lunes, 22 de febrero de 2016

Un anti-héroe más. Parte 4

Había días buenos y había días malos.

Un día bueno era después de que desaparecía la mancha negra del pecho; era un alivio y una sensación de bienestar físico y mental increíble, nunca me imaginé que el hacer buenas acciones podía traerme una satisfacción tan grande aunque, por desgracia, sentía que me traicionaba a mí mismo, a esa persona burlona, sarcástica y directa.

Un ejemplo de este tipo de días era el darle energía a una sección de la universidad para que tuvieran luz las computadoras y se pudieran realizar las clases pertinentes. Ese tipo de cosas me quitaban de golpe la marca porque obviamente “¿A quién vergas se le ocurre eso?” y después de eso un buen baño que no me revientes, era un placer increíble.

Por el otro lado, un día malo era cuando todo se me había juntado, cuando en verdad no quise hacer nada; que en verdad el odio y la sed de revancha me invadió y días después llegaba a lastimar a la gente y lo disfrutaba.

Por ejemplo, un chico me molestaba durante clases hasta llegar a un punto en lanzar golpes en mi reacción y dada mi condición; el tipo no fue una semana a clases por fracturas múltiples y quemaduras que no eran graves pero si notorias. Ahora el chico ni alza la vista cuando me ve cerca de él.

Ahora, hay una situación que me está llamando la atención por completo. Hay una chica, siempre hay una chica; puta madre que si hay una chica y claro que esta bonita “tomo mal esa curva y si me vengo matando”, inteligente “yo si te aboyó la carrocería” y simpática “te haré sonreír hasta por cosas que ni sabías que tenías”.

Pero esta chica, tiene algo; lo que no se es que si es cosa mía o si también tiene un secreto como el mío, porque siempre que ella roza mi piel, donde rozamos; me deja momentos después una mancha negra, como la del pecho. Por decirlo en otras palabras, ella me toma del brazo y cuando me suelta me deja marcado y tengo que hacer cosas buenas para que se me quite. Es como si ella me estuviera absorbiendo mi “no mames, mi bondad”.

Ella no es normal, pero tan no normal que no dejo de pensar en ella. Como todo hombre encantado por una mujer, solo piensa en ella y su mundo se le empieza a venir abajo.

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