viernes, 23 de noviembre de 2012

Uno punto dos.


Tras cada paso en una larga caminata pensamos en nosotros en un futuro no muy lejano; repitiendo el bello momento que ahora vivimos y dejándonos llevar por los sentimientos que nos invaden.

Salimos tomados de la mano y con un beso en nuestros labios para empezar a dar vueltas en la nada con el simple pretexto de estar juntos, de hablarnos, de vernos, de acariciarnos y de recibir el amor que esperamos de la otra persona.

Tus expresiones me logran encantar al igual que tus ideas. Discutimos acerca de cosas que nos interesan; no solo decimos “te amo”. Eres una persona con la que puedo hablar libremente y eso sucede muy poco y con pocas personas.

Tus berrinches, tus males y defectos… nadie es perfecto pero no nos interesa eso, solo la felicidad, el amor, el aprecio, el cariño y el respeto que nos tenemos mutuamente.

Tu sonrisa, tu risa y tu felicidad que das a notar son regalos de los cuales disfruto cada vez con más gusto. Expresas la felicidad que tienes aunque digas que no en algunos momentos.

Eres optimista, valiente, aferrada, feliz. Eres diferente a mí y por eso me complementas en cada cosa que se te ocurre; por eso no nos podemos poner de acuerdo, por eso discutimos de muchas cosas, por eso nos peleamos, por eso nos hacemos los sentidos. Pero eso me gustas, peleamos por lo que creemos y por lo que queremos, peleamos por nosotros.

Hoy hace un año dos meses conocí a alguien que he querido plasmar en decenas de textos, pero ninguno la describe como en realidad es.

Es una novia, una esposa, una asesina, una víctima, una suicida, un ángel, una dama durmiendo en su cama, un sentimiento, una emoción. Eres todo lo tangible y lo que no lo es.

Tú y solo tú por este tiempo pasado, por este presente y por el futuro que nos falta.


Nothing is forever, but we can try. 

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