miércoles, 31 de julio de 2013

Dentro de mi mente. Parte 6.

¿Qué me pasó? Me duele espantosamente la cabeza y todo está oscuro. Espera un momento, ¿Dónde estoy? ¿Qué me hiso ese mentiroso?

Me trate de levantar pero estaba aturdida y lo único que pude lograr fue sentarme en la orillada de una cama.

Caramba, mi cabeza me duele. Ese bastardo me pego espantosamente. ¡Ah! Duele.

-Trata de no moverte mucho, ese golpe en la cabeza estuvo denso, tanto que hasta te noqueo. Respira hondo y sácalo lentamente. Te sentirás mejor- Una de las tantas voces familiares me hablaba, tenía un tono de voz diferente, tranquilo, positivo.

Espero que seas la real razón de mi amado.

Sobándome la nuca, reclinada y con un ojo abierto le pregunte:

-¿Quién eres? Dime por favor que eres la razón- Carajo ese golpe me está dejando marca.

Rió un poco y dijo:

-Así es, soy la razón, la verdadera razón. No aquel que se merodea por todo el lugar fingiendo ser yo; él es el mentiroso, el real mentiroso del sitio. Aunque creo que eso ya lo sabías- Se inclino a mí y puso su mano encima de la mía tratando de curarme del golpe con su tacto. –Bienvenida a la mente de tu novio, él te tiene en un muy alto estándar; ya te habrás dado cuenta de eso-

-No es la primera vez en el día que me lo dicen o lo entiendo así- No estaba muy alegre para contestarle de buena manera.

-Así como sabrás, tu amado está muriendo y como habrás supuesto por la información que te dieron, es porque alguien está fuera de su lugar. En este caso el mentiroso tomo mi lugar un día que salió de su celda y por razones que desconozco me embosco, noqueo al igual que a ti y luego me metió a su celda quitándome mi ropa y encerrándome. La verdad nunca había estado encerrado ya que soy lo más importante que tiene la personalidad de tu novio pero; es incomodo, oscuro y aburrido sobre todo- Sus labios brincaron con un gesto de suspiro y labios pegados –También desconozco cuanto tiempo nos queda…-

Me lleva, lo que más me importaba.

-… pero si se porque nos nuestro móvil, es decir, tu novio, está en un estado en coma y también se cómo puedes salir de esta celda sin causar mayor caos-

-¿Y cómo planeas que lo haga si es que me puedes decir?- Mi mal humor se había apoderado de mi voz.

-Pues porque se perdió el equilibrio, yo era lo más importante no él y al tomar mi lugar la central noto la diferencia y sucumbió; y como una computadora, planea restaurarse pero esta no volverá a funcional. Sé que eso apesta, pero así son las cosas aquí adentro- Lo dijo y pensó antes que yo, aun así; ¡eso apesta!

-¿Y cómo salgo de aquí querido?- Ya me había dejado de sobar la cabeza pero ahora le tomaba la mano con mis dos manos.

-Es lo más simple dada la situación en la que estamos, pero lo que más te desagrada. Dependemos de los doctores que te enviaron aquí adentro, que se les ocurra mandar la sensación de mentir y con eso, esta celda se abrirá y saldrás libre al igual que yo. También apesta eso, nunca había dependido de alguien o de algo-

-¿En serio? ¿Solo así? En verdad eso es pura mierda; perdón pero lo es- Lo había soltado y ahora estaba parada dando vueltas en mi celda como si fuera un animal encerrado. -¿Y luego qué? ¿Qué hago saliendo?-

-Eso hermosa mía, ya lo sabes. Y por cierto vete poniendo cómoda porque esto podría tardar o nunca pasar, la verdad- Y se recostó en el piso.

-Ya lo sabías, pero te odio- Resignada me acosté en la cama.

Des pues de un rato y ya un poco menos enojada.

-Gracias por dejarme la cama, por cierto-

-No hay porque, eres mi novia y la única que me puede salvar. Gracias a ti por entrar, tratar y arriesgarte. Te amo preciosa, eres única-

Como lo amo, pero también como lo odio. Por favor doctor, piensa y has todo lo que puedas, vamos.


No hay comentarios: