Desear ser otra vida, alguien normal; ser alguien más, sin
tantos problemas, una vida más sencilla.
Poder olvidar lo que nos han hecho, lo que nos quebró o lo
que excusamos por ser así; tener otras cosas en la cabeza y no solo pensar en
lo sucedido.
Estamos solos, nadie entiende lo sucedido y lo que pasa por
nuestra cabeza, nuestros comentarios y nuestras acciones; podemos creer que
somos los únicos y que nadie pasa por lo mismo pero, no es así. Nunca estamos
solos.
Podemos ser poetas que se guardan bajo un seudónimo y que
preferimos la privacidad de nuestras palabras a que un mundo sepa lo que
hacemos y quiera tomar ventaja de eso. Poemas bajo temáticas diferentes en las
que el escritor puede sentirse en un intervalo de años conforme su día pasa, temas
desde el erotismo mas excitante que podemos sentir bajo nuestra piel hasta el
terror más imponente que se queda en nuestras cabezas y que nos cuesta olvidar.
Podemos ser un escritor que solo piensa en la venganza de un
ser maligno, en el amor de una joven, en la sangre que desea que se derramara
bajo el suelo en condiciones normales; en un suelo blanco y sobre un charco de
sangre de un notable suicidio o de un asesinato a sangre fría.
Podemos ser una persona temerosa de sí misma, por lo que
se puede causar a si misma o el daño que
le puede provocar a los demás; con miedo de nuestros pensamientos que en cierto
punto deseamos su realidad pero soñamos que nunca los tuviéramos. Convertir
todas esas palabras en realidad y ser quien realmente somos y que ahora nos
escondemos bajo una fachada de un estudiante, de un trabajador, de un ama de
casa o de un padre de familia.
Podemos tener enfermedades mentales; voces que nos advierten
y otras que nos alientan, síndromes que nos provocan el auto castigo por la
misma satisfacción de sentir algo, deseos de morir y miedo al mismo y exponerse
al máximo para probar algo que solo se convertirá en una victoria personal o
eso pensamos, cuando la realidad es que solo causamos un momento de adrenalina
que sustituye por momentos esas dulces adicciones y enfermedades de las cuales
estamos marcados.
Deseamos estar solos, queremos estar solos, pensamos que
estamos solos; pero no nunca lo vamos a estar.
Siempre hay alguien como tú, que te entiende y te acepta.
Que sabe por lo que pasas y hasta supera lo que te ha sucedido. Alguien como tú,
alguien diferente a ti pero que nunca te deja.
Seas quien seas, nunca estarás sol@ aunque no hables. Eres único
e irrepetible, sufres lo que eres capaz de soportar lo que demuestra tu
fortaleza, aprende y supéralo.
¿Qué sería de tu vida sin ser quien eres o sin lo que te ha pasado? ¿Como la verías? Que
aburrida sería, no agradezco por lo sucedido ni quiero lastima de los demás, solo hay que seguir adelante y ser siendo quienes somos.
Para los que somos más
que seres normales por lo que sea.
1 comentario:
Las palabras nunca bastan.
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