viernes, 30 de noviembre de 2012

Una bestia resurgiendo.


-Sabes algo estoy algo frustrado y para tu mala fortuna te encontré en mi camino. No me arrepiento de lo que voy a hacer pero tampoco de lo que soy-

-Un punto a tu favor es que hace tiempo no hacia algo así y por un lado creo que perdí el toque pero tú, si tu el que está colgado de los brazos con el cuerpo expuesto y tratando de gritar me diste algo que hace tiempo no tenía, imaginación y deseos de resurgir de las entrañas del mal-

-Te estás preguntando o no acerca de mi existencia y te explicare. Ahora tengo una vida tranquila, una pareja la cual amo, un trabajo estable y buenos amigos; pero algo me hacía falta, me sentía vacío ante todo ese… abrazo de la humanidad. Pero cuando te conocí, un simple carnicero algo me altero, algo me hiso pensar en que no estaba bien la vida que tengo; así que te empecé a investigar y a asechar como a mi presa. Mientras lo hacía sentía como la adrenalina volvía a mí, me volvía a sentir vivo ante todo esto y por eso te doy las gracias pequeño pedazo de carne humana-

-En serio ¿Quién diría que un simple carnicero de un mercado era en verdad un traficante de personas latinas? Me sorprendes, en verdad pero sabias que esto iba a pasar, que te iban a atrapar pero sabes algo; era mejor que la policía te atrapara porque yo… no sabes lo que vas a sentir ahora-

-Míralo por este lado, como tu última voluntad resurgiste al mejor asesino serial de todos los tiempos pero ahora con nuevas ideas, con más deseos pero sobre todo con una adicción más fuerte que nunca-

-Mírate, ahí colgado por los brazos de un poste en el techo, con el cuerpo cubierto de plástico para cocinar, la boca amordazada y los ojos tapados. Pero para tu beneficio te diré donde estamos. En tu carnicería, sí, en tu puesto en el mercado; es de noche así que no hay nadie que te escuche y mucho menos que te busque porque eres un alcohólico y a veces te pierdes por días en bares. Tengo todas las luces prendidas y todas las paredes también cubiertas por el plástico que te cubre, es algo digno para la ocasión-

-Pero bueno, sin más preámbulo, que empiece la acción. No lo disfrutaras para nada y desearas estar muerto cuando empiece pero esta noche va a ser larga. Le dije a mi novia que tenía trabajo y que llegaría tarde, así que tengo hasta mañana en la mañana- ahí fue cuando con su propio cuchillo para cortar carne comencé a hacer cortes limpios y delgados en sus extremidades, luego lo enterré en cada parte de su cuerpo para al final dejar el corazón aun latente y con vida.

Fue una noche de gloria y me sentía feliz, en verdad feliz. Regrese a casa cuando el sol estaba saliendo y aun mi pareja me estaba esperando en la cama, cuando me acosté ella se despertó y me pregunto qué en donde había estado y yo simplemente dije “trabajando” pero en seguida me contesto “no te creo, estas diferente, estas…” y antes de decir la última palabra bostezo y se volvió a quedar dormida.

-Manchado- termine su frase antes de también caer dormido en una cama donde había dos personas, una dama durmiente y una bestia resurgiendo de sus cenizas.

viernes, 23 de noviembre de 2012

Uno punto dos.


Tras cada paso en una larga caminata pensamos en nosotros en un futuro no muy lejano; repitiendo el bello momento que ahora vivimos y dejándonos llevar por los sentimientos que nos invaden.

Salimos tomados de la mano y con un beso en nuestros labios para empezar a dar vueltas en la nada con el simple pretexto de estar juntos, de hablarnos, de vernos, de acariciarnos y de recibir el amor que esperamos de la otra persona.

Tus expresiones me logran encantar al igual que tus ideas. Discutimos acerca de cosas que nos interesan; no solo decimos “te amo”. Eres una persona con la que puedo hablar libremente y eso sucede muy poco y con pocas personas.

Tus berrinches, tus males y defectos… nadie es perfecto pero no nos interesa eso, solo la felicidad, el amor, el aprecio, el cariño y el respeto que nos tenemos mutuamente.

Tu sonrisa, tu risa y tu felicidad que das a notar son regalos de los cuales disfruto cada vez con más gusto. Expresas la felicidad que tienes aunque digas que no en algunos momentos.

Eres optimista, valiente, aferrada, feliz. Eres diferente a mí y por eso me complementas en cada cosa que se te ocurre; por eso no nos podemos poner de acuerdo, por eso discutimos de muchas cosas, por eso nos peleamos, por eso nos hacemos los sentidos. Pero eso me gustas, peleamos por lo que creemos y por lo que queremos, peleamos por nosotros.

Hoy hace un año dos meses conocí a alguien que he querido plasmar en decenas de textos, pero ninguno la describe como en realidad es.

Es una novia, una esposa, una asesina, una víctima, una suicida, un ángel, una dama durmiendo en su cama, un sentimiento, una emoción. Eres todo lo tangible y lo que no lo es.

Tú y solo tú por este tiempo pasado, por este presente y por el futuro que nos falta.


Nothing is forever, but we can try. 

sábado, 17 de noviembre de 2012

Una realidad alterna.


Corriendo por las silenciosas calles de la ciudad veo fantasmas que me persiguen esperando alguna respuesta a sus preguntas, viéndome andar en un mundo regido por reglas y persiguiéndome tratando de alcanzarme para atraparme y hacerme hablar acerca de sus problemas.

No puedo pensar si que alguno de ellos este presente, no puedo verme al espejo sin ver que detrás de mi esta un espectro de una de mis victimas, ensangrentado y furioso; esperando verme a lado de él para que me torture y sufra por la eternidad. No puedo tener un solo minuto de la dulce soledad porque están todos rodeándome, viéndome  con sus cuerpos comidos por los gusanos o incinerados por un incendio o pálidos pero llenos de sangre por un corte mortal. Me están esperando en su mundo para que los acompañe en su pena y sufrimiento.

Cuando hablo con alguien o tengo un momento de relajación aparecen pareciendo reales tomando un rol de ese momento, como un mesero o un compañero de trabajo o hasta en conductor de un camión. Me hacen pensar que son unos muertos vivientes y que todos los ven pero después desaparecen y las personas vuelven. Mi mente está jugando conmigo.

La primera vez que los vi fue en un sueño, estaban todos; desde la causante de este mal hasta el último asesino que había matado. Todos juntos, rodeándome en un cuarto blanco y como zombies hambrientos se abalanzaban contra mí tirándome al suelo y experimentando como me mataban poco a poco, en la forma en la que ellos habían muerto. Desperté luego de un rato pero cuando me senté en mi cama y alce la mirada  seguían ahí, pero ahora estaban en el mundo real, en mi mundo; me quede pasmado y de nueva forma se abalanzaron a mí, cerré los ojos con fuerza y cuando los volví a abrir ya no estaban. Después de esa noche todo ha cambiado, aparecen más seguido y a todas horas, pero conforme pasa el tiempo me estoy acostumbrando a su presencia; a su incomoda respiración en mi nuca mientras doy una presentación en el trabajo, a sus movimientos cerca de mi mientras estoy en un restaurante, a sus miradas profundas mientras veo por la ventana del transporte público. Esto es parte de mi maldición hasta que un día… sentí a uno de ellos.

No pude saber quién era pero estaba furioso y quería venganza. Estaba solo en mi casa cocinando mi comida dominical y cuando di la vuelta me apareció de frente asustándome y tirándome del suelo, de inmediato me levante y cuando quise pasar por encima de él, no pude; me empujo hacia la estufa quemándome una parte de mi brazo. Luego de reaccionar y de ver la quemadura volví a mirar hacia el frente y ya no estaba. ¿Qué había sido eso?

Ya no he vuelto a ver esa mirada pero sé que volverá y me mando un importante mensaje:

“Algunas cosas pueden parecer reales, pero a veces no lo son. Debo tener cuidado y estar atento a todo porque alguna falla me puede lastimar a mi o mis allegados de una forma horrible”

jueves, 15 de noviembre de 2012

Creando un nuevo futuro.


Recuerdo como te vi por primera vez, sentada en la banqueta mientras veías al vació y jugabas con tus dedos. El primer roce al corazón de amor.

Hoy las cosas han cambiado y se debe ver al futuro. Después de habernos separado demostramos que no podíamos estar separados y que debemos estar juntos.

Somos seres que viven y respiran en mundos diferentes pero eso no ha impedido que nos robemos y nos asaltemos mutuamente.

La dama es un ser precioso e inteligente que hace lo que más desea y logra obteniendo lo que quiere. Es valiente y feroz cuando es necesario, pero también es frágil y sensible como una gota que cae del cielo.

El contrario es un ser que lucha, que se esfuerza y que siempre da al máximo todo lo que puede. Nunca se da por vencido aunque cae en múltiples errores pero aprende y acepta la falla para no volverla a cometer. 

Su característica es su resistencia a situaciones de presión aunque solo una persona lo derrota con solo una mirada; la de la dama.

Sus mundos se separaron durante una eternidad y ahora proclaman y demuestran al universo que su atracción nunca se separo solo se debilito. Ahora chocan y se unen creando un solo mundo de vida paralela, un universo en que se dejara todo y solo se verá al futuro.

Se pensaba y se hacia lo imposible para que estos dos mundos no se volvieran a encontrar por un miedo a las consecuencias. Pero dada la unión ya nada los separara. Los seres que vivían antes en mundos diferentes ahora convergen y crean una sociedad en la que hoy por hoy hay solo paz.

Habrá seres que no estén de acuerdo y piensen que solo causaran caos en un futuro cercano pero hoy se está creando un nuevo futuro para estos dos universos diferentes que ahora solo son es uno y no se separa sin pelear, sin esforzarse y sin dejarse de  amar.

Hoy se escribe una nueva etapa en la que se siente y se vive por pasión y motivación. La devoción de la dama se une a la resistencia del hombre.

Recuerdo cuando te bese por primera vez después de haber nacido en este nuevo mundo que creamos los dos.

15/11/12

martes, 13 de noviembre de 2012

No estoy huyendo de ti.

Como no hacerlo, como no besar esos labios suaves y deliciosos, como no tocar cada centímetro de tu brillante y perfecta piel; como no enredarme entre tus piernas y tú cabello tras múltiples caricias de amor. Solos y en medio de la oscuridad con nuestras acciones y nuestras pasiones al dente.


Desapareces cada que pienso en ti, apareces cuando menos me lo espero. Me tocas la mejilla lentamente con tus finos dedos y yo solo cierro los ojos para sentir millones de emociones transitar por mis venas, llegando a mi corazón y enviando señales al cerebro de un éxtasis eterno y sublime.

Lloro por tu ausencia a cada minuto y sonrió al saber que estas mejor que yo. La noche es nuestra y nadie nos la arrebata. Paso mi mano por tus mechones de cabello mientras beso tu liso y tierno cuello queriendo morderlo para satisfacción ajena, tu propia satisfacción que cambiara el frío por un intenso calor.

Evito pensar en ti y ver tus fotos; ansió escuchar tu voz decir solo una palabra. Nuestras manos se juntan, nuestros labios se besan, nuestro amor choca contra una muralla inmensa que es destruida; nuestros pensamientos están conectados al igual que nuestros cuerpos y almas están fundidas en sonidos sensitivos, en roses de pieles ardientes, en nada más que no sea nosotros.

Leo tu nombre y no soy capaz de pronunciarlo, te has vuelto algo imposible. Un chorro de agua cae sobre la forma de dos cuerpos que hemos creado, dos cuerpos que no hacen más que solo decirse cuanto se gustan y cuanto encajan entre sí.

Veo atreves de la ventana y solo observo gente caminar, las ramas de un árbol se mueven sin tener un sentido, el viento sopla y pasa por cada una de sus ramas chocándolas y produciendo un agradable sonido. La lluvia comienza a caer sobre la ciudad vaciando las calles de personas y solo produciendo el golpeteo de agua contra el suelo.

Escribo cada palabra que pienso y pienso cada sensación que logro recordar. Bajo la incesante lluvia aparece tu silueta mirándome y sonriendo ligeramente, no dejo de verte con los ojos cerrados.

Veo tu sonrisa en un soleado día, veo tus ojos expresivos decir miles cosas, siento tu calor y tu amor, huelo tu aroma y saboreo cada parte de tu cuerpo tan delicado; y cada una de estas cosas las hago con tan solo imaginarte bajo la lluvia, viendo tu figura inexistente bajo los estallidos de la tormenta que no tarda en llegar.

Dejo de verte y empiezo a odiar cada que te recuerdo, cada situación que vivimos, cada momento de felicidad que diste. Te has vuelto solo palabras en un texto creado por una mente sin recuerdos y que desea olvidar aun sabiendo que eso sería en estos momentos imposible.

Sigues aun bajo mi ventana, sigues aun tocándome la mejilla, besándome y a un lado mío susurrando cada una de las cosas que nos prometimos y que yo deje ir. No dejo de escribir bajo una luz tenue, mientras tú, comienzas a gritar tratando de atraer mi atención. No dejo de concentrarme y tratas de girar mi rostro para verte una vez más.

Puedes desaparecer y dejarme ir pero no, estoy huyendo de ti, de un recuerdo que no quiero que regrese y solo quiero estar yo, con mis palabras, con mis pensamientos, donde soy quien en verdad. Donde puedo decir lo que sea, donde puedo llorar en mi mente por todo lo que he hecho, donde puedo acelerar mi corazón con tan solo imaginar y vivir de una realidad que no es posible.

Me tomo del rostro desgarrado por las sensaciones y ahora estas sentada de frente a mi impidiendo que escriba. No eres real pero te vez y sientes así. Te inclinas, me tocas y solo cierro los ojos tratando de recuperar la cordura para que cuando los abra ya no estés y así es.

Respiro de alivio y detrás de mi alguien me toma de la frente, me alza la cabeza para verla y eres tú, con tus ojos llenos de odio hacia mí. La mano me tiene fuertemente agarrado y evita que pueda soltarme, siento algo frío y delgado pasar por mí cuello presionándolo mientras comienzas a llorar y tus gotas caen sobre mi frente; comienzo a sangrar de la yugular rápidamente y solo puedo dar mis últimos respiros antes de también soltar una lagrima y querer decirte como lo sentía pero así tenía que ser.

Me sueltas y caminas hacia atrás desapareciendo de mi vista, de mi cuarto y de mi mente aunque sea solo por el día de hoy. Me reincorporo en la silla y me veo todo bañado en ese líquido rojo lleno de vida al igual que mi teclado, y todo lo que he escribido. Cierro los ojos esperando que todo acabe.


Son las diez de la noche y vuelvo a la realidad. Ahora a esperar nuestro próximo encuentro ilusionado de que este haya sido el último aunque sé que no va a ser así.

-Buenas noches-

sábado, 10 de noviembre de 2012

Directo.


Estoy excitado, estoy agotado, estoy hambriento, estoy ansioso, estoy delirando, estoy ebrio, estoy drogado, estoy fuera de mí, estoy lejos de mí mismo y tengo tantas ganas de saber de ti que me dejas sin sueño.

Quiero hablarte, quiero saber de ti y quiero volverte a ver.

Quiero saber que estas bien, quiero poder volver a ser el de antes, quiero poderte abrazar entre mis brazos y llorar sobre tu hombro.

Quiero cambiar, quiero esforzarme pero a la vez dejarme ir, quiero poder dejar de sentirme culpable y quiero ser feliz de nuevo, quiero dejar todo y salir de lo que he creado; un mundo de odio y tristeza.

Quiero que seas feliz y no quiero que sepas de mí, quiero saber de ti y saber que estás mejor que nunca. 

Quiero que tengas a alguien mejor que lo que yo fui.

Quiero volverte a ver sonreír y reír, solo eso quiero.

Quiero oír tu voz, quiero tocar tu piel, besar tus labios, quiero olvidar todo, dejar todo y salir huyendo a tu lado.

Quiero demasiado por tan poco que tengo que ofrecer. Solo un hombre que se quedo vació por dejarte ir.

Ríete de mi, búrlate de mis tontería y disfruta cada palabra de lástima que escribo porque ya no tengo nada que perder ni demostrar. Lo deje todo y ya no tengo nada que apostar y dar; te lo deje aunque haya sido yo el que se fuera.

Quiero lastimarme y alejarme de esta vida, como cualquier otra persona desamparada y a la deriva.   
                

Una nota de silencio en todo lo que hay.


Miras a la gente pasar mientras bebes tu café caliente. Las personas en la cafetería platican, ríen, sonríen y uno que otro teclea su computadora portátil mientras bebe su café que expulsa humo y escucha música por sus audífonos.

Los padres, los niños, los adolescentes  las parejas caminan por la plaza comercial viendo en los aparadores lo que hay de novedad, criticando y a veces entrando a las tiendas para ver las prendas de más cerca. Algunos compran, algunos solo se prueban y algunos solo ven.

Hay ruido por todos lados y tu solo te escuchas a ti mismo, tus latidos, tus pulsaciones, tus pensamientos y dejas a los demás a un lado haciendo un silencio que nadie puede evitar.

Piensas en todo y en todos, piensas en lo que en un futuro próximo harás y te repites en la mente todo lo que has hecho. Le das un sorbo a tu café, té reclinas en la silla y suspiras esperando que algo extraordinario pase en tu mundo de silencio, en tu vida, en todo lo que has hecho queriendo cambiar tu destino o tu camino; pero simplemente te quedas sentado, pensando y viendo a la gente disfrutar de su sábado por la noche.

Alguien te toma del hombro y el ruido aparece, vuelves al centro comercial. Te levantas de tu lugar y dejas en la silla todo lo que paso por tu cabeza mientras degustabas tu bebida. Tiras el envase vació y caminas entre la multitud, entre su ruido y sus vidas tan simples y complicadas como la tuya.

Evidenciarse.


La frustración, el odio, el temor, la angustia, los celos, la envidia, el remordimiento, la tristeza y el egoísmo son una combinación fuerte y dañina. Es algo que te puede lastimar demasiado y dejarte varado en una isla en la que tú mismo te pusiste.

Quieres jalarte el cabello y gritar con todas tus fuerzas al ver a los demás reír, sonreír, tomarse de la mano, besarse, abrazarse y decirse cuanto se quieren. Quieres salir corriendo de ese lugar sin mirar atrás y con solo una cosa en la cabeza; lo que dejaste ir.

Te autodestruyes bajo un pretexto de una gota de alcohol, una probada de tabaco, una aspirada de droga, una sobre dosis de ejercicio, una aguja en tu piel, una canción en tus oídos, un texto ante tus ojos, un recuerdo en tu mente, una persona en tu camino, una soledad que es solo tuya.

Terminas tirado en tu propio caos deseando ser, estar, hacer otra cosa o haber hecho otra cosa en su debido momento; pero no hay vuelta atrás. Lloras por tus propias acciones, te notas inexpresivo ante diversas situaciones, te deja de importar el entorno pero sobre todo te dejas de importar a ti mismo. No hay nada que puedas hacer y te quedas tirado.

Bajo tus sueños están tus temores y tus angustias, tus decepciones y todos tus problemas, tus malas acciones y todo lo que te avergüenza. No dejas nada a relucir ya que lo vives y sufres viendo una y otra y otra vez todo eso. Despiertas bajo la humedad de tu sudor y agradeces el poder dejar ese mundo de tu cabeza.

Miras la noche, el vació  la nada y eso es lo que ves. El vació dentro de ti, la tristeza en tu corazón y tu cabeza es tu verdugo lastimándote con todos tus pensamientos.

Escribes textos de todo lo que pasa por tu cabeza evidenciando tu estado emocional sin importarte lo que piensen las personas. Solo lo haces.

jueves, 8 de noviembre de 2012

El extrañar.


Una sensación de vacío y soledad esta en el entorno de todos. La vida dejo de tener sentido para todos los habitantes de un mundo que está próximo a desaparecer y de solo dejar rastro en un espacio del universo en que otras civilizaciones pensaran que hay vida pero cuando vayan a buscarlo ya no este.

La gente se empieza a caer de lo más alto de los edificios dejándose vencer por la mínima fuerza del viento que sopla sobre sus cabezas, dejándose atraer por la fuerza de atracción de la tierra hacia los cuerpos. Sus cabellos se mueven descontroladamente mientras se acercan al suelo, sus ojos están cerrados viendo pasar una vida y su corazón late por última vez sintiendo el recuerdo más memorable antes de destrozarse con el suelo.

El sonido de armas tronar ante el silencio no hace que nadie se esconda o se agite, es algo que se ha vuelto muy común en los últimos días. Las personas solas en sus habitaciones con fotos alrededor de ellos, tirando lágrimas y suspirando ante lo que perdieron. Ven a la ventana tratando de imaginar algo pero solo logran recordar; cogen el arma del mueble más cercano, la colocan en uno de los hemisferios de su cabeza y empujan con el dedo el gatillo que con una serie de mecanismos hace chocar una bala alojada en el interior que sale más rápido que el sonido y se impacta. Nadie ve ni sabe, solo escucha.

La luz del baño blanco parpadea incesantemente. Hombres y mujeres se meten a sus tinas desnudos, las llenan de agua y respiran profundamente sintiendo el calor del agua moverse por su piel. Lloran en silencio y recuerdan a gritos todo lo que vivieron. Mientras ven el azulejo toman la navaja, se cortan las muñecas y esperan a que todo pase lentamente volviendo lo blanco en un rojo atrayente.

Se suben en un banco, ponen la cuerda en una viga del techo, se la amarran al cuello y ven por última vez la foto de ellos con la persona que aman. Se dejan caer del banco y solo las lágrimas logran caer al suelo; la foto sigue en su mano aferrada.

Yo camino por la avenida principal escuchando música. Tal perece que los autos hoy no circulan ya que no hay ni uno, todos están estacionados. La lluvia cae ligeramente sobre mi frente y sin importarme sigo mi rumbo lentamente.

No oigo los estallidos de las casas, no veo las personas caer a mis lados de lo alto de los edificios. Solo cambio de canción y miro mi reflejo en el charco teñido de rojo. Veo mi celular y espero saber algo de ella. Vivo en un mundo en el que no salen ni entran llamadas. Miro al frente y sonrió ante mi suerte y castigo, pero nunca dejo de caminar en este planeta mio y de mis penas.

martes, 6 de noviembre de 2012

Ángel de alas rotas. Parte 7. El final


Pasaron las caricias, los besos y los arrebatos de amor. Como una consecuencia de todo eso me quede sentado en el suelo, solo, con una idea en la cabeza.

-¿Porqué viniste?- le pregunte mientras estaba sentada a un lado con su cabeza apoyada en mi hombro y acariciándome el pecho con su mano.

-¿Ya te diste cuenta?- pregunto alzándose y viéndome con un rostro de tristeza.

-Creo que si-

Lanzo un suspiro al aire y dijo al final –La primera vez que te vi, vi dentro de ti una persona vacía, sola, destrozada por sus acciones y por lo que había vivido; pero cuando paso lo de la primera noche vi dentro de tus ojos algo que no me hubiera imaginado… a otra. Tal vez tú no te habías dado cuenta pero estabas pensando y siempre has estado pensando con la última chica con la que estuviste y eso es lo que te lastima, pero cuando nos besábamos deseabas muy dentro de ti, con tu corazón, que fuera alguien más; alguien a quien habías lastimado pero no a propósito sino para su propia felicidad y eso es lo que más te dolía, dejarla…- Hablaba con la cabeza baja y casi a susurro mientras yo la escuchaba como si fuera una voz sonora dentro de mi cabeza, igual con la cabeza baja y con una lagrima en la mejilla.

-Por eso volví, porque yo quería convertirme en esa persona; nunca había visto a alguien tan… enamorado, con el corazón tan entregado a una persona y yo quería ser esa persona pero ahora me doy cuenta de que no voy a poder serlo. Aun la amas y deseas estar con ella hoy y siempre-

-¿Ahora que soy?- pregunte tajante a pesar del sentimiento.

-Eres una persona cualquiera solo que cuando quieres estar con alguien de una manera muy fuerte apareces enfrente de ella. A veces es bueno, a veces malo, pero te hace sentir una satisfacción mejor que el éxtasis- Cuando dijo estas últimas palabras se  llevo sus manos al pecho, alzo la cabeza y cerró los ojos como tratando de enfatizar la sensación –Dejas de vivir por ese primer instante en que lo vez y el tiempo se detiene para ambos, aunque a veces la otra persona no se da cuenta de nuestra presencia. Somos como… ángeles, nuestras alas solo son vistas por quienes queremos que las vean. Y tú deseas estar con alguien más, así que desea lo con fuerza y lo estarás.-

La mire con asombro por qué me costaba trabajo creer algo así. Que aparecieras enfrente de quien querías y aparte manejando el tiempo.

Volví a ver al vació y cerré los ojos con fuerza haciendo lo que me había dicho. Deseando estar parado junto a ella, volverla a ver y recordando todo lo que habíamos hecho, todas las rosas, los llanto y los momentos tan sencillos pero tan valiosos que adoraba; después de unos segundos sentí una brisa fría correr por todo mi cuerpo y la sensación de estar parado. Abrí los ojos y estaba parado en una terraza en la que ya había estado.

La noche era oscura y silenciosa, todos dormían en sus hogares dentro de sus camas. Gire a ver mi alrededor y el lugar era muy familiar, no podía creerlo; esto estaba en contra de todo y de todos.

-Algo que me he dado cuenta en que cuando haces los viajes, tu cuerpo aparece desnudo pero el tuyo no- Eso me espanto y me vi a mi mismo, solo tenía un pantalón puesto –Aparecen desnudos porque das el cuerpo y alma para estar con esa persona pero como nunca dejas la razón tú no estás desnudo, es algo impulsivo e instantáneo.

-Te refieres a que estoy…- y antes de terminar de hablar voltee a ver frente a mí y ahí estaba, dormida.
Su cabello caía por su cara, su brazo estaba sobre la sabana y respiraba tranquilamente. A pesar de la noche yo la veía como si fuera de día, viendo su esplendor y pasando por mi mente todo lo que vivimos por un año.

-Solo veía el sentimiento pero ahora veo a la persona, es bonita y le gustan las cebras- decía.

-Es hermosa, sus ojos siempre me encantaron y nunca les podía decir que no, sus labios los cuales no le gustaban para mi eran un manjar de dioses, su pensamiento tan… diferente, sus ideas, su actitud, sus acciones, ella sabia como hacerme feliz- Pensando esto y diciéndolo me rompía en pedazos y en llanto, no sabía que me mantenía de pie –Es una persona única, sus celos, sus enojos, sus defectos… su amor. Y yo lo destroce, lo deje a la deriva…-

-Pero también dejaste el tuyo a la deriva de cualquiera, veme aquí. Tu estas mal, lastimado y te estás quedando solo porque quieres; ve por ella, toca su mejilla y bésala en los labios como estas deseando en estos momentos- me tomo del hombro y me empujo hacia ella, camine lentamente por la terraza hasta que llegue al cristal y pensé.

-No pienses solo hazlo. No lo entiendas solo disfrútalo- ella me dijo y yo lo pensé al mismo tiempo pero aun así me estaba deteniendo a mí mismo.

-Solo le traería más dolor y no quiero eso para ella. Nunca lo quise y por eso me aleje, por eso soy lo que ahora soy, esta es mi pena y mi castigo. El estar lejos de ella… vayámonos.

-¿Porqué lo haces? ¿Que no vez que esto te destroza más?- me decía mientras ahora me detenía.

-Porque ella será feliz y amara a alguien mejor. Ella merece a alguien mejor. No soy lo que hoy le puedo dar, pero siempre hay un futuro y una esperanza en el que ella esta; cumpliendo las promesas  que nos hicimos un día. La amo y por eso la tengo que dejar por un tiempo, mientras tanto trabajare para que ella este y tenga todo lo que quiera- Le dije con convicción y creyendo cada palabra que decía.

-Es en verdad lo que quieres y te creo, lo dices del fondo-

Gire sobre mí para volverla a ver por una última vez, también vi el lugar donde ya no iba a estar y acepte que la iba a extrañar como a nadie pero tenía que dejarla por ahora.

-Es hora de irnos- y desaparecimos en la oscuridad de la noche.

Soy un ángel que estará por una persona esforzándose y trabajando. Tengo un castigo por mis acciones y lo afrontare con la cabeza en alto. Soy un ángel con alas para poder determinar en donde estoy parado. Soy un ángel que vive en tierra con las alas rotas por sus acciones, soy una persona como tú que carga con los errores y que puede mejorarlos. Soy tu, soy un ángel con alas rotas.


“Los ángeles existen entre nosotros. Son aquellos que viven para darnos fuerza y esperanza, los que nos dan la mano y nos hablan de algo mejor. Son los seres míticos en los que nos gusta creer”

En honor a la persona en la que todos pensamos y desearíamos estar a pesar de todo.

viernes, 2 de noviembre de 2012

Ángel de alas rotas. Parte 6


Las marcas de mi espalda y el dolor se habían desaparecido junto con aquellos  infinitos ojos y aquel cabello corto tan perfecto como seductor pero persistían los pensamientos, las ideas, los recuerdos que aquella noche anterior, de todos los movimientos que ella hacía, de sus sonidos, de su olor; de todo ella, de su voz, su cuerpo, sus alas; de su corazón que no latía, de sus alas que se estiraban y salían impetuosas de su suave espalda, de su aparición y desaparición, de cómo era algo tan irreal pero tan verdadero que me enamoro.

El resto del día paso normal a pesar de que recibí varios regaños por no estar prestando atención y estar “enamorado” ¿Lo estaba o la locura se había apoderado de mi?

En la noche mis padres se fueron a una comida con sus amigos y yo me quede en casa tratando de entender mi vida. Lo que me gusta hacer es estar en la penumbra de mi cuarto escuchando música con la cortina abierta para ver la calle y a su gente vivir su vida preguntándome que harían ellos o si viven lo mismo que yo.

Eran cercanas las once de la noche cuando mientras estaba sentado en una silla escuchando mi música la espalda me empezó a arder pero más de lo normal, más que cuando supuestamente me habían enterrado las uñas. El dolor se volvió insoportable que me retorcía sobre mi escritorio tratando de aguantar pero cuando pensaba que ya había pasado volvía con una furia que impedía que me alcanzara para tocar mi espalda.

Como pude me levante, fui por una pastilla y un vaso de agua a la cocina. Cuando puse la pastilla en lengua y le di un sorbo al agua solté un suspiro esperando que hiciera efecto y me apoye en la orilla de la estufa por unos minutos.

El sonido de mi corazón ocupaba mis pensamientos y todo el ruido en mi hogar, todo estaba muy silencioso.

El dolor bajo un poco y volví a darle un trago a mi vaso con agua; después me di vuelta y sentí como unas manos me tomaban de la playera y me azotaban contra la pared recargándome en ella y provocando que soltara el vaso para de la sorpresa.

Todavía no había visto quien era cuando sentí como me alzaba sobre el piso apoyándose en la pared y yo ponía mis manos en lo que me sujetaba con fuerza.

Sus ojos la delataban y por primera vez veía su color, eran en ese momento rojos, estaban dilatados y ansiosos. Su rostro mostraba ojeras y cansancio, su cabello estaba revuelto y hecho una maraña. Portaba una playera blanca que estaba rota del cuello, un pantalón de mezclilla con las rodillas descubiertas y no tenia zapatos. Sus alas ahora estaban rotas pero seguían igual de oscuras como la noche en la que estábamos.

-¿Cómo es posible que una persona tan podrida como yo tenga un corazón que lata?- dijo rompiendo el silencio y con un tono de furia y enojo que me puso tenso.

Me despego de la pared y me movió en el aire como un muñeco de trapo hasta acostarme en el piso de la cocina. Ella se sentó encima de mí y coloco su rostro muy cerca al mío.

-Sé lo que has vivido, se lo que has hecho. Vi dentro de ti y no logro entender cómo es que aun late tu corazón. Eres un ser fascinante, tan adaptable, tan egoísta, tan malo, tan lastimado, tan… inocente como culpable- Junto salvajemente sus labios con los míos besándome con pasión y rabia. Luego paso a mi cuello lamiéndolo, mordiéndolo y besándolo con aun mayor energía. Se detuvo y soltó un suspiro antes de seguir hablando.

-Alguien te marco en tu infancia y no pudiste afrontarlo durante años, eso te volvió un ser cerrado a sus sentimientos. Alguien te dio su corazón y tú le temiste, lo terminaste dejando y rompiendo aunque coincido contigo de que fue lo mejor pero ahora sufres por eso y te culpas por todo. Deseas muy dentro de ti no haber existido o por lo menos no ser tu porque tú mismo sabes que estás podrido para todos los que te conocen… y sabes que todo es verdad- Al final soltó una sonrisa que me enojo y saco dentro de mi fuerza suficiente para empujarla y ponerla con la espalda al piso. Ahora yo estaba encima de ella y el que sujetaba sus manos.

-¡Sabes que es verdad! Sabes que la lastimaste y a mucha más gente. Sabes que eres malo y que no deberías de tener un corazón que dar porque, ¡no tienes! ¡Estas jodido!- Dijo aun en el suelo.

-Lo sé, se que lo que le hice fue malo y que gracias aquel hombre que me marco hace tantos años nunca podre vivir pleno. Sé que estoy roto y que no tengo nada que dar, sé que no debo estar aquí- iba aumentando mi tono de voz y mi fuerza –Pero no puedo morir, no debo morir, no ahora. Tengo mucho que dar y demostrar, tengo una vida por delante… solo, roto.- El enojo salió de mi cuerpo – Pero tu corazón no late, no eres normal, no estás viva, no eres real y eso me cautiva y me enamora…-

Interrumpiéndome ella grito -¡Pues demuestra por primera vez que sientes algo!- y con esas palabras caí sobre su cuerpo besándola, tocándola, mordiéndola, saboreando cada rincón de su perfecta piel, conociendo y aprendiendo de ella.

Por primera vez dejaba de pensar y solo actuaba, me convertí en el dueño de ese momento; en el momento en que éramos uno bajo nuestro calor, bajo nuestros propios movimientos.

El frío se convirtió en calor, el silencio en ruido, los actos en sudor. En un momento nuestras manos se encontraron y se juntaron, nuestros dedos se entrelazaron tiernamente y fue cuando hice conexión con aquel ser hermoso; después sentí un calor muy cómodo en mi espalda, voltee a ver y vi como salían de mi espalda un par de alas negras que soltaban plumas por toda la cocina, poco me importo en ese momento y seguí besando a un ángel.

jueves, 1 de noviembre de 2012

Ángel de alas rotas. Parte 5


Desperté bajo la tenue luz que entraba en mi ventana y bajo el sonido de la gente caminando debajo de ella.

Estaba encogido y envuelto bajo mis propias sabanas. La cabeza me dolía y no aguantaba el sonido ni la luz, había sido una noche muy larga.

Me senté en mi cama y poco después recordé que lo último que había pasado antes de que cayera dormido era que estaba con aquella dama que me había cautivado. Voltee a un costado mío y vi un bulto cubierto por las sabanas; dude en tomar las cobijas y cuando lo hice lentamente, vi que solo era una almohada. Llegue a la conclusión en que había sido solo un sueño y por un cierto lado me sentí aliviado y pude relajarme pero todavía no me convencía de eso. Deseaba que hubiera sido realidad pero era algo imposible que una mujer apareciera en medio de la noche desnuda y que cayéramos bajo la pasión y la lujuria. Estaba loco.

Me senté en la orilla de la cama y me empecé a tocar la cabeza por el dolor que tenia pero después me di cuenta que también la espalda me ardía como si estuviera  quemado tras un día en la playa sin alguna loción protectora. Coloque la mano en la parte de atrás de mi hombro queriendo tocar mi espalda y sentí una línea que sobresalía de mi espalda, como una costra.

Eso me estremeció demasiado y recordé que en la noche, verdad o no, la joven me había enterrado sus uñas y que había sentido un dolor en todo lo largo de mi espalda. Quise decir algo pero ninguna palabra salía de mi boca, estaba entre asustado, sorprendido y con una incertidumbre acerque de lo que ya había dicho que había sido un simple sueño; o eso pensaba.

Con un salto me puse de pie y fui directamente al espejo que estaba a un costado de mi habitación, me reflejado y me di cuenta que estaba pálido y con un aspecto cansado, sin ver mi rostro más me di vuelta y observe que mi espalda estaba marcada por ocho líneas bien definidas que ahora eran costras de sangre seca que había salido de los cortes. Asustado me aleje del espejo caminando de espaldas hasta que choque con algo, me di vuelta rápidamente y vi a aquella persona más baja que mi con cabello corto y ojos indescriptibles mirándome tranquilamente, di un salto que causo que cayera en el piso de sentón, sin levantarme me aleje de ella hasta tocar pared donde me detuve y me peque a este lo mas que pude con la espalda aun con el dolor que me causaba.

No podía dejar de verla, no podía tranquilizarme, sentía el corazón moverse por todo mi sistema queriendo encontrar una salida para salir expulsado de mi cuerpo, los brazos me temblaban de terror, la boca la tenía abierta ligeramente y sentía como el aire entraba a ella rápidamente y salía aun mas rápido.

-Imposible- fue lo único que dije sin poder soltar ningún sonido por mi boca.

-Lo imposible se vuelve real y yo soy real- pronunciado esas palabras se acerco a mí y se agacho para seguir hablando –No he dejado de pensar en ti desde aquella vez en el pasillo, me cautivaste y pudiste ver lo que en verdad soy; aunque creo que no lo puedes creer. Todo lo que has sentido y vivido fue real; todo lo que paso anoche fue real.-

Con su mano empezó a tocar mi pecho suavemente y lentamente –Estaba en mi casa pensando en ti y no sé lo que me hiciste que me encanto, fue ahí cuando decidí venir a buscarte; no sé cómo llegue aquí ni porque estaba en ese aspecto pero solo llegue y me di cuenta que lo que me había gustado había sido la forma en la que me habías visto. Tan real, tan pura e impura a la vez y cuando te empecé a tocar me encanto tu corazón, tan honesto- Se acerco su rostro al mío y me beso rápidamente pero deliciosamente.

-Ah, y perdón por tenerme que usar una de tus playeras y unos bóxers tuyos, es que no quería tener frío- Y con una sonrisa de alejo de mi y se levanto.

Aun no podía decir nada e inesperadamente me puse de pie y salí de cuarto sin voltear a verla y empecé a preguntar por mis padres una y otra vez caminando por la casa.

-No están- me interrumpió.

-¿Cómo que no están? ¿Dónde están? ¿Qué pasó? ¿Quién eres tú?- Fueron mis primeras palabras que iban dirigidas a ella.

-Se fueron y no importa quién sea yo sino que serás tú-

-¿Quién seré yo?- La puerta de mi casa se abrió y voltee en dirección a ella y cuando gire mi cuello hacia donde estaba la mujer ya no la vi, se había ido.