martes, 12 de junio de 2012

Por el gusto de ti.

Un conjunto de amor, deseo, pasión, lujuria, perversión, cariño, estremecimiento, calor, frío, oscuridad, luz, gritos, sollozos, fuerza, debilidad, agonía, felicidad, serenidad y de ti; solo de ti.

Te beso como nunca he besado a alguien más, te toco cada rincón de tu cuerpo sin ceder a respirar o pensar, su aliento carece de silencio en cada palabra que nombras y tu corazón deja de latir a cada segundo que transcurre porque estas a punto de morir en mis brazos, estamos a punto de dejar este mundo de desastre, irreverencia, carencias, violencia y pobreza, y ahora nos dejaremos llevar por el momento que se aproxima.

La oscuridad se vuelve luz y el frío se transforma en calor; algo imposible pero que hoy convergen entre nosotros, entre las caricias, los abrazos, los gritos y las lagrimas.

Todo deja de existir y te vuelves tú y solo tú la única fuente de luz de la nueva oscuridad que se expande alrededor de nuestros cuerpos juntos, fundidos y ardidos por cada minuto que pasamos juntos, amándonos y que seguiremos pasando mucho más.

Tus ojos oscuros me miran repetitivamente hablándome sin mover los seductores labios que están ocupados haciendo lo que todos desean tener.

La luz termina y solo estamos los dos, solos, con nuestros cuerpos unidos, viéndonos mutuamente. No respiramos, no podemos.  

Los huesos tiemblan, los músculos se tensan, las pupilas se dilatan, los labios dejan de saber a un simple beso, nuestra piel deja de sentirnos pero seguimos aferrados ante la situación, nos vemos, nos besamos, nos acariciamos y decimos cuanto nos queremos; pero no vemos, no escuchamos, no sentimos. Estamos solos en cuartos diferentes, llenos de oscuridad, sin un haz de luz, sin nada que comer, sin nada que beber; pero no necesitamos nada de eso porque estamos juntos, aferrados a una existencia dramática que solo nosotros entendemos.

 Las manos las tenemos llenas de rojo sangre, vemos nuestros corazones palpitar adentro de nuestros cuerpos pero no gritamos, ni nos estremecemos sino que nos vemos de frente dentro de una oscuridad.

Caemos sobre un túnel sin fin, sentimos el aire ir en contra, como nos adentramos a un territorio desconocido pero aun así nos vemos, nos agarramos de la mano y sin decir nada esperamos a que el túnel termine y caigamos muertos sobre un suelo virgen, donde nadie nos encontraría, donde estaríamos solo, viéndonos con nuestros cuerpo sin vida.

Estamos en la costa sentados sobre la arena, viendo la puesta de Sol; es algo indescriptible, hermoso y sorprendente pero estoy contigo, con nuestras manos empalmadas.

Regresamos al cuarto, estamos solos, temblando, llorando, abrazados; muertos bajo nuestros amor que juramos darnos. Nadie nos encuentra, nadie nos ve, nadie nos molesta.

Un día nos encontraran y nos verán tomados de las manos viéndonos mutuamente. No habrá sangre, lágrimas secas o algún rastro que responda a la pregunta “¿Pero cómo?” sino que simplemente dejamos de existir para poder vivir juntos, dentro de nuestros corazones palpitantes de amor y eso nadie nos lo podrá quitar.

                                                                                                                                                     Ni4 para Pamela.

No hay comentarios: