lunes, 25 de febrero de 2013

Cazado. Parte 4


-La amo, por favor no le hagan daño- Mi voz mostraba lastima y preocupación; no mentía acerca de lo que sentía solo que necesitaba mostrar algo que muy pocas veces lo hago y en esas ocasiones estoy con mi amada. Necesitaba despertar la ira de aquella mujer enamorada de mi, que sintiera la furia nacer de su corazón y que recorriera por todo su cuerpo hasta que la adrenalina la cegara y echara todo a perder. Tenía que sacar todo lo que sentía acerca de mi novia y futura esposa o ese era el plan ya que aun no estaba seguro de que iba a salir vivo de ahí, eso esperaba ya que quería volverla a ver antes de que me terminara de desangrar, no faltaba mucho para eso. El cuerpo no tenia energía y había dejado de sentir mis extremidades, la visión era borrosa, me costaba hablar con claridad y sostener mi rostro; no podía caer noqueado, tenía que aguantar.

-Por favor, la amo tanto. Es lo único que tengo en la vida, el único sentimiento que en verdad siento, es la persona que me ha guiado y me ha enseñado que no toda la gente es mala; me ayudo a salir del agujero en el que estaba, me ha ayudado a superar todo lo que me ha pasado y siempre ha estado presente. Por favor… la amo tanto- Las lagrimas empezaban a salir de mi rostro, eso era real y verdadero.
No sabían qué hacer, se veían con preocupación y duda hasta que uno de ellos; el que estaba tatuado empezó a gritar desesperadamente.

-No puedes amar a nadie, eres un asesino como nosotros. Lo que sientes es solo una mentira, una necesidad que tu cuerpo necesita para palpitar pero en un momento dado también la mataras y sabes que es verdad. No puedes evitarlo, eres el asesino perfecto, eres un dios; los dioses no aman solo descargan su ira en los humanos. Nosotros somos tus súbditos, te pertenecemos y nos perteneces y… y… no puedes amar. La vas a matar también, quieres sentir su sangre correr por tus manos mientras llora preguntándose qué fue lo que paso, que era lo que estaba mal; pero solo era una ciega al ver que siempre estuvo en tu mente envolverla en plástico, colgarla y con un tajo cortarle la yugular o penetrar su corazón- se acerco a mi rápidamente y me tomo del cuello ahogándome- La amas porque es tu mayor trofeo y va a ser tu mejor asesinato, solo estas esperando- Me soltó del rostro y empecé a recobrar la conciencia, esas palabras, no lo sé… podían ser ciertas o no pero… me habían animado, revivido y sabía porque, habían llamado mi atención y ahora empezaba a pensar en que todo era cierto, que eso era lo que estaba esperando, que en verdad no podía amar a nadie y solo era una ilusión de mi mente para sobrevivir.

Seguía en mi mente pensando en el silencio del bosque hasta que mi predilecta salvadora comenzó a expulsar palabras rápidamente:

-¿La amas? ¿Amas a alguien que no sea yo? ¿Amas a esa, común? ¿Amas a ese ser ordinario que se ha convertido en un borrego en el que tu eres el lobo? ¿No me amas a mí? ¡Cómo te atreves! -empezando con un tono bajo hasta el punto de gritar y soltar una carrera hasta mi persona para tomarme del cuello hablarme al oído –Yo soy como tú, esa cualquiera no puede contigo, eres mucha pieza para ella. Yo soy tu pareja, fuimos creados con el mismo propósito, matar y vivir juntos hasta que la vida nos consuma- Con su otra mano empezó a rosar mi mejilla- Tu y yo, piénsalo; yo te amo como eres y se quién eres en verdad, ella no ve detrás de la máscara, yo sé cosas de ti que te sorprenderían. Sería tu futura esposa, solos tu y yo- Termino de hablar y me beso la mejilla con ternura.

Alce la cara y la vi directamente a los ojos, en ese momento su sonrisa cambio y se volvió seria, veía lo que tenía en mente y en realidad como era. Nunca me había sentido así, nunca mi cuerpo había respondido de esa manera, jamás me imagine tener esa fuerza que ahora se convertía en odio, en furia y sobre todo… en venganza. Se alejo de mi atemorizada y al final solo dije:

-Espero que jamás me sueltes y que me tengas que matar en este momento, porque te voy a matar tan dulcemente que ni en tus peores pesadillas lo habrás pensado. Estas muerta desde este momento.- mi corazón se revolucionaba, pedía a gritos hablar y soltarse para comenzar a sentir el éxtasis y expulsar la adrenalina que me tensaba los músculos aun con poca sangre para responder- Amo a mi novia, a mi mejor amiga, a mi amante, a mi futura esposa, a mi próxima asesina. Tu, tu estas muerta y mi respiración en mi cuello será lo último que sentirás antes de seas convertida en nada-

Caminaba son pasos pequeños hacia atrás, sus ojos estaba abiertos como platos y su boca trataba de decir algo pero no podía, jamás iba a poder volver a hablar sin embargo su reacción continua fue…

-¡Como te atreves!- Dijo el líder arrebatándole el cuchillo al sujeto tatuado empezó a correr hacia mí, se movía raídamente y yo con un movimiento de brazos, usando mi última fuerza me alce y con los brazos protegiéndome el pecho me cubrí hasta que abanico el cuchillo y cortando primero la cuerda de la que estaba detrás alcanzo a cortar un costado de mi cuello. Caí sin preámbulo a la Tierra sucia empezándome a desangrar con velocidad, separe mis brazos y sentí como la sangre salía de mi cuello, era una cortada profunda y si quería salir vio tenía que ser rápido y esperar que Pame no tardara en llegar, ahora la necesitaba más a mi lado que nunca; en realidad la amaba y por ella iba a salir vivo o por lo menos victorioso.

No muy lejos de ese lugar mi amada había encontrado mi auto estacionado y se había parado cerca de él, se había bajado del carro y empezaba a buscar algún indicio de mi presencia, alcanzo a ver unas luces prendidas de una choza a unos kilómetros de distancia y el ruido parecido de unos gritos aun mas lejos de ese lugar.

Un par de gritos se escucharon de las personas paradas y jamás me sentí tan más vivo. Tome una piedra del suelo y la lance al líder golpeándolo en la cabeza haciendo que cayera al suelo inconsciente. Como pude me abalance a él, volví a tomar la piedra y lo volví a golpear en la cabeza destrozándole el cráneo, le arrebate el cuchillo, corte la soga de las piernas y como pude me levante tambaleante.

Estaban atónitos, aterrados de ver a su supuesto dios levantarse del suelo mientras sangraba como un humano y verlos de reojo pero profundamente “estaban acabados” era lo único que podía pensar.

El hombre que se había visto discreto corrió hacia mí con el cuchillo en frente de él como un caballero montado en su caballo esperando que acertara en su impacto, gran error. Con un movimiento de cadera su cuchillo pasó cerca de mi rostro pero lo que me permitió tomar el mío con fuerza y clavarlo en la parte baja de su mandíbula atravesando la piel, los músculos, la lengua y parte del paladar. Lo tome del brazo donde tenía el cuchillo aun con algo de fuerza y doble su brazo para que sus propias manos se lo clavaran en el corazón mientras yo ejercía fuerza y soltaba un grito como un peleador terminando con su contrincante. Lo mire a los ojos y él quiso parpadear pero ya no tuvo vida para hacerlo. Lo deje caer al suelo mientras que la sangre empezaba a absorber su sangre y la mía.

Volví a ver a los dos personajes que aun estaba de pie, ella empezaba a llorar y a querer volver a gritar pero jamás pensó lo que vería y menos lo que diría yo:

-Les aseguro que aun sigue vivo- Los dos se palidecieron aun más- Ahora sigue tu tatuado- Este trago saliva y trato de recuperar la compostura colocándose en posición de combate, este tenía más idea de lo que hacía. Nos quedamos parados hasta que brinco y moviendo el cuchillo de un lado a otro comenzó a tratar de matarme. Las piernas empezaban a doblárseme y la vista perdía esa vida que había recuperado y con un movimiento lento y tonto trate de córtalo pero lo único que logre fue que él lo hiciera haciéndome una cortada de mi hombro izquierdo a mi última costilla en diagonal, era solo una cortada, pero me advertía que debía tener cuidado.


Mi amada se movía en la oscuridad de la ahora madrugada entre los árboles tratando de llegar a los la casa hasta que un destello le llamo la atención y decidió cambiar de rumbo y mejor caminar a ella, era mi lámpara que nos alumbraba luchando. Trato de seguir moviéndose con velocidad hasta que tropezó y cayó en un charco maldiciéndolo y haciendo ruido en el silencio; un ruido que en una noche así cualquiera oiría.

El hombre dejo de mover el cuchillo y giro el cuello para ver qué era lo que se había oído no muy lejos de ahí; imbécil. Con el antebrazo lo tome del cuello y este reacciono soltando el cuchillo y poniendo sus manos en mi brazo tratando de alejarme, tenía más fuerza que yo pero aun así le dije al oído.

-Jamás le pierdas la vista a tu rival, eres un mal aprendiz mi estúpido amigo- Y con mi mano que sostenía el cuchillo lo clave en su espalda girándolo con brusquedad y sacándolo de nuevo para volverlo a meter y sacar y así sucesivamente, expulsaba sangre a chorros manchándome todo lo que restaba de mi persona desnuda y llenaba el suelo de un tono rojo con café. Lo seguí haciendo hasta que sus manos dejaron de  oponerse y cayeron a sus costados al mismo tiempo que su cuerpo se desvanecía en el suelo, lo vi a los ojos y estos ya no tenían color; al final lo deje caer de frente, tenía la espalda hecha un desastre, antes me hubiera disgustado ver tanto desastre pero ahora no me importaba.

Alce la vista y la vi temblando bajo de un árbol llorando de miedo, era su turno y ella lo sabía. Me agache para tomar el cuchillo que estaba en el suelo, este era más grande y me permitiría hacer aun más cosas, pero con ese movimiento cometí mi propio error; la deje de ver. De algún modo había sacado una pistola y cuando me reincorpore tiro del gatillo. El sonido dejo sordo al bosque y a todos los que estaban en él, caí al suelo y sentí la perforación redonda sobre mi pecho, si no salía de ahí rápido iba a morir en cuestión de minutos, coloque mi cabeza en la tierra y gire el cuello y la vi escondida entre los arbustos viendo todo, viéndome caer casi muerto. Alce mi brazo e hice una señal de que guardara silencio y de que se fuera, pero también trate de decir que la amaba, que la amaba no por quererla matar, sino porque quería estar con ella; que quería pasar mi vida a su lado, que jamás me iría de su lado, que siempre la iba a tomar de la mano, que siempre le iba a decir lo hermosa que estaba, que quería que tuviéramos hijos, que cuanto la amaba por la persona que era, que ella si me conocía, que era la única que lo hacía pero solo pude verla desaparecer entre la oscuridad de la noche; la amaba.


Ella vio todo, vio como clavaba al hombre por la espalda, como disfrutaba de ese momento, como perdía la vida el hombre y caía muerto; vio mi rostro, mis expresiones, mis sensaciones, me vio como en realidad era.

También observo como la mujer sacaba un arma de su pierna y me apuntaba, observo cómo me agachaba y como recibía el impacto que me dejaría en el suelo y al final vería todo lo que quería decirle en esos momentos y aun más; vi mi amor a ella, vi que era verdadero y vio como cerraba mis ojos lentamente.

Agacho la mirada mientras escondida de los arbustos lloraba en silencio tratando de gritar y de poder hacer algo, pero solo pensaba en la venganza y en que le quería hacer daño a aquella mujer que se había atrevido a dispararle a su esposo y sin aun saber si ella también me había hecho tantas cortadas, dentro de su ser nació la sensación de asesinar aunque sea por un momento.

Alzo la cara y camino por detrás del árbol en el que estaba la mujer aun llorando y recuperándose de ver lo que acababa de presenciar, tomo una cuerda del piso y decidida se paro detrás de la mujer de cabello corto, tomo la cuerda con ambas manos y la paso sigilosamente por enfrente de su cara y jalo. Lloraba mientras lo hacía y gritaba maldiciones a la mujer que estaba estrangulando; esta se movió zafándose de la cuerda y soltando un tosido, quiso tomar la pistola que estaba su lado pero Pame la empujo tirándola al suelo de espaldas y con cuchillo en mano lo clavo en el pecho de la mujer, esta alcanzo a gritar algo pero mi amada tenía todo su peso sobre el cuchillo que ahora perforaba más que las arterias del corazón sino parte de los nervios de la columna.

Gritaba con furia, con enojo y lloraba por amor mientras trataba de pensar en lo que había visto y en un momento vio mi cuerpo tirado en el suelo y empujo con aun más fuerza hasta que al final vio a la mujer debajo de ella viéndola con terror y acercándose a su cuerpo ahora bañado en sangre le grito:

-¡Es mío y de nadie más! ¡Yo le pertenezco y él me pertenece maldita! ¡Muérete perra!- Alcanzo a oír y cayó muerta con los ojos abiertos y con la cara recostada a un lado.

Después de minutos dejo el cuchillo manchado de sangre y se puso de pie rápidamente para sentarse a mi lado a llorar y a decirme cuanto me amaba y cuanto quería que tratara de seguir con vida, que luchara para abrir los ojos y verla de nuevo para besarla, abrazarla y decirle cuanto le amaba, que en verdad era el amor de mi vida, que quería una familia a su lado, que quería envejecer a su lado y que jamás me iría, que era solo suyo. Solo que en ese momento no paso nada de mi parte.



























Estaba en un cuarto de hospital cuando volví a abrir los ojos, las cortinas estaban cerradas y la televisión apagada, unas flores estaba en una mesa cerca de mi cama, se escuchaba el sonido molesto de las maquinas a mi alrededor  y una persona estaba sujeta de mi mano agarrándole con fuerza. La vi y ella me vio, no sabía que decirle y solo podía recordar la última vez que la vi bajo los arbustos; traía la misma ropa puesta que aquella noche.

No pude decir nada y cuando tuve la fuerza necesaria para hacerlo me callo con su otra mano en mis labios y dijo:

-Espera- dijo con voz pasiva-No tienes que hablar ahora, nunca más vas a tener que hablar de esto de nuevo… sé lo que eres y lo que haces pero por ahora solo quiero que me beses como lo hubieras querido hacer aquella noche. Te amo y jamás lo dejare de hacer sin importar lo que pase por mente o corazón; eres mío, yo soy tuya y esto es…-

Me incline y la bese en los labios como ella me dijo que lo hiciera, como hubiera querido hacerlo en la noche que morí y ahora que volvía a nacer. Sabía quién era, pero eso no me importaba, nunca lo hará. La amo.






domingo, 24 de febrero de 2013

Cazado. Parte 3


-Quiero un beso de él- Sus ojos mostraban su deseo y las ganas de hacerlo, no era algo normal. Su ansiedad, su pasión, su lujuria salía a relucir en esos momentos al igual que mostraba todos sus males, todo lo que estaba mal en ella.

No me podía negar a eso, tenía que hacer tiempo para pensar y aplazar todo lo que tenían planeado hacer. No tenía de otra que aceptar de mala gana su confesión y lo que estaba a punto de hacer; mis expresiones no mostraban sentimientos, solo ella sonreía maliciosamente intentando sacarme una sonrisa también o eso creía.

Se hiso el silencio entre las demás personas y solo se hicieron a un lado para que ella pudiera pasar y pararse enfrente de mí para hacerlo; y así fue. Su caminar fue lento pero preciso, seguro de sí misma y sin dudar, no tropezó ni vio por donde caminaba; solo me veía a mí y a nadie más. En esos momentos lo que más quería era soltarme y hacer algo, quería matarlos a todos por lo que estaban haciendo.

Se detuvo y se puso de puntitas para poderme alcanzar; sentí su presencia, olí su aroma y como una brisa en contra la sentí muy cerca de mis labios. Sus ojos estaban lo más cerca de mi sin que me tocara hasta que lentamente lo empezó a hacer, se empezó a acercar y a cerrar los ojos segura de que no me iba a soltar, de que no iba a tomar el cuchillo y de no la iba a matar en esos momentos.

Sus labios empezaron rozando los míos y terminaron completamente junto a los míos. Ella inclino la cabeza y cerró los ojos, con sus manos empezó a recorrer mi cuerpo hasta sujetarme de la parte de atrás de la cara y con sus dedos aferrase de mi cabello. En ningún momento cerre los ojos, en ningún momento lo disfrute, en ningún momento deje de ver como los otros tres sujetos me veían ansiosos de empezar su obra maestra; su iniciación.

Después de varios minutos dejo de besarme y se alejo lentamente, dejo de estar de puntitas y volvió a abrir los ojos; aun no estaba satisfecha aunque haya suspirado, aun sus ojos esperaban más, querían mas.

-Yo te hare mío, ya eres mío- Fue lo primero que dijo antes de que se diera la vuelta extendiera su mano y tomara un cuchillo de un tamaño pequeño. Me volvió a ver y empezó a pasar el filo por mi abdomen hasta llegar a mi costado izquierdo, debajo de mis costillas y empezarlo a enterrar lentamente, con suavidad, disfrutando del momento, respirando a mil por hora, sintiendo al corazón palpitar aceleradamente, sin cerrar los ojos  y sin dejarme de ver.

Sentía como el frío metal entraba por mi costado, como el calor de mi cuerpo salía y como la sangre empezaba a brotar por debajo del cuchillo, cerré los ojos intentando soportar el impacto pero era difícil, no podía pensar en otra cosa que no fuera mi piel ser desgarrada, mi musculo perforado y mi órgano penetrado por un intruso. En mi mente pasaban todas las cosas que había hecho en mi vida, todo lo que había disfrutado; los momentos que había pasado con la persona, con mi amada, su sonrisa, su alegría, su llanto de amor, en ella solamente; fue como ver pasar mi vida frente a mi pero no podía darme por vencido, tenía que salir vivo de ese lugar. Yo no podía terminar así. Solo solté un pequeño sollozo y cerré un momento los ojos.

Cuando volvía a abrir los ojos no pude evitar ver como estaba. Era una imagen aterradora para cualquiera, ver un cuchillo enterrado, ver como se manchaba de tu propia sangre, sentir como este perdía frío y cambiaba su temperatura. Volvió a poner su mano en el mango y lo saco con paciencia; lo estaba disfrutando hasta que saco la punta y de esa empezó a gotear el exceso de sangre que tenía.

Era una cortada en mi cuerpo, era un intruso que había entrado a mi cuerpo sin mi permiso. No podía evitar pensar que para mi desgracia, no era un ataque mortal; quería que viviera, quería hacerme sufrir aun más.

Me volteo a ver de reojo y con una sonrisa me guillo el ojo y me envió un beso. Tenía suerte de que estuviera atado y empezara a sentir un hormigueo en mis piernas. Camino a su lugar inicial y abrazo el cuchillo como si fuera un peluche, disfrutando como se manchaba de mi sangre, misma que estaba por mi pierna y goteaba por mis dedos de los pies.

Después de ella los demás siguieron por todo mi cuerpo, uno tras otro repitiendo lugares. Todos con una sonrisa en el rostro, todos mirándome a los ojos, todos sin dudar, todos penetrando en lugares distintos, todos cerrando los ojos cuando el filo estaba dentro; todos excitados y con una maldita sonrisa en el rostro al sacar el cuchillo y sentir mi sangre por sus manos. Eran como yo en mi primera vez, solo que yo lo pude disfrutar más porque estaba solo.  

Casa cortada fue distinta, cada fisura no era mortal, cada corte me hacía pensar más en mi amada y en mi vida; aun no deseaba la muerte pero estaba cada vez mas agotado, ya no tenía fuerzas y empezaba a sufrir de falta de sangre aunque goteaba poco por cada penetración pero la cantidad de estas aumentaba.

-Creo que es hora de terminar con esto mis hermanos- Dijo en un momento dado el líder. No podía verlos bien, mi vista empezaba a fallar.

-Júntense que los cuatro lo haremos al mismo tiempo, perforaremos el corazón del asesino en serie más grande que ha existido y compartiremos esta gloria para que seamos los mejores. Es hora de terminar con la vida de un ejemplo a seguir, de una leyenda, de un dios entre los humanos- Eran inspiradoras esas palabras, llenas de seguridad y de entusiasmo; era un buen orador.

Se juntaron los cuatro sujetos, caminando a la par y con el cuchillo en la mano derecha se empezaron a acercar hasta que sentí su respiración en mi cuello. Todo fue muy lento, alzaron sus cuchillos como espadas y sus puntas las pusieron en frente de mi corazón, sentí como mi corazón las empujaba desesperadamente.

No pude cerrar los ojos ni verlos a los ojos aunque sabía que ellos si lo hacía; solo alce la vista y vi a la Luna estar en lo alto de mí; una lágrima salió de mis ojos. Me podía dar por muerto en esos momentos hasta que de la nada y como si fuera el destino empezó a sonar un teléfono no muy lejos de donde estábamos, del suelo, de mi ropa amontonada; era mi teléfono.

Se detuvieron los cuatro y sin haberlo esperado quitaron el cuchillo de mi piel. No sabían qué hacer y solo se veían entre ellos sin decir ni una palabra hasta que el líder se separo, camino a mi ropa, tomo mis pantalones y saco mi teléfono; vio la pantalla y como un susurro alcanzo a decir:

-¿Quién es Pam?- Me había salvado la vida pero lo más importante ella estaba a salvo, no sabían de ella.
Pulso la tecla para contestar y puso el altavoz.

-Bueno, bueno…-

Sin dudarlo empecé a gritar:

-¡Kilometro 45, México-Toluca, pasando La Pila, rápido. Te amo!- Eso me daría tiempo y una idea. Tenía aun esperanza de salir de esa situación y sabía cómo y quién me iba a ayudar; esa persona iba a ser impulsiva a sus sentimientos; todos ya estaban bloqueados, ya no sabía qué hacer. Era mi turno de jugar y pensé “Gracias Pame, me has salvado la vida”

Lance un suspiro y con una sonrisa empecé a decir:

viernes, 22 de febrero de 2013

Tan suave como una llama.


Aun siendo una ejemplo a seguir, aun ejemplificando la belleza de este planeta, aun teniendo el don de la vida, aun siendo tan violentas como los del sexo contrario, aun siendo rudas y fuertes; son lo más hermoso que hay en este planeta.

No se puede medir la belleza ni lo no tan bello, solo hay opiniones acerca pero jamás ninguna dejara de ser hermosa. No por sus ojos, no por su tipo de cabello, no por su complexión física, ni mucho menos por su estatus social; solo por el ser que vive dentro de esa persona.

El carisma, la inteligencia, la actitud, la personalidad, su valentía, su fuerza, sus ánimos; eso es lo que es hermoso de ella.

Sus celos, su furia, su enojo, su rabia, sus gritos, su violencia; es lo que cautiva de ella.

Sus ojos rasgados, su cabello lacio y algo rebelde, su nariz pequeña y sus mejillas que le dan un toque de ternura. Ella es hermosa, tierna y lo mejor que pude haber tenido.

Sus dedos pequeños, sus orejas igual de pequeñas, sus labios excitantes y sus pies perfectos. Ella es preciosa, dulce y lo mejor que pude haber tenido.

Su valentía ante todo, su perseverancia por lo que quiere, su carisma inigualable y su inteligencia única. Ella es la mejor persona con la que puedo estar en esta vida.

Sus celos cautivadores, su furia ante la inequidad, su enojo por lo malo y sus tiernos berrinches. Jamás me podre separa de ella, podría hacer lo que sea y decir lo que sea; yo la amo y mi corazón palpita por ella.

Una vela es pasiva y quieta, es encendida y atrae a la vista, genera calor, expulsa un olor atrayente, provoca luz ante la oscuridad y va relajando poco a poco.

La llama baila en el aire su único vals, besa lentamente lo que la toca y acaricia con su calor antes de estar con ella. Una mano la cuida para que no se apague y pueda estar tranquila, la protege de todo mal y procura que está este a gusto sobre el hilo que va consumiendo.

La cera se va derritiendo y cae lentamente, es una lágrima que la llama provoca; su dulzura es inigualable, su calor incomparable, su cuerpo indescriptible y sus sentimientos provocadores. 

“Su voz suena en mi cabeza y la veo en la pantalla mientras sus palabras atraviesan mis oídos y llegan a mi cerebro mandando una señal de relajación a mi cerebro; mi corazón lo siente y se relaja y pide por su presencia aunque bien sabe que a su lado ella está con él”

Uno debe cuidarla y protegerla, sin tratarla con fuerza, violencia u obligándola a algo porque al final su mismo calor quema la piel y lastima y la lastimas. Es tan suave como una llama, tan perfecta como el fuego y tan inigualable como el amor que le tengo.

Soy la mano que pasa por su calor y que la toca tiernamente para que me de felicidad y me corresponda con un calor que jamás podre dejar ir; a la vista el hermosa, de cualquier modo que la veas, es hermosa.
Es una dama, tan humana, sensible y amorosa.

Es una manzana, tan dulce, tan seductora, tan saludable.

Es un amor tan fuerte, tan perseverante, tan hermoso.

Es mi novia y es tan suave como una llama y tan perfecta para mí. Jamás podre pedir más, solo un momento más a su lado para sentir su calor y besar su amor; cuidarla para que no se siente mal y protegerla sin importar nada.

Un año cinco meses, y llama parece como si apenas se acabara de encender, como si fuera el primer día en la banca o la primera cita en el cine o el primer beso bajo la mirada de amigos y maestros en una mañana fría; pero aun más como el “me gustas” bajo el sol y sentados en una grada. Fueron los primeros pero jamás serán los últimos; jamás habrá último; solo uno más, uno único e inigualable, irrepetibles pero si encantadores cada uno.

Te amo y si te digo que quiero estar contigo es porque también te quiero dar calor, felicidad, amor, respeto, fidelidad, paciencia y demás; como lo que tú me das.

Tan única, tan inigualable, tan tu; solo tú.

Te amo, feliz año cinco meses.

lunes, 18 de febrero de 2013

Cazado. Parte 2.


El frío paseaba tranquilamente por mi piel desnuda y recorría todo mi cuerpo de los pies hasta la cabeza. No podía abrir los ojos, estaba mareado y la cabeza me daba vueltas; apenas podía mantenerla alzada antes de que su mismo peso me ganara y cabeceara como un niño que trata de dormir pero se aferra a estar despierto. Trate de separa mis brazos de mi espalda pero estaban amarrados de las muñecas, trate de igual manera separar mis piernas pero estaban igual de amarradas por los tobillos.

Estaba sentado en la Tierra húmeda y se escuchaba el rechinido del plástico cuando me trataba de mover; estaba envuelto en mi mismo plástico, amarrado con mi misma cuerda y sedado con el mismo tranquilizante que usaba. Las personas que estaban haciendo esto sabían lo que hacían, sabían mi método pero sobre todo, sabían quién era y lo que era. Pero en mis pensamientos entro una idea que me aterro y me trato de despertar con poco éxito “¿Serán como yo? ¿Acaso no estaré solo y hay más tipos que buscan lo mismo que yo?”

Volví a caer en sueño y me tire al suelo a causa del peso de mi cuerpo, sentí la tierra recubrir una mitad de mi cara y su gélido frío entrar por mis orejas. Solo escuchaba murmullos y una que otra pisada.


Volví a despertar pero ahora pude abrir los ojos, seguía en el piso en la misma posición y tenia los brazos y piernas entumecidos por el calor y la falta de movimiento al dormir. Alcance a abrir los ojos y vi a las cuatro personas paradas enfrente de mí, mirándome aun con los pasamontañas puestos. Uno de ellos hiso un gesto de afirmación y en seguía otros dos sujetos caminaron hacia mí, me tomaron de los hombros y me pusieron de piel, solo podía estarlo apoyado a ellos. Luego el último sujeto camino detrás de mí y con ayuda de los demás alzaron mis brazos y me levantaron del suelo colgándome al árbol donde antes estaban mis victimas; la pareja y el abogado. Al acordarme de ellos mire al suelo y vi que las fosas ya estaban tapadas “Que gentiles de su parte” pensé antes de volver a caer dormido.


Los brazos me dolían y en las piernas sentía un hormigueo intenso; el estomago y el pecho pedían descansar y la parte del cuello de atrás dolía cuando trataba de subir la cabeza. Alce la cara y decidí no volverme a dormir y abrir bien los ojos. Después de adaptarme a la luz de la noche pude ver con más claridad a las cuatro personas paradas y calladas frente a mí hasta que uno empezó  a hablar:

-Buenos días rey mío. Son las cuatro de la mañana y usted ha dormido por más de tres horas lo que provoca que su cuerpo este agotado para este momento por su posición tan incómoda en la que esta.- Era un hombre, era lo único que podía pensar.

-Usted verá- empezó a hablar otro, también hombre del mismo tamaño o eso parecía- Somos sus más grandes fans y por años le hemos seguido el rastro hasta llegar a este punto. Al fin conocerlo-

-Es un ejemplo a seguir de la organización, astucia, razonamiento y sangre fría que una persona pueda tener; usted es perfecto, es el hombre perfecto, el asesino perfecto- Esa era la voz de una mujer no mayor que todos los demás, como de mi edad.

-Le damos las gracias por habernos enseñado tanto y permitirnos estar en los mismo pisos en los que usted a pisando. Desde el suceso del contador, la prostituta, el carnicero, el comerciante y todos los demás que ha hecho.- Un hombre más.

-Hemos sido más eficaces que la policía, porque nosotros no somos policías. Somos como usted, solo que esta es nuestra primera vez ya que queríamos que usted viera lo que hemos aprendido de usted mi maestro- Maldita sea, me van a matar o eso traman; veremos hasta donde llegan.

Y con un movimiento se quitaron los trapos que cubrían sus rostros y me dejaron ver sus caras. Eran las cuatro personas parecidas a mi edad, tres hombres de complexiones comunes pero con rasgos propios. 

Uno estaba afeitado de la cabeza y tenía un tatuaje en el cuello de una serpiente, otro era pálido, flaco, con el cabello largo curveado de color rojo y una perforación en la nariz como de un buey y el último… el último no tenía tatuajes, ni perforaciones, el cabello corto y sin ninguna cicatriz, era lo más parecido a un hombre normal, como yo.

La chica era de piel clara con cabello corto y negro, una perforación en la fosa nasal izquierda y un tatuaje de una rosa en el cuello, no muy alta pero con ojos azules. No me dejaba de ver a comparación de los demás. Era una mirada intensa pero con una peculiaridad de hablar por sí sola, estaba ansiosa y eso era malo.

Ya que me habían enseñado sus rostros supuse y afirme en mi cabeza que en verdad querían matarme, enseñarme lo aprendido y darme un castigo por mis actos. Solo suspire antes de que volviera a hablar mi idéntico.

-Usted verá, somos sujetos muy parecidos con cosas en común; sufrimos males como usted. Fuimos violados en muchas maneras, recibimos más dolor que los demás, hubo situaciones que nos marcaron y a causa de todo hoy somos lo que somos. Una fraternidad atenta y con una afición de lo más interesante; a usted. Tenemos una segunda vida, somos contadores, comerciantes, tatuadores y vendedores; pero esa es solo la máscara, como la suya ¿Quién diría que un simple ingeniero con una novia espectacular y una vida normal sería el mayor asesino en serie que haya existido? Creo que nadie.-

-Es todo un hombre, pasando desapercibido en la sociedad y siendo ambicioso; ojala todos fueran como tú- Lo dijo la dama con un tono de voz de sumisión, de enamoramiento.

-Si todos fueran como yo; ustedes no existirían ni nadie más. Estaría solo en este planeta ya que todos nos habíamos cazado mutuamente. Ustedes estaría ya muertos- Por fin pude hablar a pesar de mi estado.

-Y por esa razón vamos a hacer esto, si queremos ser los mejores; tenemos que matar al mejor- Y cada quien saco un cuchillo y me lo mostraron. Eran cuchillos perfectos para situación y con diferentes propósitos; habían aprendido bien y desde ahí supe que no solo me iban a matar, sino que harían lo que sea para mantenerme despierto para ver, sentir y degustar cada minuto antes de mi propia muerte. Estaba acabado y es que en serio eran mis más grandes aprendices; pero siempre el maestro sabe más que los demás aunque ahora no me lo creía.

-Y sin más preámbulo empezare por…- Dijo el líder, el que era parecido a mí antes de que la mujer lo interrumpiera.

-Espera, he estado esperado este momento por mucho tiempo y quisiera hacer algo primero. No va a tardar mucho… si es que se deja- Y me miro con ojos de…

“Lo va a hacer ella al final” lo pensé y sabía que sería así. Pero primero quería algo que muy pocos o, mejor dicho, pocas tienen de mi siendo verdadero y solo una mujer es dueña de eso; mi amada.

viernes, 15 de febrero de 2013

Cazado. Parte 1


Eran una pareja envidiable por los demás. Aparentaban tener una relación de lo más amorosa, tenían trabajos excelentes, un hogar lujoso, autos de último modelo y mostraban su amor como si fuera recién aunque ya llevaran años juntos. Un hombre y una mujer de edades muy parecidas en el mismo trabajo, los bienes raíces. Tenían una casa en el bosque en una zona privada y siempre pasaban los fines de semana ahí, disfrutando de la soledad y haciendo cosas que en una ciudad no se podría por la ética. También tenían algo en común, eran buenos convenciendo gente para al final estafarla y dejar a diversas familias en la bancarrota total y por causa de eso y la falta de oportunidades de trabajo, una familia estable hasta que conoció a nuestra pareja se vuelve fracturada dejando familiares en prisión e hijos abandonados por las mismas necesidades; de igual manera ya también había costado vidas humanas por medio del suicidio o el crimen organizado.

No tenían remordimiento alguno aun sabiendo lo que causaban, lo peor era que disfrutaban de esa agonía y disfrutaban ver como se desmoronaban poco a poco hasta caer en lo más bajo; cuando trataban de levantarse ellos lo impedían dejándolos peor que al principio. Eran una pareja que causaban mal a las demás personas que se les atravesaban.

Hoy es sábado por la noche, un fin de semana en su cabaña, el último fin de semana en su cabaña. Seguirlos no fue difícil, encontrar la cabaña menos, dejarlos solos dentro de su hogar y esperar afuera fue más que premeditado; solo faltaba esperar el momento adecuado.

Llevaba todo mi material listo, hoy iba a ser algo diferente que las otras veces; quería sentir la naturaleza en mi acto por eso dos días antes no muy lejos de la cabaña había cavado tres fosas de tres metros de profundidad, una para el esposo, una para la dama y la tercera para el abogado del diablo que los ayudaba a estafar a las familias y a hundirlos hasta la desesperación; a él solo le interesaba el dinero y mientras más destruía a la familia mas pagos recibía; sin embargo era el mejor abogado que alguien pudiera tener, pero tenía un defecto; le gustaba el alcohol y vivía solo.

A él un día antes había ido a su hogar con una botella de vino blanco fundamentando que era uno de sus mayores aficionados y que quería aprender de él, dándole el licor y después invitándolo a un bar; salimos hasta muy noche donde solo él estaba en mal estado, lo que me facilito las cosas y lo logre mantener inconsciente y sumido en drogas para dormir por unas horas hasta la noche del sábado. Ahora lo tenía en la cajuela de mi auto.

Fue hasta la media noche cuando después de una noche llena de gritos de pasión y lujuria salió el esposo de la casa a prender el tanque de gas para tomar un baño. Estaba semidesnudo, lo que le agradecí y con movimientos lentos salí de entre la maleza del bosque y lo ataque por la espalda cubriéndole la boca y nariz con un somnífero cayendo a los pocos segundos dormido. Lo arrastre hasta cubrirlo con arbustos y espere unos minutos a que la esposa también saliera para ver que había pasado con el agua caliente; hice lo mismo con ella, solo que giro antes de tiempo y mientras me veía caía en el sueño que duraría por lo menos dos horas, tiempo suficiente.

Con cuidado de no dejar huellas en la tierra mojada arrastre los dos cuerpos hasta donde estaban situadas las fosas y también con mucho cuidado saque el cuerpo del abogado del maletero y lo lleve al mismo lugar.

Había cubierto los agujeros con una manta de camuflaje para evitar sospechas y que se volvieran a llenar de tierra. Había escogido de igual manera ese lugar en especifico del bosque porque había un tronco caído lo suficientemente fuerte para aguantar cinco personas arriba de él; solo necesitaba que fueran tres y por unos minutos. Debajo del tronco que estaba como a dos metros sobre el suelo estaban los agujeros donde se depositarían los cuerpos ya sin vida y se recubrirían para que la naturaleza hiciera su parte.

Desnude los tres cuerpos, los colgué de los brazos al tronco y los cubrí de plástico para cocinar, no quería que hubieran marcas de sangre; además la tierra estaba mojada, si una gota callera iba a ser absorbida y desaparecería, solo un sabueso experimentado podría encontrar los cuerpos ya bajo tierra pero además ¿Quién buscaría a una pareja que había destruido a varias familias y salido impunes por la culpa de un abogado que además de tener enemigos era solo un hombre de intereses? Sus acciones estaban de mi lado.

A la media hora de haberlos colgado y recubierto despertaron en lapsos de cinco minutos; todo estaba a mi favor hoy, A penas podían hablar y ver pero sus sentidos estaban más que amplificados y sus sensaciones estaban en el límite, lo que ayudaría a entender mi punto de que sintieran el dolor de las personas a las que había lastimado. Además podría gritar lo que quisieran, nadie los escucharía; el bosque estaba sordo.

-Mis queridos culpables, el día de hoy estamos aquí presentes para quitar tres vidas que han sido vistas por los cargos de extorción, asesinato en primer y segundo grado y por el crimen más grande de todos, causar el mal público a inocentes. Su condena, la muerte vista de un lado natural; ya saben con lo del calentamiento global y todo eso, hay que ayudar a la tierra y que mejor con abono natural- Hablaba y caminaba de derecha a izquierda mientras ellos gritaban incesantemente por sus vidas.

-¡Ayuda! Quien sea, ayúdenos-

-Lo siento pero esto también fue su culpa, ¿Para que escogen una cabaña en medio de la nada? Eso se los tengo que agradecer-

 -¡Ayuda! Quien sea, ayúdenos-

-Y sin más preámbulos les explicare como va a ser el proceso de condena. Primero matare al abogado, luego a la esposa y al final al esposo; no creo que quieran saber cómo va a ser que les voy a quitar sus vidas. Solo podrán suponer que ya cuando estén sin vida cortare la soga que los une al árbol y caerán a sus respectivas fosas, serán recubiertos con kilos de tierra y después las bacterias e insectos penetraran los plásticos terminando de hacer mi trabajo. Por cierto, nadie los encontrara.-

-¡Ayuda! Quien sea, ayúdenos-

-¿Alguna duda?- Creo que con eso me pase de sarcástico pensé.

-¡Ayuda! Quien sea, ayúdenos-

-En ese caso empecemos-

Cuando di el primer paso moviendo mi cuchillo alguien más lo dio, hojas en un punto diferente pero no muy lejos crujieron y siguieron haciéndolo, alguien estaba caminando a mi dirección a gran velocidad. Gire sobre mi eje tratando ver algo, estaba demasiado oscuro y lo único que se veía con claridad era el cuadro en el que estábamos a causa de una lámpara que había puesto. Me adentre al bosque un poco tratando de identificar de donde se oían los pasos, pero eran demasiados, al menos de cuatro o cinco personas hasta que se callaron, seguí tratando de ver algo pero aun nada. Escuche un grito ahogado de la mujer y regrese lo más rápido posible a donde están los cuerpos colgados, tropecé un par de veces hasta que al fin vi algo que me dejo sin palabras; algo que jamás había visto en mi vida y que nunca me había ni siquiera pensado.

Detrás de cada cuerpo colgado había una persona escondida con una mano sujetando el cuello y con la otra empuñando un cuchillo en donde la punta estaba en la boca del estomago y como si les hubieran dado una orden, de manera simultánea cada persona clavo el cuchillo en el cuerpo de su colgado haciendo que gritaran de dolor mientras se retorcían. Después de eso, volvieron a sacar el cuchillo de manera simultánea y cortaron las cuerdas haciendo que los cuerpos aun con vida cayeran a los agujeros.

Tenían los rostros tapados con pasa montañas y usaban ropa oscura y holgada, no podía identificar si eran hombres o mujeres, pero los tres me veían profundamente y sin preverlo ni escucharlo una mano paso por mi nariz y boca con la misma táctica que yo usaba para sedar a mis victimas, ahora yo era el que estaba siendo sedado y sabía que no podía hacer nada en esa posición; por algo la usaba, era efectiva.

La vista se me nublo y sentí como las piernas se me doblaban tirándome al suelo exhausto. Lo último que vi fue a una persona cuarta persona sobre mí con la misma ropa y vestimenta y lo último que dije fue:

-¿Quiénes son?-

jueves, 14 de febrero de 2013

Sin un corazón en un cuerpo con vida. Parte 2. Especial del 14 de Febrero.


Hoy es 14 de febrero, que maldita ironía. Vivir en un mundo de perfecciones en uno de los días más materialistas del planeta; donde se respira un ambiente empalagoso y rodeado de gente que además que sonríe siempre; tratando de expresar un sentimiento que no debe existir solo en este día sino en todo el año y yo un ser extraño sin corazón y con sentimientos nulos, es un día común y corriente hasta que llega la noche, el momento que mas disfruto todos los días desde que no tengo mi maquina motriz en mi cuerpo. Ya sabrán porque.

Esperaba algo extraordinario en la universidad donde estudio, lleno de flores, regalos y globos coloridos con frases trilladas y exageradas; para mi desgracia mi decepción fue evidente, no fue como me lo esperaba. Solo eran contadas las personas que traían globos, flores y regalos que les habían regalado o que iban a regalar ¿es qué estos seres disque perfectos tienen un defecto? Tal vez a pesar de su falsa sonrisa, sus falsas amistades y comentarios y su falsa perfección, están vacios por dentro, tal vez ellos están peor que yo ya que mi falta de órgano es evidente pero ellos lo esconden tras una fachada de felicidad; mejor dicho y para explicarlo mejor viven en un mundo de hipo cridad. Pero de nuevo me equivocaba, por dios estas en la universidad, los regalos y detalles quedaron en el pasado y lo de ahora es “vamos a la peda mas tarde ¿no?” y “la party va a estar sabrosa”. Creo que el romanticismo por aquí ya no existe y ahora es cosa de ver quien termina más cuerdo en la noche y con más mujeres besadas en todo el día. Odio este mundo perfecto. En serio espero la noche con ansia.

A lo lejos de mi salón de clases donde estaba haciendo un examen que pronostico perfecto se escuchaba una banda tocar canciones para bailar sin caer en la salsa ni la cumbia. Mi profesor estaba enojado hasta que se les fue la luz y su sonrisa cocida creció más de lo normal alzando los brazos victorioso por los ruidos desagradable para él. No tocaban mal la “Agrupación Cariño” pero tampoco bien, solo tocaban. Ya quiero que sea de noche para escuchar mi música, ya entenderán.

En un cuerpo sin corazón hacer ejercicio es algo peligroso pero nunca imposible aunque la verdad si te puedes lastimar o hasta te puede revolver el estomago y estar a punto de regresar la comida de ese día. Eso me paso hoy 14; que romántico pero no paso a mayores, solo fue el reflujo. Ya quiero acostarme y sentir la calidez de ella.

El día está a punto de acabar y no fue diferente a un jueves común, escuela, estudiar, examen, comer, jugar video juegos, ir al gimnasio, cenar, bañarme… eso ultimo es muy interesante de explicar. Mientras cae agua por el cuerpo desnudo sientes un ardor causado por el agua cuando pasa por la carne viva de las entrañas y te hace doblarte de una sensación que empieza desde casi el centro del cuerpo. El agua sale de la llave transparente pero entra a la coladera roja sangre porque limpia la sangre coagulada en el resto del día. Secarte es otro problema, nunca termina limpia la toalla.

Verte en el espejo y examinar tu cuerpo, mas tu orificio es algo que te hace pensar y reflexionar acerca de lo frágiles que somos los humanos, quisiera tocar mi pecho y escuchar mi corazón palpitar de emoción, sentir un calor humano y poder expresar algún sentimiento; pero aun no es de noche, ya casi.

Al fin la hora se ha acercado, al fin es de noche y es hora de acostarme en una cama que parece un paraíso y poder cubrirme de suaves sabanas, pero sobre todo es hora de poder cerrar los ojos y poder sentir mi verdadero mundo. Cuando me acomodo entre las cobijas y demás, me persino para poder despertar mañana y para que la gente a mi alrededor también lo haga y cierro los ojos.

Es como viajar a una velocidad indescriptible por un túnel lleno de colores y cuevas peligrosas, donde solo se escucha un leve zumbido y empiezas a sentir una sensación de cobijo por el cuerpo, ya casi llegando al final del túnel estas en una recta donde la velocidad aumenta y una luz al final de esté aumenta de tamaño y llegas a ella sin detenerte, como si chocaras sin freno alguno.

Aun no abro los ojos pero lo primero que hago es dar un gran respiro y llenarme los pulmones de aire, retenerlo y expulsarlo; siento mi corazón palpitar agitado, el calor cubriendo mi cuerpo, el frío del aire y una muy suave brisa que pasa mi la parte de atrás de mi cuello.

Abro lentamente los ojos y estoy en una habitación diferente a mi cuarto, la luz es muy tenue pero se distinguen cosas como un sillón, una televisión, un gran espejo en un buro y una mesa de cama. Paso mi mano por donde esperaría encontrar mi agujero pero este ha desaparecido y mi cuerpo está completo, normal; ahora mi corazón está conmigo diciéndome que me dé la vuelta y disfrute de la persona con la que él ha estado por tanto tiempo, cuidándolo y dándole amor, que está muy feliz a lado de ella y que se quiere quedar mucho más tiempo a su lado. Mi corazón lo dice y mi mente lo sigue.

Al final lo obedezco y giro sobre la cama.

-Hola-me dice con su voz que es mi música favorita.

-Bien y ¿tu?-le pregunto con la primera sonrisa que me sale en todo el día.

-Bien, gracias. Oye…-

-Dime-

-Te amo-

-Yo te amo mas, dueña de mi corazón, solo tuyo y de nadie más-




El día valió la pena porque la final, estoy a su lado y la amo con locura. P y G.

domingo, 10 de febrero de 2013

Sin un corazón en un cuerpo con vida.


Vivo en un mundo de fantasía donde la gente ríe sin cesar, donde los sueños se hacen realidad con solo desearlos. Todo es felicidad y perfección, no hay problemas ni violencia, los asesinatos y violaciones son cosa del pasado junto con el calentamiento global, todos tienen a su pareja ideal y sin el conocer las infidelidades ni ninguno de esos males las parejas se mantienen juntas hasta que sus cuerpos caen cansados y sin energía, cuando la sangre deja de correr por el corazón y los pensamientos dejan de crecer en la mente; solo que viven con un solo problema. No tienen ojos, aun pareciendo que ven los parpados están cocidos, cerrados de por vida. No son ciegos, solo no tienen ojos. Ven todo lo que tienen que ver y solo lo que quieren, viven una vida de fantasía pero yo… yo no tengo corazón, creo que es mi problema por tener ojos, es lo que di a cambio de ver la vida como realmente es y creo que por eso soy diferente a todos, soy un raro en un mundo donde no existe tal cosa.

No tengo el área del pecho que está enfrente del corazón, no tengo los tejidos, ni las arterias y mucho menos los músculos, mis venas y mi columna por alguna razón no pasan por ahí y tampoco tengo esa parte de la espalda; es como tener un hueco del tamaño exacto del corazón en donde va esté. Y por otra razón todas mis playeras, camisas, chamarras, suéteres, chalecos, etc. no lo tienen; como si la ropa fuera solo para mí.

Goteo dentro de ese barreno de mi mecanismo, es una gota por minuto. También es algo difícil de explicar, siempre tengo frío y solo ciertas cosas me hacen sentir algo, no presento sentimientos a la gente y aunque los demás piensan y tratan de entenderme, solo es una máscara detrás de lo que finjo ser. Trato de relacionarme con la gente pero siempre fallo en el intento, al final los alejo o ellos se alejan de mí por mi poca normalidad a esos sujetos que siempre están felices pero es algo muy normal en mi vida.

Tengo una vida común, voy a la escuela, tomo el transporte público, como cómo cualquier otra persona y de vez en cuando voy a fiestas aunque me aburro mucho en ellas y prefiero estar solo, jugar videojuegos, leer y ver algo en la televisión.

La vida en este mundo es simplemente perfecta, pero no poder sentir en ella es algo tan desagradable, de lo peor que hay. Tener que caminar entre la demás gente normal siendo tú el único que tiene un hoyo en el pecho donde los pájaros pasan cuando yo estoy dormido, el juego de enceste de la escuela, el orificio por donde mis familiares pasan la mano cuando estoy estorbando en la mesa. Es de lo peor.

Desearía ser normal con los ojos cocidos y sintiendo algo por lo menos. Camino en este valle sin un corazón, creo q lo tiene alguien; yo se lo di. Paseo por las calles como un vivo pero sigo siendo diferente a los demás, no pido que me entiendan ni que me acepten; solo desearía no ser el único o si lo soy, que bueno porque no le deseo esto a nadie.

A veces encuentro gotas de sangre en las banquetas, son de los lugares por donde he pasado, me pregunto qué he hecho ahí y recuerdo momentos en los que logro sentir algo pero al final todos terminan mal y con un solo final en común. La entrega de un amor y la partida de otro con dos corazones, el propio y el mío. No lo pido de regreso, porque es solo suyo, siempre lo será.

Le sonríen a todos y disimulan ser felices, vaya hipócritas o tal vez yo soy el envidioso al a veces pensar querer ser como ellos aunque la verdad es que soy lo que soy y lo que me ha pasado me ha hecho la persona de hoy.

Gracias y perdón por todo. El amor no tiene etapas ni se acaba, lo que se acaba es todo lo demás. 

Texto inspirado por el vídeo musical de Green Day "Stray Heart" y por mi amada manzanita.

miércoles, 6 de febrero de 2013

Tal vez yo no.


Tal vez la amo con demasiada fuerza, pero en realidad la amo.

Tal vez la trato de cuidar demasiado, pero no quiero que le pase algo malo.

Tal vez nunca dejo de pensar en ella, pero es lo que hace feliz y me saca una sonrisa en el rostro.

Tal vez me aferro a ella, pero jamás la quiero soltar.

Tal vez cometo errores, olvido cosas y esas cosas; pero siempre las quiero solucionar para que estemos bien.

Tal vez la hago enojar, pero nunca quiero hacerlo.

Tal vez la hago sufrir, pero solo quiero que sea feliz.

Tal vez ella es más de lo que merezco, pero nunca la voy a dejar de amar.

Tal vez me haga enojar, pero no es su intención.

Tal vez la extrañe siempre, pero cuando la veo vale la pena.

Tal vez me pide que la deje, solo abrazo y le digo que la amo.

Tal vez no veo otras mujeres, ¿para qué lo haría? La tengo a ella.

Tal vez no estoy con ella lo que se merece, pero hago lo que puedo con el corazón.

Tal vez siempre que esta enferma o triste o simplemente tiene algo me deja un vacío, pero lo lleno con abrazos y besos para ella. Quiero que este bien.

Tal vez soy demasiado raro, ¿y?

Tal vez necesito ayuda, la tengo a ella.

Tal vez no me crea todo lo que digo, se lo probare entonces.

Tal vez yo tengo que decir perdón, acepto mi error y lo trato de corregir.

Tal vez no soy perfecto, ¿y para qué quiero serlo? Ella me ama como soy.

Tal vez no soy muy hombre, pero así soy.

Tal vez me tomo las cosas muy personal, me ayuda a pensar.


Tal vez yo soy el que esta mal y lo estoy, pero ella me acepta, ayuda y ama. ¿Qué más puedo pedir?

Tal vez, no;  la voy a amar de por vida.

Tal vez ella y yo estemos juntos más tiempo de lo que creemos, eso estaría excelente.

Tal vez ella este enojada conmigo, pero nunca la dejare de amar.

Tal vez ella esta enferma, yo la curo.

Tal vez ella no sea perfecta, la amo como es.

Tal vez ella no me quiero hablar, yo le escribo todo un pergamino.

Tal vez no estoy físicamente con ella, pero ella esta conmigo siempre, donde sea y como sea.


Tal vez quisiera correr a verla, pero debemos luchar por lo que queremos en esta vida. Es para un plan y ese plan debe de seguirse, ya que su fin es solo encontrar la felicidad lejos de las escases. Es un plan de largo plazo, donde solo hay dos cosas en común todo el tiempo; ella y yo.

Tal vez si yo fuera mejor para ella… si fuer alguien más… si fuera diferente… ya se habría ido.

Tal vez si dejara de ser tan sentimentalista, tan romántico, tan sangriento, tan tenebroso, tan cerrado, tan aferrado, tan perseverante… no hubiéramos estado juntos el tiempo que tenemos y que aburrido sería.

Tal vez si fuera como ella quiere,

Tal vez

Tal vez

Tal vez

Tal vez

Tal vez

Tal vez

Tal vez

Tal vez

Tal vez

Tal vez


Es el amor de mi vida.

Somos como somos, nos pasa lo que nos debe pasar. La vida, esta vida, mi vida; es ella. 

Y sí, hablo de ti, no de ti, sino de ti mi manzanita. P y G.

Cambio y fuera.

lunes, 4 de febrero de 2013

La primera estrella en el cielo.

¿Cómo empezar a explicar algo que conmociono a toda mi familia? ¿Cómo describir acerca la partida de uno de los ejes de mi familia? ¿Cómo explicar los sentimientos, emociones y sensaciones del antes, después y durante? Simplemente es complicado, no imposible pero si se necesita un esfuerzo mayor para algo de esa magnitud.

Por donde se puede empezar es agradeciendo a todas esas personas que ajenas a mi abuelo o sin un lazo tan fuerte estuvieron presentes dando un hombro en el que podíamos llorar, un oído que escuchara nuestro dolor y un abrazo que nos recubriera en la oscuridad que nos acobijaba. Gracias a todos aquellos que nos tomaron del hombro y nos dieron su más sentido pésame, gracias a por los que por distintos medios nos dijeron palabras que tal vez nos hicieron llorar más y sentir la pérdida más fuerte pero al final de cuentas fueron palabras de soporte.

Fue la primera estrella que apareció en la noche, brillante, imponiendo respeto, diciendo más de mil palabras con su silencio, mirándonos desde la lejanía dándonos su más fuerte apoyo; así era mi abuelo.

Fue un hijo ambicioso que una vez me dijo que huyo de su casa porque sabía que no iba a superarse donde estaba, fue un joven trabajador por un futuro sin necesidades y sin escases, fue un padre que educo a cada uno de sus hijos y de los cuales él se sentía orgulloso, fue un amigo de muchas generaciones y una persona muy generosa; muy humana. Fue un abuelo que dio lo mejor a sus nietos y que también enseño más de una cosa sin que nosotros lo supiéramos.

Fue un hombre sencillo, generoso, respetado y respetuoso, aferrado y ambicioso en una vida que la vivió como quiso y haciendo lo que más le gustaba como viajar, conocer gente, comer, beber de las más finas bebidas del país y hasta del planeta, caminar, platicar, bromear y jugar. Así es como yo recordare a ese hombre que hablaba de la vida y la muerte como si fueran pasajeras, siempre con dinero en los bolsillos hasta cuando traía el pijama puesto, bromeando acerca de todas las personas que conocía y hasta de las que no, caminando silencioso mientras veía los paisajes y comiendo rápidamente degustando cada bocado.

Una vez lo dieron por muerto en territorio comunista mientras viajaba con mi abuela, nunca pensaron que ese hombre llegaría  a hacer cosas impresionantes después de corregir su error y verlo caminar entre la  multitud como si nada hubiera pasado, que ese hombre llegaría a una edad a la que pocos gozan y tienen el privilegio pleno, sonriente, feliz; pero siempre siendo él mismo, un comerciante que empezó con un peso y termino teniendo terrenos, una fabrica, viajes al por mayor y cosas que muy pocos piensan; pero sobre todo teniendo una familia trabajadora, una esposa que lo amaría hasta el final y haría lo que fuera por él, unos hijos que lo respetaban y lo querían sin dudarlo, unos nietos que aprendían mucho de él a cada momento, que vivieron junto a él momentos tan divertidos que ahora que los recuerdo sonrío aun teniendo una lagrima en la mejilla. Fuimos dichosos de conocerlo y de ser parte de su familia, de lo que sembró y vio crecer.

Lo que vimos quedara en nuestros corazones y en nuestra mente como un recuerdo imborrable.

94 años tenía y para llegar a algo así se tiene que pintar ojos y boca a los muñecos de cerámica de su esposa, se tiene que viajar por el mundo, se tiene que invitar a tomar un trago hasta a un menor de edad, se tiene que inventar apodos que durarían años a familiares, de tiene que insinuar a las novias de sus nietos a la boda, se tiene que tiene que sonreír eternamente, se tiene que tomar un trago de alcohol cada domingo con la familia, se tiene que cuestionar a la autoridad, se tiene que amar lo que hace, se tiene que tener sueños y planes todo el tiempo, se tiene que comer con gusto, se tiene que vivir y festejar cada momento.

Yo estaba ansioso de que mi novia conociera a mi abuelo, le decía “tienes que conocerlo, es genial” siempre con una sonrisa, quería que riera con él y que él la conociera; lo alcanzo a hacer.

Gabriel González Ramírez 1919-2013, un hombre que vivió hasta el final todos los momentos de su vida.

Un día yo les diré a mis hijos y nietos “Mi abuelo comía gato”.