jueves, 30 de mayo de 2013

Un sueño bajo la tormenta eléctrica.

¿Has pensado que hay un universo paralelo al tuyo? Donde tu contraparte, tu contrario mentalmente pero físicamente igual vive una vida como la tuya; pero por alguna razón él entra a tu mundo y se topan en un mismo lugar, en un mismo tiempo y con la misma dama que está enamorada de uno de ellos.

En una situación donde los dos demostraran y se convertirán en seres iguales, con el mismo objetivo y decididos a entregar más que la vida, frente a frente bajo una luz tenue, un piso de madera y heridas sangrantes imparables. Se verán a los ojos mientras sujetan sus armas y solo podrán disparar una sola bala cada uno, pero ambos con un cuchillo que al final será quien salga con la vida de uno de los dos.

Dos hombres, dos mujeres. Un hombre y su contrario; una mujer y su contraria. Odiados, asesinos todos y entregados por amor.

Uno de los dos hombres tomara la mano de una dama mientras esta en el suelo y con la otra mano  presiona la herida mortal, viéndola con los ojos llenos de lágrimas y diciéndole su amor eterno y profundo, verdadero y dedicado solo a ella muere viéndola y llorando; él sujeto victorioso tomara la vida de la mujer a sus espaldas dejándola con un vahó en los labios y con una lagrima en la mejilla por el hombre muertos en sus brazos. Al darse la vuelta el asesino de la mujer será penetrado por el arma que mato al primer hombre mientras ve a los ojos a la contraria de la dama que muere poco a poco desangrada. Él la besa profundamente como última acción antes de caer en el suelo de madera con los ojos en el techo y ella viéndolo en el suelo, se arrodilla, toma su rostro y lo pone en su pecho esperando que el cuerpo sin vida escuche el corazón herido de la mujer que muere poco a poco por el primer hombre hasta que su cabeza cae y es sostenida por su cuello.

La luz se apaga poco a poco hasta que el foco explota haciendo caer destellos y vidrios al suelo, las luces que entran por las ventanas se detienen y las sobras del cuarto desaparecen. Una tormenta se acerca rápidamente sobre el edificio donde están los cuerpos y poniéndose justo arriba rayos caen hasta el suelo, sin lluvia. Rugen por toda la ciudad estremeciendo a la gente e iluminan cada rincón sin luz.

De la nada una pequeña llama empieza a emergen en la madera del piso, primero rodea el cuarto y consume el piso hacia el centro, donde están los cuatro cuerpos, los dos hombres, las dos mujeres. El humo sale por las ventanas abiertas pero la calidez se acerca más a los cuerpos hasta que llega a ellos y los consume silenciosamente hasta dejar solo cenizas; un rastro de su amor mutuo.


Es hora de despertar y voltearse, abrazas a la mujer que esta de tu lado durmiendo contigo, besarla en la nuca y abrazarla aunque este dormida. Hace frío así que sus cuerpos se calentaran por si solos. Ella despertara y con sus ojos desubicados preguntara que es lo que pasa y tu solo dirás “te extrañe” mientras la vez y la besas tiernamente. Se dará vuelta para ya no darte la espalda y se miraran hasta el amanecer donde el hombre se parara y le hará el desayuno al amor de su vida. Se sentaran en la mesa y con la luz del amanecer entrando por la ventana arriba del lava trastes la mujer preguntara “¿Qué tal la noche?” y para finalizar esta historia el hombre contestara mientras le toma las manos y la ve a los ojos: “Estabas tú y solo eso basta para ser excelente; no solo el sueño, sino mi vida. ¿Te has pensado si hay un universo paralelo al tuyo?”

martes, 21 de mayo de 2013

Un trueno.

Como Zeus sentado en su trono en lo alto de los cielos viendo a los demás dioses jugar con los humanos y satisfacerse con sus diversos placeres del paraíso. Yo te vi, te vi sentada en tu hogar con una lagrima en tus ojos y recorriendo tu mejilla, tus lentas manos paseaban por tu rostro secando los rastros de lástima que mostraban tus labios que temblaban suavemente y tus piernas encogidas tratando de consolarte protegiendo tu corazón y tu alma.

Un ser único; una dama que lloraba por su amor en la lejanía que al mismo tiempo esté deseaba consolarla dándole un beso y diciéndole al oído cuanto la amaba. Su dolor en silencio bajo la luz de su habitación, única iluminación de la oscuridad del cielo infestado por estrellas que la miraban atónitas, sin respuesta y que solo se convertían en testigos de sus lágrimas.

 Enojado por la incapacidad, preocupado por el amor, lastimado por la dama; el dios lanzo a la tierra muestras de poder, energía pura que salía de su palacio atravesando las nubes y llegando al suelo donde los mortales tenían vidas que los dioses envidiaban, ya que ellos sentían, vivían y morían, donde trascendían no por su categoría sino por sus acciones. Zeus celoso busco al amor en la lejanía del reino de la dama y lo encontró viendo al cielo con un rostro de preocupación y sorpresa.

Llamó a Cronos, el dios y dueño del tiempo, y le dio una simple orden. Retroceder y congelar el tiempo para ver la conexión de esos dos humanos. Al ver su historia, sus acciones, sus lágrimas derramadas, sus risas compartidas, su amor entregado y sus roces con el corazón entregado mutuamente; el dios se compadeció y pensativo se acomodo en su trono viendo su paraíso. La pregunta era:

-¿Esto es realmente el paraíso?-

Su esposa Hera se acerco con movimientos seductores y le pregunto qué era lo que sucedía mientras le rozaba la mejilla con sus dedos tan suaves como los que una diosa debe tener. Receloso Zeus se levanto de su lugar y miro a los dos humanos juntos, tomados de la mano en un día cualquiera que habían vivido y con la mano cerrada y contenida de fuerza lanzo a la tierra múltiples iluminaciones del cielo, rayos que estallaron en la Tierra e hicieron captar la atención de la dulce niña que lloraba en su alcoba. Ella sorprendida de los truenos pero asustada de su sonido estruendo roso se encogía en sus piernas.

En ese momento, mientras se iluminaba el cielo le pidió a Cronos que detuviera el tiempo y le diera un momento de la vida de los humanos; complacido por servirle al dios de trueno, detuvo el tiempo en el planeta.

Bajo a la Tierra y tomando la forma y los tamaños de los humanos siendo invisible pronuncio palabras por el oído de la dama.

-Él amor a la lejanía te manda truenos para que lo recuerdes, es su naturaleza, su amor puro como la misma energía de los rayos que tiene para ti; puro y entregado a tu placer. Su sonido es una palabra de amor que entra por tus oídos, palabra que él te expresa, palabra que solo él te dice, palabra que es toda tuya. Tu lo iluminas y escucha tu corazón palpitar sin importar la lejanía y él te responde con un beso de ternura y una caricia que yo te hago llegar ahora. Los dos, simples humanos, su amor es envidiado por nosotros los dioses.-

Después de tales palabras, regreso a su cielo y restauro el tiempo. Su conexión era tan poderosa que el hombre sintió un alivio y sonrío al cielo como muestra de agradecimiento y aun en la distancia sintió el respirar de su dama que veía los truenos que él le mandaba para ser recordado junto con su amor eterno; solo para ella que dejaba de llorar y ya no temía a la naturaleza del amor puro que recibía del cielo.

sábado, 18 de mayo de 2013

A punto de los 19.


Son ahora las 12:44 de la noche o de la mañana siguiente de un sábado.

Cosas malas nos pasan y malvados nos volvemos, no esperamos ver que la gente nos entregue su amor, cariño o muestras de afecto. Rotos en nuestro interior nunca pensamos en causar una sonrisa o en alegría a los demás; no conocemos esos sentimientos de verdad o los evadimos porque resulta todo un dilema para nuestras mentes.

Nunca pensé salvar cuatro vidas, nunca pensé recibir una sonrisa de una niña o de un niño desconocida; nunca pensé recibir tanto afecto de una persona.

Estoy a punto de cumplir diecinueve años y aun me comporto como si tuviera quince o menos. Inmaduro, tonto, impulsivo, celoso y con graves problemas en la cabeza. No me quejo, simplemente esa es mi situación y así soy, no pienso cambiar.

He cambiado, me han cambiado. Ser más humano y más abierto a mis sentimientos.

Ahora muero de sueño pero nada he cambiado, no he cambiado; sigo siendo el mismo. La persona que habla de la religión como una política, el sujeto que habla de la política como un juego de creencias. La sexualidad como un dulce y la muerte como tema de kínder. Que ve la sangre como un vaso de leche y que siente la muerte como el respirar. Siempre voy a ser así pero no siempre fui como ahora.

Lloro por la envidia de la sociedad, por su egoísmo y por su malestar hacia los otros seres vivos. Un día viendo por la ventana me pregunte “¿porqué estoy tan sensible?”.

Me da coraje como es el ser humano por naturaleza poniéndose límites, barreras y viendo como hace más difícil su propio avance.

¿Acaso soy demasiado ambicioso, necio y extraño? Poco me interesa la respuesta, porque sé que es afirmativa.

A punto de cumplir diecinueve años y aun tengo muchas cosas que aprender, muchas cosas que vivir, llorar y hacerme enojar. Estoy ansioso y temeroso de perderme en el camino, de perder quien soy ahora. Tengo los pies en el suelo y sé que la gente que me rodea me ayudara en eso.




“Tengo que estar de pie para saber quien soy en realidad.”

sábado, 11 de mayo de 2013

Te vi y te vuelvo a ver.


Hoy mis rayos no lograron dar el siguiente paso; uno que los catapultaría a la gran final donde disputarían el ascenso al máximo circuito del futbol mexicano ante el equipo de la Piedad, nuestros verdugos; Toros Neza.
He recibido ofensas, críticas e insultos hacia mi equipo de familiares, amigos y desconocidos. Es el ser parte de un equipo no popular, ser parte de un equipo diferente.

Todo puede pasar, todo nos puede suceder pero jamás dejare de ser un personaje diferente el que le va a un equipo diferente; que te ilusiona y decepciona.

Fuerza Rayos hasta el fin. Te espero el próximo año para que nos toque a nosotros levantar la copa y regresar como el equipo legendario que éramos. El único campeonísimo contra el Santos de Brasil y del rey Pelé. El único tricampeón. Los rayos respetados, los únicos.

Te amo Necaxa.