jueves, 27 de diciembre de 2012

El 23. Para entrar hay que salir.


La noche paso como fue desde el principio; estaba totalmente en la oscuridad y solo se oían desde el exterior de mi cuarto gritos, choques, disparos, etc. Toda mi familia trato de dormir hasta que lo logro a pesar de que afuera no sabíamos que estaba sucediendo, que había sido del gobierno, de nuestros familiares y amigos, de la gente que conocíamos, de la sociedad, de todos. Trate de dormir igual que ellos pero no pude con el simple hecho de que todo ya no era como antes y ya nunca lo iba a poder ser o no iba a estar vivo para que sucediera aun sin saber que era lo que atemorizaba al país o hasta al mundo pero de algo estaba seguro. No era el único lugar en el que estaba sucediendo y si en la ciudad con la mayor población del país estaba pasando algo malo, se iba a expandir por todo el territorio mexicano, pero que el caso de la influenza porque esto si era mortal más que móvil.

Tampoco podía dejar de pensar que alguien me estaba esperando a kilómetros de distancia, que alguien me necesitaba y yo sin saber si esa persona aun dependía de mi o si ya había sido alcanzada por la muerte que la gente profesaba; pero confiaba en ella y sabia que aun seguía con vida y que aun me esperaba o que ella pensaba lo mismo que yo “¿estará bien?” pero yo no me he caracterizado por seguir siempre las reglas ni por quedarme con los brazos cruzados así que me puse de pie sin hacer ruido y sin ver a la ventana, solo observar que había humo saliendo de diversas partes del suelo me dispuse a salir de aquel lugar en que por un tiempo estaría seguro pero no para siempre y arriesgando hasta mi vida alcanzaría a mi amada que me esperaba en su hogar, asustada y con una lagrima en su mejilla.

Vi a mi familia por última vez antes de partir y solo susurrando que los amaba baje a la planta baja, tome las llaves de mi auto y me salí de mi hogar; lo voltee a ver por última vez y me subí al carro. Vivía en un fraccionamiento bardeado por una pared alta y sobre de esta había cables electrificados que aun sabia que funcionaban porque había una planta de energía de emergencia. Iban a estar seguros durante el tiempo que fuera necesario y vivirían, solo esperaba volverlos a ver. Me dirigí a la salida de la zona residencial y el guardia salió rápidamente de su caseta alertándome que no me podía abrir ya que él ya había visto el mal que estaba afuera que no podía permitir que entrara ya que ponía en riesgo la vida de todos; le trate de explicar mis razones de mi partida pero el aun se negaba a abrirme. Le advertí que si no me abría chocaría contra la puerta y esta se abriría dejando a todos inmersos a morir, este lo pensó y al final opto por dejarme salir solo cuanto no hubiera peligro a los alrededores; yo acepte. No tomo más de cinco minutos cuando volvió a salir de su lugar de seguridad y rápidamente abrió la puerta, yo pise el acelerador y sin ver atrás me dirigí a una calle que me sacaría a la autopista. Solo por detrás de mi escuche la puerta de salida azotarse y cerrarse, suspire y agradecí.

No me tomo mucho tiempo cuando vi a todas las personas del pueblo que no conocía andar con un paso lento, llenas de sangre, algunas sin extremidades o sin alguna parte del cuerpo, dejando su rastro de pus y sangre obscura en su camino, mirando al vació con la boca abierta y babeando el liquido rojo. Eran personas que estaban muertas o que deberían de estarlo por su aspecto.

Me abstuve a mirarlas y solo seguí por donde pude ya que había calles cerradas por autos chocados o postes de luz caídos o hasta casa derrumbadas. Lo que podía hacer un mal en una noche era increíble, al final logre salir a la autopista en la que apenas podía pasar. Llegue a un puente y detuve el auto, lo que vi me aterrorizo y me derrumbo por completo. Era el pueblo entero en llamas, destruido, aun lleno de gritos y lamentos por donde mirara; debajo del puente había un hombre corriendo tan rápido como podía porque era perseguido por un par de muertos, mire su camino y vi que delante de él había más, pero el hombre no se había dado cuenta de eso ya que estaban dado la vuelta de la calle por donde andaba. Trate de alertarlo pero nunca me escucho, dio vuelta a la calle y se topo con mas, trato de dar la vuelta pero los que lo perseguían ya lo habían alcanzado rodeándolo y abalanzándose contra su cuerpo quedo oculto entre las personas que estaban sedientas en ese momento de él.

Alcé la vista y me metí al auto rápidamente, no podía meter la llave y se me cayó al suelo, tampoco podía levantarlas; caí en llanto y golpeando el volante pensé en todas las personas que amaba y que estaba viviendo lo mismo que yo o que ya no estaban viviendo. Quise morirme en ese momento, no sabía cómo iba a llegar a la ciudad, no sabía cómo siquiera iba a poder salir de ahí; la autopista estaba llena de autos chocados, abiertos y ensangrentados, había cuerpos en el suelo y algunos otros caminando lentamente a ningún lado.

Tome las llaves y encendí el coche. Sin importar lo que pasara lo único que me quedaba era llegar a la ciudad, ser inteligente y sobrevivir. 

domingo, 23 de diciembre de 2012

El 23. La expansión.


El 21 no paso nada. La verdad es que estaba emocionado de que en verdad pasara algo extraordinario, no tal vez que por lo menos la noche durara más o el día o no sé, pero esperaba en serio algo. Nunca creí en esas historias de que los muertos iban a resurgir o que iba a haber una guerra nuclear de la nada o maquinas asesinas, pero esperaba algo; no de ese impacto pero algo. Ese día me decepciono.

El 22 fueron unas 24 horas tranquilas, sin ninguna novedad ni nada que comentar solo los chistes que ahora pasaban de persona en persona acerca del día anterior. Nadie aun lo podía superar. Pero fue hasta las doce de la noche en la que las cosas empezaron a resultar extrañas.

Yo vivo en un pueblo a las afueras de la ciudad de México y las cosas son muy tranquilas a comparación de ese lugar, me acaba de mudar por lo que la falta de ruido y muchas otras cosas como la tranquilidad me molestaban. Estaba en mi computadora hablando con mi novia que vivía en la ciudad; ya saben, por las distancias y para empezarnos a felicitar ya que en unos momentos íbamos a cumplir un año tres meses. Una cosa romántica.

Estaba hablando con ella cuando la luz empezó a fallar en mi calle y en mi hogar, la conexión de internet empezó a fallar; ella me comentaba que lo mismo estaba pasando por su casa, que empezaban a generarse descargas eléctricas. Todo fue así hasta que la luz se fue por completo al igual que el internet.

Vivo con mis padres, mi hermana y un adorable perro. Los cuatro, con excepción de mi mascota, nos extrañamos de que la luz se hubiera ido, nunca había pasado antes y menos en todo el pueblo, ya que al asomarnos por la ventana  todo era oscuridad con excepción de las estrellas y la luna que se imponían en lo alto del cielo. Pasaron unos minutos de silencio entre nosotros hasta que un crujido surgió de afuera de mi hogar; me asome para ver algo, pero obviamente fue algo inútil. Luego se escucharon grandes cristales romperse, cortinas de metal se impactadas y gritos de personas asustadas por los ruidos y por algo que no se alcanzaba a definir que era hasta que lo inminente sonó, un estallido de una pistola que pareciera que estaba muy cerca de mi ventana y más gritos de hombre y mujeres que corrían de un lado a otro de algo que no sabían que era por la falta de luz. Luego otro estallido y otro y otro, así fueron hasta que un grito ahogado sonó de debajo de mi ventana y un haz de luz apareció en las cercanías de esta y lo único que pude ver fue una mancha de sangre en el piso.

Me asuste y caí al piso de mi cuarto alejándome de espaldas de mi ventana. Los gritos seguían al igual que uno que otro disparo hasta que sonó mi celular y logre escucharlo.

Conteste y era mi novia que hablaba asustada y trataba de decirme que era lo que estaba pasando. Ella me comentaba que no se fue toda la luz de la ciudad pero si en la mayoría, que también se escuchaban gritos de personas en las calles tratando de correr de algo que no sabían que era pero solo que las estaba matando o eso gritaban. La traba de tranquilizar pero yo tampoco lo estaba, resultaba de poca ayuda. Lo único que me pedía era que fuera a estar con ella, que me necesitaba y que tenía mucho miedo; yo no pude decir nada en esos momentos. La llamada se empezó a cortar por la falta de crédito de ambos hasta que se perdió por completo.

Estaba solo, mis padres estaban demasiado preocupados junto con mi hermana que no habían tardado en llegar a mi lado para que estuviéramos juntos pero eso no significaba nada. Estábamos en la oscuridad con los gritos de las personas de la calle gritando acerca de la muerte y disparos en el aire hacia objetos que no podía ver. El 21 fue la pantalla de lo que iba a pasar el 23, el día en que el mundo se iba a acabar y el día en el que cumplía con mi novia que ahora estaba sola de igual manera y me necesitaba más que nunca. Tenía que ir con ella sin importar el costo, sin importar lo que estuviera afuera de esa ventana matando gente.

El 23. Introducción.


El día 21 de diciembre era una fecha muy esperada por todas las personas para que el mundo se acabara, pero no fue así. La vida de los humanos transcurrió tranquilamente y con normalidad; pero dentro de los mismos mitos que decían que iba a ser el día 21 se mencionaba otra fecha en la que habría oscuridad y pena para la raza humana, a nadie le importo.

En estos próximos textos se narrara la historia de un joven poco creyente de las divinidades, poco paciente, con gran agresividad y enamorado; muy enamorado que vivió los días siguientes al 23 de diciembre de 2012 con un solo objetivo, volver a ver a su enamorada que vivía en una ciudad con sobrepoblación de muertos vivientes.

Pasara por obstáculos mentales y físicos que lo pondrán a prueba para demostrar que es lo que es capaz de hacer una persona por su verdadero amor. Sufrirá perdidas y tendrá victorias pero jamás se encontrara tranquilo, ya que en un mundo en los que los sobrevivientes son pocos la tranquilidad no existe.

De manera personal decido empezar este texto en esta fecha, ya que hoy es ese día de oscuridad y sufrimiento, pero también es el día en que el autor y el joven protagonista festejan un año tres meses con la misma mujer; también parte esencial de esta historia. Los capítulos ya están planeados al igual que el final desde el día de hoy, solo falta plasmarlos.

Disfruten esta historia y no olviden vivir los días como si fuera el último, porque nunca se sabe.

La novela va dedicada a mi hermosa novia, felicidades preciosa mía; a mi nuevo hogar en el que espero mucha imaginación y a esos mitos que generaron emoción a estos últimos días del año 2012.

Disfruten la historia.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Hoy regálame un beso que me dure la eternidad.


Vi tus ojos y nunca pensé que hubiera algo igual, bese tus labios y nunca pensé sentir algo tan delicioso como eso, sentí tu suave piel y el calor pasó por mi cuerpo convirtiéndose en un deseo intenso, vi tus pensamientos y supe lo que pensabas; y nada cambio a pesar de tener ideas diferentes.

Escuche tu llanto y vi las lagrimas recorrer tu mejilla, oí tus enojo y tu furia salir de tu cuerpo como una explosión fuera de control, sentí tu fuerza contra mi cuerpo y pensé que nada podía sentirse igual.

Sentí tu piel rosar con la mía miles de veces y jamás quedare saciado de algo así; tus labios, un dulce majar creado por los mas perfeccionistas ángeles de este mundo; tus manos, tan fuertes y sensibles que los dioses del Olimpo tendría envidia; tu piel tan suave nada comparada con el algodón más fino de este mundo llamado Vía Láctea.

Saboree el éxtasis de tu cuerpo tantas veces que me es imposible nombrarlas al igual que describirlas; solo diré que son únicas, perfectas e insaciables. Una adicción para mí que nunca podrás saciar.

Olí tu aroma que me atraía a ti una y otra vez, siempre que nos veíamos; un imán para el amor, para solo nuestro amor que crecía, que crece y que crecerá hasta el final de todo lo existente.  

Vi, escuche, sentí, saboree y olí; los cinco sentidos. Todos pertenecientes a una sola persona, todos solo enfocados en una mujer, todos sensibles a los actos de una dama, todos a la merced de una amiga, de una novia, de una esposa, de una persona que amo.

Hoy vi la luna caer sobre mi cabeza, sobre mis ideales, sobre mi razón y sobre mi amor. Hoy estaba más hermosa que nunca, hoy estaba vestida de un uniforme azul y una falda gris, hoy la vi ver una película encantada por las imágenes que pasaban por sus ojos, hoy cargaba a un niño que dormía en sus brazos adorado por su amor maternal, hoy bailaba y se movía con gracia y encanto sobre un escenario nada digno para ella, hoy reía expresando alegría y ganas de nunca dejar de hacerlo; hoy… hoy estaba sentada sobre una banqueta jugando con sus manos y esperando algo, hoy estaba escuchando las palabras “me gustas” sobre unas gradas y hoy la besaba… como nunca lo había hecho, hoy nos juntábamos y nos entregábamos sin esperar nada a cambio, hoy la tocaba suavemente por sus hombros, por su espalda; por su cuerpo perfecto. Hoy como ya hace casi un año y tres meses atravesamos una barrera que se ha fracturado pero no de problemas, sino de deseos, sueños y anhelos para caerse y volverse a forjar pero más fuerte que la anterior.

De un lado, están los impedimentos, los problemas, las angustias, la envidia, la razón de no seguir, etc. y del otro lado están solo dos sujetos tomados de la mano, besándose y disfrutando todo momento de alegría aunque sea por toda la eternidad. A veces la maldad cruza la barrera pero nunca logra su objetivo, la debilita pero nunca la aleja porque siempre regresan la pareja y devuelven al otro lado a los intrusos. No esperan los problemas pero cuando llegan, los derrotan.

Hoy la luna alumbra los ojos de las personas que la ven y llena de algo sus corazones, a mi me hace sonreír, sentir, desear y soñar; además me permite ver a la persona que amo y recordar todos esos bellos momentos que hemos pasado juntos. Pero no solo la Luna me hace ese efecto, todo me recuerda a ella, todo me desea estar con ella, todo es ella.

Ver su corazón agitarse y su sangre correr por su cuerpo como un superhéroe con una supervisión es algo que no necesito, ver sus ojos es ver la verdad de nuestro amor, tomar sus brazos y respirar por su nuca, verla en un espejo, verla y solo verla es mi eternidad y mi vida.

Sentir sus labios. Ver sus ojos. Escuchar su voz. Oler su aroma. Degustarla toda.

Hoy, antes y en un futuro; lo único que le pido es un beso que me dure la eternidad en vida y en muerte. 



Solo ella y la única, ella y nada más ella. Todo ella, vivir es ella y morir solo por ella.

jueves, 13 de diciembre de 2012

Dear Gabriel.


Hoy no voy a escribir acerca de alguna fantasía o de alguien especial u odiado; hoy te escribo a ti pequeño pedazo de adolecente llamada Gabriel, si tú, el escritor de historias increíbles y sorprendentes. Hoy te pienso decir que han pasado muchas cosas esta noche y como en un futuro no muy lejano volverás a leer esto te las diré y te daré la clave de tu vida.

“TEN PACIENCIA”

En este momento has convivido por casi un año tres meses con una persona increíble que te ha enseñado cosas valiosísimas que tal vez ya hayas ido olvidando; ni modo no te las pienso decir porque espero las hayas aprendido. Para que veas que soy buena gente te las diré:

“Ten paciencia que es una virtud no una habilidad; aunque la maestra de 5° de preparatoria diga lo contrario”

“Disfruta todo los momentos que recuerdes que debes disfrutar, nunca sabes cuándo va a ser tu último beso o tu ultima dona”

“Sonríe aunque estés del nabo, le alegras a alguien el día”

“Di lo que piensas aun siendo difícil, te vas a ahorrar horas de discutir y de malos momentos”

“Cuídate mucho, espero que aun no tengas adicciones y si tienes una… tu muy mal”

“Ve el lado positivo de las cosas y si la vida te la espalda; agárrale las nalgas. Jeje”

“Recuerda que los malos hábitos son para toda la vida; así que mejor dedícate a otra cosa y no sigas… ya sabes, haciendo eso”

“Se educado porque así encantas a la vida inútil”

“Espero no hayas cometido el error de haber terminado con esta hermosa chica con la que ahora estas”

Siempre me agradeces, soy yo del pasado. Así que no cometas los mismos errores y como diría el vocalista de calle 13 (Rene) “y si no te parece, edúcate”

Me despido sin antes recordarte: Son las 11:52 de la noche, no tienes internet porque te acabas de mudar a tu nuevo hogar del cual aun no te adaptas así que mañana por la tarde publicaras el texto. Recuerda que el martes 18 es el evento de la fundación y la gala 2012 y te esperan muchas personas en esos lugares; no las decepciones y sobre todo…

“NO TE DECEPCIONES A TI MISMO PEQUEÑO ESTUPIDO, PORQUE TE LO DIGO YO, TU YO DEL PASADO”

“Vamos a portarnos mal, vamos a comernos a caperucita con los tres cerditos. Esto no se tra-ta de rebeldía, esto de se trata de ser indisciplinado por un día”


Hoy pensabas escribir un texto de tu tristeza y agonía, no lo hiciste y mejor aprendiste.

La universidad es un asco, apenas acabaste el primer semestre y ya quieres acabar. Espero la estés o la hayas disfrutado o por lo menos acabado, jeje. Sé que lo habrás hecho, hoy creo en ti.

En serio, por favor, ojala hayas aprendido y no hayas tenido la necesidad de recordarte cómo puedes vivir mejor. Ten paciencia y disfruta.

Una mención de honor a tu hoy novia, Pamela… gracias y espero leas conmigo en el futuro todas estas tarugadas que hoy escribo a los 18 años y que tu tanto leías. En serio deseo que sigas ahí y si no es así; eres un tonto Gabriel y no aprendiste nada, tanta inteligencia para que terminaras alejándote de esta bella mujer… cha…

No quiero dormir hoy pero estoy enfermo, tengo buchos bocos; pero bueno.

Adiós Gabriel y nos vemos pronto.

Al final del texto sonrió y pienso si debería escribir más. Aunque la verdad, ya dije todo lo que quise decir.  Ah, espera me falto algo YOU SUCK. Listo, ahora sí.
By.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

En el desierto de tu corazón.


Miro a mi alrededor y el atardecer cae sobre mis hombros, un color naranjado aparece en todo el cielo mientras se mezcla con un tono azul de un océano sobre nosotros.

Camino sobre la yerba seca de la pradera y se escucha en crujir de las hojas sobre mis pies. Mis piernas son lentas y el aire corre rápidamente sobre mi cabello, el frio me acaricia y me toma como suyo mientras mi mente está en otro lado. Está acariciando la mejilla, besando los labios y sintiendo el corazón de otra persona a kilómetros de distancia, su calor contagia a mi cuerpo y mi sangre corre agitada por la emoción de sentir el amor a distancia.

Me siento en la banqueta y observo el ahora tono oscuro del cielo, siento una gota caer por mi mejilla y después humedecer mi entorno, la lluvia cae incesante moviéndose con el viento y siento su mano pasar rostro. Me roba l vaho de mi aliento mientras yo hipnotizado ruego porque se quede tratándola de sujetar aunque ahora solo este hecha de gotas de lluvia. Veo el contorno de su hermosa cara y sus ojos oscuros me observan con ternura.

Trato de no soltarla y me arrodillo sobre agua que cae de arriba abajo. La veo parada en frente de mi, invitándome a pararme y hasta que lo hago siento una ola de calor que nos rodea. A nuestro alrededor cae lluvia y nosotros estamos secos, como si estuviéramos debajo de un techo.

La veo perfectamente, su cabello, sus ojos, sus labios seductores, su cuerpo perfecto. Lentamente nos unimos en un beso que devuelve la lluvia sobre nosotros humedeciendo nuestro amor, nuestra pasión, nuestras manos exploradoras, etc.

Se escucha el agua cae del maravilloso cielo que nos rodea, al que nuestros cuerpos pertenecen y en el que nuestras almas desean estar. Nuestro cuerpo infunde calor y lujuria, nuestras miradas expresan amor y pasión, nuestros corazones corren unidos a toda velocidad por un camino en que en estos momentos no conocen si tiene final.

Dentro de la oscuridad de nuestro beso bajo la lluvia veo colores ir y venir de arriba abajo, de derecha a izquierda, acercarse y alejarse y lo único que hacen es expresar todo lo que pasa por mi mente al besarte. Un caos de colores y sensaciones hermosas.

El ruido de la calle vacía es evidente y el de nuestros labios chocar es imponente. En segundo plano esta la lluvia que cae sobre nuestras cabezas enfriándolas apresuradamente antes de que abran fuego contra todo e incendien todo a su paso.

Abro los parpados y estoy solo. Para de llover y mi cansancio me invade, doy un suspiro y sale el calor ardiente de mi cuerpo. Vuelvo a mirar al horizonte y el color oscuro ahora desaparece y unos rayos de luz naranja ahora se contagian en el cielo.

Camino hacia donde surge esa luz en lo alto y la tomo de la mano, me acompaña en mi camino bajo el mismo cielo aun estando a kilómetros de distancia. No la puedo ver pero si sentir dentro de mi corazón, no es suficiente pero para eso camino en esta vida, para volverla a ver, para volverla a sentir, para volverla a ver y decirle cuanto la amo una y otra vez.

La quiero invitar a donde yo vaya y pedirle que se quede conmigo a donde vayamos a pesar de las dificultades, a pesar de todo; solo ser felices los dos solos.



“Hoy está la llama más fuerte que nunca, a kilómetros de distancia pero bajo el mismo cielo. Te extraño como no tienes idea y te amo como no te lo puedes imaginar”

jueves, 6 de diciembre de 2012

La luz.


No sé como llegue a casa, lo que me trajo ni donde estaba antes. Solo traigo la ropa mojada, la camisa rasgada y sin zapatos. Entro al baño, prendo la luz y me veo en el espejo; tengo el cabello húmedo y hecho una maraña de nudos, los ojos rojos y cansados, los labios partidos y con una cortada en el inferior; hay un poco de sangre en mi ropa a causa de la cortada.

Abro la llave para lavarme las manos y estas están manchadas de un liquido negro parecido a la grasa de un auto, las uñas eran de un gran tamaño y en el antebrazo tenia cortadas muy finas en todas posiciones.

Deje de estar en el baño de mi departamento en cuestión de segundos. Todo se oscureció y trataba de ver algo en todas direcciones, trataba de oír cualquier cosa que no fuera mi respiración, me sentía flotando y nada más, ni el aire. Se prendió una luz en frente de mi, como una lámpara a lo lejos y trate de caminar a ella pero por más que me esforzaba no lograba moverme pero no hubo necesidad de hacerlo; la luz se acercaba a mi rápidamente hasta cegarme.

Sentí una mano pasar por mi pecho, unos labios tocar los míos, una respiración muy cerca de mí, un palpitar de un corazón frente al mío. No podía ver nada solo sentir. Después la mano me empujo con fuerza y sentí caer en un charco donde la oscuridad de nuevo reinaba. Pude abrir los ojos y otra vez estaba solo. Mi ropa estaba mojada y estaba desconcertado, había caído en un líquido obscuro que apenas distinguía.

Cuando quise levantarme, como si estuviera pegado al piso no pude, algo me lo impedía; cuando vi mis manos estas estaban siendo cubiertas por el liquido, como si tuviera vida y quisiera que fuera parte de él.
Empecé a sentir frió en los pies y al verlos observe que la mancha negra me había quitado los zapatos y estaba empezando a cubrirme de igual manera en las piernas. Quise separarme del piso pero solo logre que la obscuridad me tomara de la frente jalándose con más fuerza al suelo evitando que me moviera. Me tragaba lentamente y cada parte de mi cuerpo que tocaba lo helado se inmovilizaba, mi cuerpo se daba por vencido y mi mente lo empezaba a hacer poco a poco.

Ya cuando solo quedaba mi rostro sin ser absorbido la luz volvió a aparecer, pero ahora era más tenue para que pudiera verla. Tenía el cabello obscuro y un poco largo, no era muy alta y era de complexión física normal, sus ojos eran oscuros y sus labios pequeños, tenia manos pequeñas al igual que sus dedos; era deslumbrante y encantadora. La luz me volvió a besar y a poner su mano en mi pecho, esta estaba caliente volviendo a generar calor en mi cuerpo. No pude verla más porque tenía  los ojos cerrados y estaba encantado.

Me volvió a empujar pero ahora en vez de caer choque de manera vertical contra una pared, era la pared de mi baño. Deje de sentir su mano y sus labios, volví a abrir los ojos y estaba solo en mi baño pero ahora tenía la ropa en buen estado, estaba seco, bien arreglado y tenia zapatos.

Me vi en el espejo y al acercarme a él sentí como si este se hubiera ondulado permitiéndome acércame a él y como hecho de agua poderlo atravesar, metí la cabeza y lo único que vi fue un cuarto con una cama alumbrado por un foco y un sillón. Eso me altero y me aleje, me talle los ojos y decidido volví a acercarme al espejo pero ahora antes de atravesarlo unas manos salieron de este y me jalaron con fuerza haciendo inútil mis intentos de evitarlo. Eran las manos de la luz que me jalaban al interior de su mundo para solo estar con ella.