miércoles, 27 de agosto de 2014

Dulces Labios. Parte 15

Lloraba y gritaba de dolor. Se cubría la herida con su mano entera mientras chollos de sangre brotaba de su mano.

-¡Maldita perra estúpida! ¡Te voy a matar! ¡Estas muerta! ¡Ah!- Maldecía con las nuevas fuerzas encontradas mientras pataleaba como un niño malcriado al que no le habían comprado su dulce.

-Grita todo lo que quieras, golpea todo lo que desees, haz lo que quieras. Nadie te va a encontrar, nadie se va a acordar de ti, nadie te llorara o extrañara. Serás solo una nota en el periódico y noticia de un día-

-¡Ayuda! ¡Por favor!- Comenzaba de nuevo a llorar en el piso.

-Nadie te puede ayudar. No hay nadie aquí. ¿Qué acaso no pensaste o te preguntaste que si yo ya conocía este lugar? Estas solo y mejor vete dando cuenta de eso-

-¿Porqué? ¿Qué hice yo? ¿Qué te hice?- Ya no eran gritos, sino lamentos.

-Porque has sido una mala persona, porque no mereces esto, porque te lo mereces, porque has lastimado a muchas mujeres y hombres, porque te crees poderoso, porque crees dar lástima, porque tienes dinero, porque respiras, porque yo te debo matar, porque debes sobrevivir a esta noche-

-¿Sobrevivir?- Era la pregunta indicada.

-Así es, debes vivir para poder pagar tus cuentas. Escucha, ahí vienen por ti-

Se hiso el silencio entre los dos cuando al fondo se escuchaban múltiples patrullas llegar al hotel.

No hay comentarios: