lunes, 25 de agosto de 2014

Dulces Labios. Parte 14


Se escuchó un pequeño chillido que salía de sus entrañas y un gemido de dolor emitido de su boca mientras golpeaba con aun mayor fuerza la puerta y gritaba con todo lo que le daban sus pulmones.

-¡Ayuda carajo! ¡Alguien ayúdeme! ¡Me quieren matar!- Una y otra vez gritaba en la oscuridad de la habitación.

Un golpe tras otro, patadas y hasta utilizo su peso para tratar de abrir la puerta empujándola. No había manera que la abriera pero no aceptaba ese hecho hasta que cansado de sus intentos cayo de rodillas en la puerta mientras comenzaba a gimotear impotente de poder salir por ahí.

Como un haz de luz recordó que había una ventana en el baño por la que talvez pudiera salir y decidido se levantó y se dio la vuelta. 

La oscuridad del cuarto era total y por eso estiro sus manos tratando de sentir las cosas a su alrededor para no caer.

-¿Crees que iba a ser tan fácil? ¿Crees que esto solo era un juego?- Comencé a reír sin piedad.

-¡Callate! ¡Callate ya! Si te encuentro te matare, te juro que te matare maldita-

-Si no es que yo te mato primero mi amor- y aprovechando la oscuridad y mi agilidad me acerque lo suficiente a él sin que se diera cuenta y con un cuchillo lo comencé a cortar de la espalda.
Trataba de agarrarme, pero no podía. Yo si podía ver, él no. Uno, dos, tres, cuatro… múltiples cortadas le hacía mientras trataba de llegar al baño.
-¡¿Qué quieres de mí?! ¡¿Por qué yo?!- Decía mientras aguantaba el dolor de su espalda y llegaba a la puerta del baño.
-Eso es fácil. Porque no te gusta mi música- Volví a reír y puse una canción que claro que conocería.
Esa canción sonaba en toda la habitación, sino es que en todo el hotel. Las trompetas y el acordeón marcaban el ritmo. Era baile, era danzón, era sabor.
Amor, amor, amor. Amor, amor, amor. Quiero que me vuelvan a mirar tus ojos. Amor, amor, amor. Amor, amor, amor. Quiero volver a besar tus labios rojos”*
Reía sin parar mientras la canción sonaba y lo veía batallar por llegar a la tina.
-Anda mi amor, canta conmigo. ¿Cómo no acordarme de ti? ¿De qué manera olvidarte? Si todo me recuerda a ti. En todas partes estas tú- Justo en ese momento, ni un segundo más lo tome de la espalda y lo tire al piso azotándolo y acostándome encima de él mientras le cantaba al oído con un susurro y él gritaba de intenso dolor. 
-Si en una rosa estas tú, si en cada respirar estas tú ¿Cómo te voy a olvidar? ¿Cómo te voy a olvidar?- Cantaba tranquila en su oído mientras aguantaba las contracciones de su cuerpo y su grito de dolor ya que le había cortado un dedo de su mano izquierda; el dedo donde va el anillo de bodas.
*Como te voy a olvidar, Los Angeles Azules.

No hay comentarios: