De pronto, del fondo de la tina sentí un pequeño brinco de
sus piernas el cual me anunciaba que ya su cuerpo estaba superando los efectos
del tranquilizante. Su respiración volvió a dar un brinco de adrenalina en lo
que sus demás extremidades comenzaban a responder.
Empecé también a escuchar un pequeño quejido por medio de
boca y como trataba que sus músculos de la cara respondieran para que pudiera
hablar.
Me quite de su hombro y le tome el rostro con las manos
escurriendo haciendo que me viera a los ojos mientras le decía en medio de que
yo comenzaba a llorar.
-Espera mi amor, espera un poco y todo el efecto habrá
pasado en par de minutos pero por favor espera un poco más. No hagas mucho
esfuerzo o sino comenzaras a sufrir calambres, por favor- Las lágrimas salían
de mi rostro, mis dedos temblaban y mi voz se entrecortaba; al final él confió
en mí.
Se tranquilizó en su respiración y dejo de hacer esfuerzo en
sus brazos y piernas.
Mi miro con curiosidad y trato de decir algo pero aún su
lengua estaba dormida. Le tape los labios con un dedo y dije:
-No digas nada mi amor, solo descansa y disfruta el momento-
Lo bese enredando mis brazos en su cuello.
Nos besamos sin abrir la boca, solo chocando nuestros
pálidos labios. Recargue mis pies firmemente en el piso de la tina y lo jale de
la orilla con mis brazos en su cuello
tirándonos en el fondo de la tina.
Estábamos bajo el agua y ahora sus piernas fuera de ella. Yo
estaba encima de él con los ojos abiertos para poder ver como se asombraba por
la situación y como aclamaba por aire en sus pulmones. Se comenzó a retorcer con fuerza y yo trataba
de contenerlo hasta que hice que giráramos en la tina dejándome ahora debajo de
él.
Lo solté del cuello, él se alejó de mis labios y se
inclinaba tratando de sacar su cara del agua para respirar.
Fuera del agua se escuchaba en chapoteo que hacía para poder
respirar y dentro de está todo era tranquilidad. Veía el agua agitarse, como si
estuviera bajo una ola que chocaba en la orilla de la playa y veía su rostro
salir y entrar ahogándose mientras yo, en el fondo de la tina lo observaba
tranquila, era una película que pasaba en cámara lenta frente a mi ojos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario