Era una prisión y yo estaba dentro de ella; era una invitada
a un mundo que no sabía cómo se manejaba ni cómo era posible que existiera.
¿Cómo es posible que
en una mente existiera algo así? Pregunta tonta, estoy en el centro de las
ideas, de la imaginación y donde se crean los pensamientos que motivan y
generan acciones en un ser. Ahí mi amor, pero ¿Por qué una prisión?
-Te lo preguntes o no, aquí es donde se genera todo y yo en
este lugar, soy el razonamiento, el presidente, el verdugo, el juez y el
dictador de todos mis invitados y por órdenes de arriba; es decir, de tu novio, se mantienen reos todos los
sentimientos y personalidades que ha presentado a lo largo de su vida.- Dijo mi
novio vestido de traje.
-¿Cómo sabes quién soy? ¿Por qué no me preguntas como entre
a tu prisión? Sigo sin entender que es este lugar y ¿por qué son reos los
sentimientos y las personalidades?- En
serio, no entiendo nada ¿Cómo existe él?
Tranquilamente contesto mientras empezó a caminar y a darme
la mano para que lo siguiera.
-Y todas tus preguntas serán respondidas con tiempo aunque
este se esté acabando y ya sabrás el porqué. Nosotros lo sabemos todo, todo lo
que rodea el cuerpo y aunque este en coma, escuchamos los alrededores; te
repito, somos el centro de todo pensamiento e información que llega del
exterior. Sabemos quién eres porque pues eres parte de esa información y tienes
una celda para ti sola; nunca antes había pasado con alguien, eres privilegiada
en este lugar, aunque sigues siendo un sentimiento y por eso te presento a la
anfitriona del lugar; a ti.- Se paró en frente de una celda, la de barrotes más
cuidados, la de la cama más cómoda, la del baño privado, la que tenía pinturas,
fotografías y música de fondo de un saxofón. Dentro había una mujer que se
estaba viendo al espejo del baño y después me miraba a mí con una sonrisa, se acercaba
a los barrotes y con su mano extendida me rosaba la mejilla.
-Eres hermosa, inteligente, valiente, una humana, con
valores y eso te hace única. Te amo y siempre lo hare, bienvenida a este mundo
y a todo lo que vez, es una lástima que se esté acabando, ojala puedas salir y
existir en la realidad.- Dijo mi gemela con una lagrima al final de su mejilla.
¿Acabar? ¿Cómo que
acabar? En serio me ama y tuve que entrar a su mente para saberlo de una vez.
-Sigamos.- me tomo del brazo y seguí caminando a lado de él
sin dejar de verme por las rejas hasta que desaparecí.-Los mantenemos
encerrados porque algunos son un peligro para la existencia del ser, como el
asesino con el que te topaste al llegar, lo siento por eso. Otros no presentan
tanto riesgo pero siguen siendo peligrosos aunque no lo parezcan, como el loco
que canta, grita, dice teorías, brinca, pinta, escribe; de todo pero lo hace
impulsivamente. El escritor que tiene su celda llena de hojas con cosas
escritas. El ejercitado, solo hace ejercicio hasta un punto en que está en el
borde de descompensarse por su totalidad y ahí es cuando se detiene y descansa,
pero luego continúa. El teórico, es como el filósofo del lugar, siempre tiene teorías
y opiniones de todo lo que existe y es molesto en cierto punto. El gruñón, el
feliz, el enamorado, el deprimido, el motivador, el positivista y el negativito.
Y, por decir los más destacados está el vengativo, a él nunca ha salido ya que
si lo hace es el fin de todo y de todos nosotros ya que nosotros también podemos
morir y estamos a punto de hacerlo.- Se detuvo a la mitad de un pasillo
mientras me veía fijamente.
¿A qué se refieren
todos acerca de eso del fin de todo, de su vida?
-Yo mantengo este lugar en orden, en paz hasta cierto punto,
si se abren las rejas son libre y afectan las sensaciones, emociones y estados
de ánimo. Ahorita todos están encerrados porque no ha habido algo que demostrar
por el estado de coma, pero como el doctor te comento afuera “vamos a hacer que
sienta y demuestre emociones y sensaciones” veras como funciona todo, será una
buena oportunidad para que observes todo y te des cuenta que es lo que nos está
matando y nos ayudes. Amada mía- me tomo de las manos- te pido ayuda para que
evites que muramos. Algo salió mal, alguien salió de su celda y cambio algo que
está destruyendo nuestro hogar. Ayúdame a seguir viviendo.-
Pero ¿Cómo? ¿Qué salió
mal? ¿Quién fue? ¿Qué fue lo que pasó?
De pronto una luz blanca parpadeante apareció entre las
celdas y como si fuera una orden, todos los reos se levantaron de su lugar y se
pararon cerca de la reja. Se escuchaban gritos, lamentos, risas, comentarios
parecidos a “es hora de la acción” otros como “ábranme que quiero salir” y uno
que decía “los voy a matar a todos, sácame ya”, golpeteos al metal de las rejas
y brincos en el suelo.
-Es hora de la función, la casa del loco se abre.- Me dijo
mi novio.
¿Qué tanto peligro
corro aquí adentro? ¿Qué hago? ¿Qué tengo que esperar y arreglar? ¿Qué es este
lugar por amor de Dios? Amado mío, ayúdame y cuídame, no me vayas a lastimar.
Luces verdes aparecieron y algunas rejas se abrieron
haciendo sonar su estallido.
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