viernes, 31 de julio de 2015

Solicito gente que quiera ayudar a cambiar las cosas.

Solicito gente que quiera ayudar a cambiar las cosas.

El motivo de mi mensaje es para reclutar gente interesada en la creación de una organización sin fines de lucro que apoye (no de manera económica; sino con alguien que las apoye escuchándolas, ayudándoles a encontrar trabajo, darles apoyo moral, etc.) a adolescentes embarazadas que oscilen de entre los 15 y los 21 años de edad.

Es un proyecto que apenas está naciendo pero con un gran potencial.
Para mayor información pueden enviarme un mensaje en Facebook o un correo a la cuenta: ch.cal@hotmail.com.

Gracias por su atención, buen día.
“Vida hay una y se tiene que vivir al máximo”

domingo, 26 de julio de 2015

Puedo volver a creer y estoy listo para volver a creer.

¿Por qué mi final fue diferente al de los demás? ¿Por qué no fui otro manjar en su paladar? Uno de los cientos que pasaron por su garganta alimentando a su sediento y hambriento ser. ¿Qué habrá pasado de ella si no me hubiera conocido? Y lo más importante ¿Qué habría pasado conmigo si yo no la hubiera conocido? Si no hubiera caminado por esa calle de regreso a casa, si hubiera tomado otro tren, si se me hubiera caído un cuaderno o de haber encontrado los baños cerrados. ¿Quién es ella? Y ahora ¿Quién soy yo?

Cientos de preguntas, millares de dudas y decenas de argumentos; pero mejor calló y escucho su respirar lento, siento sus brazos frágiles al abrazarme y deseo sus labios llenos de pecado.

Mi tiempo es limitado y el de ella también ha de ser, en algún momento se ha de acabar. ¿Yo por qué? ¿Por qué en esta era? ¿Qué hacías sentada en la banqueta alejada del faro de luz pero siendo aun así tu presencia reconocible? Hay respuesta a preguntas que mejor no han de ser contestadas.

Hay noches en las que, mientras estamos acostados, te abrazo por la espalda y empiezo a recorrer con mi mano tu piel desnuda y me aterro. Me preocupo por lo que hay detrás esa blanca, fría y tersa piel, y aunque pienso a veces escuchar tu corazón; a veces pienso que es solo mi imaginación o mi racionalidad al pensar que estas viva junto a mi lado y aunque no haces ningún movimiento, sé que estas despierta; esperando pacientemente a que te pregunte algo o simplemente pronuncie tu nombre por el que te haces llamar.

Eres quien me pidió que me fuera cuando te vi por primera vez, eres quien se arregla más cada día que entras por mi ventana o cuando te encuentro sentada en el mismo lugar que esa fría noche. Quien prefiere ese silencio y no come nada cuando estoy contigo.

No sé nada de ti en los días y es hasta los anocheceres cuando me envías un mensaje, me dices buenas noches y me preguntas por mi día, por las cosas que vi y viví, por los alimentos que comí y por los aromas que percibí.

Eres quien no duerme cuando yo duermo, eres quien me pregunta de la calidez de una mañana en la playa o del sentimiento que tengo hacía ti.

No sé mucho de ti, no sé nada de ti cuando tú ya lo has de saber todo de mí; pero… ahora ni nunca ha de importar; el pasado es para recordar y aprender, el presente para arriesgar y vivir y el futuro para soñar y creer y tú, me has hecho creer. Con esa mirada, con ese cabello, con esa piel y con esa sonrisa que conozco aun poco.

Te volteas y me observas mientras te veo recargado en mi mano y mi codo en la almohada. No dices nada por un momento y solo cierras con más fuerza mi mano con la tuya cuando me comentas “Dime ¿cómo es un amanecer?” no puedo impedir el sonreír y solo te contesto “Es lo más hermoso que puedes imaginarte”.

Me sueltas la mano y la pasas por detrás de mi cabeza y me jalas hacía la tuya hundiéndonos en un beso prolongado mientras te tomo por tu cadera y trato de no caerme sobre tu delicado cuerpo.


El acto termina y con nuestras frentes pegadas, los ojos cerrados y un suspiro que sale del corazón preguntas “¿Mejor que eso?” y te contesto antes de caer sobre tu encanto y pasar mi eternidad sobre él “No hay nada mejor que eso”.