jueves, 21 de agosto de 2014

Dulces Labios. Parte 12

No paro hasta que se cansó, hasta que el afamado “dolor de caballo” apareció y lo termino sentando de nuevo en el borde de la tina conmigo en el fondo aun hecha “bolita”, con rasguños, moretones y manchas de sangre en todo mi cuerpo.

Una costilla rota fue la herida más grave que sentía aunque por ahora tampoco podía sentir las piernas.

Jadeaba como un perro después de correr, con la lengua por fuera y parpadeando múltiples veces. Era mi perro.

Poco a poco me fui incorporando, adolorida e hinchada de mi cara y todo mi cuerpo. Me recargue de nuevo en un extremo de la tina y alce la cara.

Sangre salía de mi nariz, mi ojo derecho estaba hinchado y veía poco, mi boca tenía un sabor metálico en ella y mis orejas dolían como nunca.

-¿Terminaste?- pregunte firmemente.

-¿Qué quieres de mí?- su voz aún era cansada.

-Te pregunte que si ya terminaste-

-No- trago saliva y volvió a jadear –Aún no término contigo-

 -Qué bueno, porque yo tampoco. Esto esta apenas empezando y tú y yo tenemos que pasar aún por muchas cosas. Bienvenido al juego-

-¡¿Qué juego?! ¡¿De que estas hablando mandita perra?! Estas acabada. ¿Qué quieres de mi por Dios?-

-Lo quiero todo- reí por un momento -¿Todavía no te das cuenta? De esta no vas a salir-

No hay comentarios: