Se cerró la puerta y todo estaba en completa oscuridad hasta
que se prendió un foco en una de las paredes del ahora visible pasillo.
Camine lentamente por él por miedo a tropezarme con algo por
unos diez metros hasta que empezaron unas escaleras que descendían, de estás
solo se alcanzaba a ver el comienzo pero no el fin; ya en la profundidad era de
nuevo completa oscuridad.
Me sostuve del barandal y comencé a bajarlas lentamente
hasta llegar a la parte oscura. No pare hasta que deje de sentir escalones y
con los brazos extendidos trataba de tocar algo o siquiera escuchar algo que no
fuera mi respiración agitada. Caminaba a ciegas sin tener alguna idea de lo que
me tenía que encontrar frente a mí.
Una pared, no, un marco; la entrada a una habitación, una
habitación fría y vacía por el eco de mis pasos dentro de ella.
“Detente” La misma voz femenina del teléfono y obedecí.
Se cerró la puerta haciéndome brincar de miedo y seguido se
encendieron las luces del cuarto blanco, totalmente blanco, con luces en todo
el techo detrás de un acrílico, una pantalla empotrada en una pared y una silla
de metal; nada más.
“¿Y la comida? ¿Y las bebidas? ¡¿De qué se trata esto?! ¡Nos
lo prometieron!” Ya no podía más disimularlo, esta histérico.
“Nosotros no les prometimos nada” La voz tranquilamente
contesto.
“¿Qué hacemos aquí? Esto dejo de ser una prueba mental ¿Quiénes
son ustedes? ¿Por qué nosotros?”
“Eran los más aptos a la prueba, nunca ha dejado de ser una
prueba. Somos los dueños de la prueba y ustedes los experimentos y es hora de
ver los resultados finales”
“¿De qué están hablando? ¡¿Qué nos van a hacer?!” Y se
prendió la pantalla de televisión mostrando una imagen en vivo de lo que
sucedía en el centro de control donde estaban mis dos compañeros sentados en
las sillas de las computadoras trabajando en las computadoras; se veían
preocupados por algo, nerviosos porque se tocaban el rostro y se mordían las
uñas.
“Ellos en estos momentos están tomando una decisión acerca
de que hacer contigo, así como tú la tomaste con uno de ellos. La pregunta era:
Pueden ser ahora dos dejando a uno de sus compañeros fuera de la prueba
y ya teniendo asegurados un millón de pesos, carro del año y un trabajo seguro
en una compañía internacional sin hacer preguntas y con un sueldo valuado en
miles de dólares mensuales, las opciones son:
a) Que muera y yo recibo todos los premios.
b) Que viva pero quede inválido para toda su
vida y recibo solo el carro del año.
c) Que regresé y pierdo todo.
d) Que mueran mis dos compañeros y ganó automáticamente.
Tienes un minuto”
Y apareció un reloj en lo bajo de
la pantalla, ya solo tenían diez segundos.
Pasaron muy lentamente hasta que
vi el cero en el reloj y empecé a sudar frío.
“Los resultados son un punto para
la opción a) y un punto para la opción d). Gracias por participar, puedes
regresar a la habitación con tus compañeros”
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