miércoles, 12 de diciembre de 2012

En el desierto de tu corazón.


Miro a mi alrededor y el atardecer cae sobre mis hombros, un color naranjado aparece en todo el cielo mientras se mezcla con un tono azul de un océano sobre nosotros.

Camino sobre la yerba seca de la pradera y se escucha en crujir de las hojas sobre mis pies. Mis piernas son lentas y el aire corre rápidamente sobre mi cabello, el frio me acaricia y me toma como suyo mientras mi mente está en otro lado. Está acariciando la mejilla, besando los labios y sintiendo el corazón de otra persona a kilómetros de distancia, su calor contagia a mi cuerpo y mi sangre corre agitada por la emoción de sentir el amor a distancia.

Me siento en la banqueta y observo el ahora tono oscuro del cielo, siento una gota caer por mi mejilla y después humedecer mi entorno, la lluvia cae incesante moviéndose con el viento y siento su mano pasar rostro. Me roba l vaho de mi aliento mientras yo hipnotizado ruego porque se quede tratándola de sujetar aunque ahora solo este hecha de gotas de lluvia. Veo el contorno de su hermosa cara y sus ojos oscuros me observan con ternura.

Trato de no soltarla y me arrodillo sobre agua que cae de arriba abajo. La veo parada en frente de mi, invitándome a pararme y hasta que lo hago siento una ola de calor que nos rodea. A nuestro alrededor cae lluvia y nosotros estamos secos, como si estuviéramos debajo de un techo.

La veo perfectamente, su cabello, sus ojos, sus labios seductores, su cuerpo perfecto. Lentamente nos unimos en un beso que devuelve la lluvia sobre nosotros humedeciendo nuestro amor, nuestra pasión, nuestras manos exploradoras, etc.

Se escucha el agua cae del maravilloso cielo que nos rodea, al que nuestros cuerpos pertenecen y en el que nuestras almas desean estar. Nuestro cuerpo infunde calor y lujuria, nuestras miradas expresan amor y pasión, nuestros corazones corren unidos a toda velocidad por un camino en que en estos momentos no conocen si tiene final.

Dentro de la oscuridad de nuestro beso bajo la lluvia veo colores ir y venir de arriba abajo, de derecha a izquierda, acercarse y alejarse y lo único que hacen es expresar todo lo que pasa por mi mente al besarte. Un caos de colores y sensaciones hermosas.

El ruido de la calle vacía es evidente y el de nuestros labios chocar es imponente. En segundo plano esta la lluvia que cae sobre nuestras cabezas enfriándolas apresuradamente antes de que abran fuego contra todo e incendien todo a su paso.

Abro los parpados y estoy solo. Para de llover y mi cansancio me invade, doy un suspiro y sale el calor ardiente de mi cuerpo. Vuelvo a mirar al horizonte y el color oscuro ahora desaparece y unos rayos de luz naranja ahora se contagian en el cielo.

Camino hacia donde surge esa luz en lo alto y la tomo de la mano, me acompaña en mi camino bajo el mismo cielo aun estando a kilómetros de distancia. No la puedo ver pero si sentir dentro de mi corazón, no es suficiente pero para eso camino en esta vida, para volverla a ver, para volverla a sentir, para volverla a ver y decirle cuanto la amo una y otra vez.

La quiero invitar a donde yo vaya y pedirle que se quede conmigo a donde vayamos a pesar de las dificultades, a pesar de todo; solo ser felices los dos solos.



“Hoy está la llama más fuerte que nunca, a kilómetros de distancia pero bajo el mismo cielo. Te extraño como no tienes idea y te amo como no te lo puedes imaginar”

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