la posibilidad de haberme pegado la cabeza y haber imaginado eso, en que si en verdad estaba cuerdo y no necesitaba ayuda psicológica; pero nada me quedaba claro. El choque, sus ojos, las alas, el estallido del foco, mi necesidad de aire; todo se había sentido, visto e incluso olido tan real y era lo que más me mantenía preocupado, que simplemente no era posible. Al final de cuentas decidí dejar de pensar en eso para olvidarlo o descansar y después analizarlo con mayor detenimiento pero regresaba a lo mismo.

Ya a la media noche fui a acostarme y me dispuse dormir algo. Cuando estaba sobre mi cama viendo el techo de mi cuarto, cuando todos en mi hogar ya estaban dormidos y en la calle no se oía nada seguía despierto con los brazos apoyados en nuca, sin playera porque tenía calor y solo con un pantalón de algodón sentí una mirada sobre mí, una sensación de ser observado por alguien pero no le tome importancia y pensé que solo eran nervios.

Trate de cerrar los ojos pero estos regresaban a su lugar como si no quisieran dormir y la verdad es que no tenía sueño de pronto empecé a pensar en que si había sido verdad; en que era cierto todo desde sus hermosos ojos hasta esas alas oscuras e imponentes. Me había enamorado de esa mirada, de esos labios, de su cabello, de ese rostro, de ese cuerpo, de una cosa que no era real.

Termine tachándome de loco y alce la vista para ver el reloj que estaba del otro lado de mi cuarto, eran las 2 de la mañana; cuando sentí que lago se movió de mi lado izquierdo, junto a la puerta, frente a mí. Gire el cuello y vi a alguien parado, escondiéndose en una pared y tratando de cubrir su cuerpo, solo salían sus dedos y una mitad de su rostro que no dejaba de verme.

Me senté rápidamente apoyándome con mis brazos que estaban dormidos y solo pude emitir un gemido de espanto cuando vi sus ojos, era ella. Su corto cabello ahora caía sobre sus orejas, sus dedos  temblaban y sus ojos no parpadeaban pero me miraban absortos al entorno. Un auto paso por la calle y mi habitación se ilumino, la vi con mayor facilidad.

Nadie decía nada, yo no podía. Mi corazón parecía que explotaba dentro de mi cuerpo y mi cuerpo estaba exhausto.

De la nada empezó a salir de su escondite lentamente y comenzó a caminar hacia mi cama. Su cuerpo estaba totalmente desnudo y a merced de cualquiera. Trate de decir algo o hacer algo pero no pude.

Empezó a subir la cama y a avanzar en ella a gatas, yo empecé a tener frio ante todo eso. Sus movimientos eras lentos y sensuales, sus ojos eras perfectos y preciosas, su cuerpo era hermoso y seductor. Su mano rozo mi pierna y con solo la sabana entre ella sentí su fría piel. Su vahó llego a mi pecho y este se erizo.

Puso sus manos sobre las mías y sus labios frente a los míos, estaba a centímetros de juntarse. Sus ojos no me dejaban y su frío corporal paseaba por todo mi cuerpo. Estábamos en silencio hasta que dijo algo antes de fusionar sus labios a los míos y hacerlos uno.

-Soy real-

Fue algo divino, místico, placentero. Todos mis sentidos se agudizaron y se concentraron en ella, en los ruidos que hacía, en los movimientos de sus labios, su brisa tibia que salía de su nariz, en su fría piel. Me olvide del mundo y solo era ella.

Apretó mis manos con las suyas y sentí un ligero movimiento de su cuerpo. Tenía los ojos cerrados y cuando los abrí vi sus alas salir de su cuerpo blanco, suave y frágil y expandirse por todo mi cuarto, ahora estaban en buen estado, no tenían espacios vacíos ni estaban rasgadas, pero seguían negras como la noche que estaba sobre nosotros. Sus ojos estaban cerrados y yo cerré los míos lentamente.

Me perdí por completo y me había vuelto suyo desde ese momento. 

viernes, 19 de octubre de 2012

Ángel de alas rotas. Parte 2


La noche es cálida y eterna para todas las personas. La gente va y viene por la ciudad esperando algo de la vida, viéndose entre sí, buscando problemas, buscando el amor que yo perdí, por que quise.

El transporte viajaba tan lleno como es de costumbre y yo estaba escuchando mi música, des entendiéndome de mis problemas y esperando llegar a mi hogar para al fin poder descansar de una semana agotadora. Pensaba en todas las cosas que habían pasado y no sabía que esperar en el futuro, era algo incierto para mí en esos momentos.

Como pude logre salir del vagón donde me transportaba y empece a caminar por la estación hacia la salida. Vi mi reloj de reojo y eran las 8:00pm., de pronto alguien se me atravesó de golpe. No la vi venir y cuando se postro en mi camino me caí hacia atrás y el tiempo se detuvo, todo dejo de funcionar en esos segundos que parecieron horas.

No era más alta que yo ni más vieja, era de mi edad. Su cabello era corto color café chocolate, estaba rapado por los extremos y acomodado de una manera en la que solo un estilista lograría; todos los reflectores apuntaban hacia ella porque su piel blanca brillaba intensamente en toda dirección, sus labios eran rojos como llamas en el apogeo de un incendio, sus ojos eran… eran… cafés, negros, rojos, azules, verdes, grises, hermosos.

Me vi de perfil en el piso y no alejo la vista de mi ni yo de ella. Estábamos solos en la estación, sin una cámara, sin un guardia de seguridad, sin otra persona caminando; era como si todo se hubiera parado y dejado de existir solo para nosotros, para ese instante en el que nos encontrábamos.

En ese momento, un bulto empezó a crecer de su espalda estirando su ropa. Se paro en una mejor posición y por primera vez vi que parpadeo, fue lento y delicioso ese momento, como si algo hubiera pasado entre nosotros.

Yo seguía sentado en el suelo cuando su blusa se rompió de la espalda y aparecieron lentamente un par de alas. Eran enormes e imponentes, se estiraban con rigor y censura ante mis ojos, pero no dejaba de ver su par de perlas en su rostro. Eran negras y parecían estar rotas. Sus plumas se veían suaves y delicadas como ella misma. Se encogieron y se postraron en su espalda esperando poderse estirar para volar lejos de ahí.

Después mi corazón dejo de palpitar y mis pulmones de recibir aire y a penas me había dado cuenta pero nunca deje de verla.

La dulce criatura que no había descifrado que era tenía un foco por encima de ella y cuando sus alas descansaron se ilumino con más fuerza hasta reventar y oscurecer toda la estación. Me encogí sobre mi cuerpo hasta que el lugar se volvió a iluminar pero sin la bella dama.

Gire mi cabeza en todas las direcciones y seguí sin ver a nadie de pronto como si me hubiera olvidado de respirar absorbí una bocanada de aire que me termino de tirar en el suelo y empecé a escuchar a mi corazón que latía con una fuerza que nunca había sentido antes. Estuve unos segundos en el suelo y después me incorpore. Gire sobre mi eje tratando de buscarla pero no había nadie, solo el silencio de la calle en el exterior.

Sentí algo recorrer mi labio superior y me di cuenta que estaba sangrando ligeramente de la nariz, no le tome importancia. Vi el reloj sobre la pared y marcaba las 8:01pm. y después por curiosidad alce la vista buscando el foco que supuesta mente se había roto y… lo estaba; en el piso había regados pedazos de vidrio.

No me quede más tiempo y me salí de la estación.

-¿Qué pasó?- me pregunte sin tener una respuesta. Había sentido que fuera real pero sabía que no podía serlo o eso creía.

jueves, 18 de octubre de 2012

Ángel de alas rotas. Parte 1


Un ángel, un ser mítico y misterioso; irreal. Un ser supremo para la mayoría y… divino. Sus alas imponentes ante los ojos de los simples humanos, su piel suave y delicada hecha con la mano de la gracia y la pureza, sus ojos indescriptibles pero hipnotizan tés, sus labios rojos como una rosa y perfectos como algodones, su belleza suprema para todos; o solo para los que la ven. Pero qué pasa cuando la hermosa y pura figura femenina aparece ante nosotros siendo algo todo lo contrario a algo divino, cuando se vuelve un espectro presente y vivo. Cuando está en todos lados sin dejarnos en paz, cuando verla como es se vuelve una maldición, cuando resulta ser un ángel que nos persigue, que está enamorado de nosotros, que destruye lo que toca; que es… una maldita divinidad viva.

¿Qué pasa cuando alguien esta y luego se va? ¿Qué todos la ven y nadie la observa a su vez? ¿Qué es de un ángel que vive con nosotros y solo nos destruye? ¿Qué pasa cuando un ángel tiene las alas rotas y no se eleva para iluminarnos, sino para solo matarnos poco a poco?

Hoy digo que los ángeles están entre nosotros y no todos dan luz a menos que sea una llama de fuego que se expande ante nosotros y queme todo.

Ángel de alas rotas se eleva ante una marea de ilusión, traición, locura, amor, pasión, lujuria, destrucción, muerte, llanto, sufrimiento, felicidad, incredulidad y de una maldición que no tendrá fin.

“La fantasía y un ilusión se vuelven realidad pero no salvara a todos, sino que a nadie” 

domingo, 14 de octubre de 2012

Fisión.


¿Qué pasa cuando quieres creer en algo que vez muy lejano?

¿Qué pasa cuando estas hundido en un mundo en el que no quisieras estar?

¿Qué pasa cuando das aliento y no crees en lo que dices?

¿Qué pasa cuando tienes prioridades y dejas todo por ellas y al final nada sale como quieres?

Todo eso te pasa como humano, como un ser pensante y evolucionado que se preocupa por la actualidad y el futuro, por ser ambicioso.

La ambición no es mala, pero mata y destruye poco a poco lo que toca. Cuando eres una persona que busca más y deja todo por algo se vuelve egoísta y enferma.

Yo deje todo por buscar algo que en estos momentos veo lejano; lejano pero no imposible… nunca imposible. Cuesta sangre, sudor y lagrimas ser ambicioso.

Puedes pasarte noches y días enteros pensando en el fracaso, disimulando una sonrisa y la felicidad que no tienes pero que quieres lograr.

“Si fuera fácil, todos lo lograrían” no todos lo logran, no todos somos felices en la mayor parte de nuestra vida y ahí es donde nos preguntamos “¿valdrá la pena todo este esfuerzo?”

La respuesta es sí.

Si lo vale, lo vale estar estresado, enojado, triste, deprimido y hasta agotado por todo lo que hacemos y no vemos frutos. Porque es para fines altruistas.

Gracias a eso apoyamos a la demás gente que se deja vencer, apoyamos a nuestras familias, damos ejemplos de vida, etc. pero sobre todo; nos ayudamos a nosotros mismos, porque nos encanta estar debajo, estar en el “hoyo” para después salir más victoriosos que nunca a comparación de los que siempre estuvieron arriba.  

La vida es una patada que todos recibimos pero que no todos aguantamos, algunos se quedan en el suelo para no recibir otra y quedarse donde están y algunos otros se levantan y se preparan para la que siga y la que siga y la siguiente después de esa.

Los ambiciosos y los que estamos debajo tratando de crecer somos los pilares de una sociedad. No debemos caernos ni mucho menos darnos por vencidos.

Ayer fue un día en el que solté la cuerda en la que estaba y me deje caer hasta el fondo de un pozo lleno de las cosas en las que hemos fracasado. No fue fácil salir de ahí, con el apoyo, y el aliento pero sobre todo con la confianza; con eso tan pequeño que me quedaba.

No dejo de pensar en mis fracasos y en mis tal vez malas decisiones pero sé que saldré adelante, porque antes lo he hecho y sé que todas las personas lo pueden lograr.

Todos los demás son como yo, y yo soy como ellos. Pero no todas viven lo que yo ni piensan lo que yo.

Gracias a este blog he escrito todo lo que pasa por mi cabeza y todo lo que he sentido en esos momentos de decadencia. Nunca los vuelvo a leer ya que son textos que quiero dejar como únicos pero sé que están ahí.

Ayer dije lo que no en más de tres meses, ayer explote dentro mi propia cámara que yo solo me forje y se siente bien. Ayer me di cuenta que me puedo sentir en el hoyo, pero que puedo salir de  él cuantas veces quiera.

La vida es una y es como nosotros la queramos.


Pame:

Perdón por esto y no sé si lo leas pero solo quería decirte que quiero que seas feliz y avances en un camino llego de errores y cosas horribles pero saldrás de él. Confió en ti y creo en ti. Nunca bajes la cabeza.

Faby:

Gracias, me diste la llave para que pudiera salir de algo en lo que me había encerrado. Como dije en el texto. La ambición no es mala pero hay que tener cuidado con ella. Solo ve hacia el frente y no te detengas, ve oportunidades y aprovéchalas. Creo en ti.

Tito:

Lo siento por todo lo que paso el día sábado, no era ni el lugar ni la situación. Gracias por el apoyo y las enseñanzas. Son las raíces de una gran familia y un gran legado. Me gustaría que le dijeras lo mismo a mi abuela de mi parte y que feliz cumpleaños.