viernes, 23 de diciembre de 2011

3 meses con Pamela

Con la pistola en la sien de la cabeza y ¿dónde estás tú?
Parado en las vías del metro y ¿dónde estás tú?

A punto de saltar del puente y ¿dónde estás tú?

Con el cuchillo en la muñeca y ¿dónde estás tú?

Con el asesino en frente y ¿dónde estás tú? Estas detrás de mí. Estoy entre mi vida que eres tú y la muerte que es la bala que mata sin preguntar.

Estoy delante de ti a pesar de todo.

Estoy cuidándote a pesar de todo.

Estoy amándote a pesar de todo.

Doy la vida por ti, doy el sudor, doy la sangre, doy el tiempo, doy todo por ti.

La bala camina y te cubro.

La bala atraviesa y te cubro.

La bala quita y te cubro, y ¿dónde estás tú? A salvo, mi vida esta salvada.

Me levanto con un beso tuyo.

Sueño y vivió con una mirada tuya.



P.D- Estoy vivo, sigo vivo. 3 meses de vida fascinante, 3 meses de alegorías y 3 meses a tú lado.

P.D. 2- Confió, creo y sueño en ti.

La chica que lloro y me rompio el corazón.

Era el día 23 de diciembre a las 1:30 de la tarde en la estación del metro Zócalo dirección Tasqueña. El suceso duro menos de 5 segundos pero fue más que…no quiero decir sorprendente pero fue algo que, bueno me llego y no he dejado de pensar en eso desde que lo vi.

Iba bajando las escaleras cuando de pronto una joven mujer de buen aspecto, con pantalones de mezclilla y una chamarra rosa; iba en dirección contraria a la mía pero cabizbaja.

Estaba llorando, pero de una manera que reflejaba tristeza pero también vergüenza pero no de estar llorando sino de algo que paso, que le paso a ella. Uno se imagina mil y una cosas que pasan en el metro día a día pero ella por un segundo me miro y me sentí contagiado y no quiero decir lo que pensé que le paso pero creo que era inevitable.

La perdí de vista y quería regresar a buscarla y preguntarle que le pasaba pero estaba petrificado ante ella, me rompió el corazón.

Subí y no he dejado de pensar en ella, en esa mirada que dijo mal de mil palabras.

Y ahora querido lector te preguntaras o argumentaras “tu que sabes de eso, no sabes que se siente” o…te equivocas si se y lo viví, es todo lo que tengo que decir.

P.D.- Felicidades amor por estos 3 meses, te adoro.

P.D.- Algún día hablare de eso ultimo, pero no hoy y espero que mejor sea tarde que temprano, espero entiendan.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Blanco azulejo

Era un día caluroso, mientras estaba sentado en una banca de uno de los tantos parques de la ciudad de Oaxaca observaba un local lleno de cuchillos de infinidad de tipos; eres algo imponente y me pregunte “¿qué pasaría si?” y volvió ese ser dentro de mí que tanto había extrañado ya hace más de dos meses, he aquí su regreso.
Un niño atendía el local cuando este argumentaba, sería mejor matar a alguien con un cuchillo tan grande como este y cogía uno tan largo como sus piernas. Con indiferencia me paraba de la banca y me acercaba lentamente a él diciendo: “creo que, estas equivocado, si quisiera matar a alguien sería con este” y recogía un cuchillo pequeño, como un mondador y lo acercaba a su cuello lentamente hasta que el filo rozaba su garganta he imaginaba…
Besando a una bella mujer a solas, en una casa pintada en blanco y con solo el sonido de nuestros corazones latiendo a mil por hora; parados y desnudos sobre el piso blanco de azulejo mientras sacaba lentamente ese mondador de la mesa del local de mi bolsillo trasero y lo enterraba profundamente sobre el cuello de la hermosa mujer que gimió lentamente y con sus manos empezó a aferrase mas fuerte a mis brazos pero siguiéndome besándome apasionadamente.
Un trazo de sangre empezaba a salir por el cuello paseando por lo que restaba de su cuello, el pecho entero, la cadera, el muslo, la pierna y hasta el pie, se empezaba a marcar sobre el suelo esa mancha roja que crecía lente, pero constantemente alrededor del pie de la blanca dama.
El beso siguió y nunca se detuvo, el gemido siguió y nunca se detuvo, la pasión siguió y nunca se detuvo.

Todo termino cuando nuestros labios se separaron y separe el frío metal del mondador de su cuello. Ella caía lentamente arrodillándose frente a mí y luego cayendo de espaldas con los ojos abiertos y el orgasmo en todo su cuerpo que empezaba a sentir el frío del piso y de su propia muerte. Y ahora la mancha roja crecía precipitadamente alrededor del cuello, cubriendo su cabello obscuro y rodeando su cabeza.

Me senté sobre sus pies mientras ella terminaba de respirar y de desangrarse sobre el blanco azulejo.

P.D.- Si no hubiera sido por el viaje no hubiera reencontrando a mi asesino. Gracias Oaxaca.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

La ví cerca.

Como una bala atraviesa el cuerpo de quien se le atraviesa, como un auto a máxima velocidad pero sin frenos, como un asesino a punto de matar a su presa, como un jaguar persiguiendo a su cebra; así de cerca la vi.

Vida, se vive una y hay que aprovechar. Si se enojan, que se enojen bien; si arriesgas, es con seguridad, con los pantalones bien puestos y decidido a ser necio y a dar todo, sangre, sudor y con ganas de darle a todo obstáculo que se te ponga enfrente.

Si quieres puedes, si puedes hazlo sin dudar. Tal vez sufras y gastes minutos u horas, pero al final van a ser cero las cuestiones de “y si hubiera” o “porque no”.

sábado, 10 de diciembre de 2011

La maldita verdad


La verdad se encuentra en la vida de cada uno de nosotros al ser honestos, primeramente con nosotros mismo y luego con la gente que nos rodea, nuestros seres queridos.

Hoy, hoy me invade el enojo, no haber dicho la verdad, sino que por haberla dicho y el producto de esta fue el enojo e indignación de un ser querido. Qué demonios pasó.

Si preguntas algo, es para aceptar la verdad y sino la aguantas, mejor ni preguntes porque corres el riesgo de saber lo que temes y eso, no es bueno.