jueves, 2 de enero de 2014

Intrusos. Parte 3

Mi  mente comenzaba a dar vueltas, estaba muy mareado bajo la oscuridad que cubría mis ojos. Mis brazos y piernas comenzaban a dormirse y conforme pasaba el tiempo sentía como el corazón palpitaba cada vez más fuerte. No podía pensar en otra cosa que no fuera: Me voy a morir, me voy a morir, me voy a morir aquí colgado por dos sujetos; por una mujer que me habla con una voz seductora y por un hombre que trata de ser el hombre rudo, el cual ya se atrevió a dispararme en la pierna la cual no deja de sangrar. Son unos malditos, si solo estuviera libre…si solo lo estará.

Por mis mejillas comenzaban a correr lagrimas, gotas de odio e impotencia mientras que mis dientes chocaban entre sí con la fuerza de tenía en la mandíbula.

-¿Es acaso cierto lo que estoy viendo? ¿Es cierta esa cara de sed de venganza que tienes? No sabes las ganas que tenía de verla, no sabes cómo he soñado con ese rostro forzado por su mandíbula, con esos ojos entrecerrados y esa mirada maldita que tienes. Esto es un sueño hecho realidad para mí y me encanta; quiero que sea mío- Volvió esa voz dulce, pausada y seductora, y ahora estaba encantada. Se acercaba conforme hablaba hasta llegar a estar tan cerca que sentía esa brisa que salía de su boca mientras hablaba.

-¡Aléjate de mí, no me toques maldita!- Era más mi odio que mi cordura al hablar.

-Calla amado mío, calla- Dijo tranquila antes de volver a pasar corriente por todo mi cuerpo; ahora era más fuerte, sentí como si la pierna herida me fuera a ser arrebatada del cuerpo y fue inevitable el dolor; grite, grite con todo el odio que tenía dentro abriendo mis ojos por debajo del trapo que los cubría.

Al terminar estaba exhausto y sediento, pero estaba en la punta de mi momento de adrenalina. Me sentía con más fuerza que antes y no podía dejar de imaginármela ahí parada, enfrente de mí, viéndome con unos ojos tal vez negros o cafés y en su rostro mostrando su placer de verme así.

Afortunada de tenerme así.

-Desde aquí puedo escuchar tu corazón palpitar con fuerza, es algo hipnotizante en verdad, una delicia- Al final solo lanzo un suspiro y se alejo de mí.

-Veras, ese es el verdadero hombre que eres. Esa persona deseosa de estar libre, de tener entre sus manos la vida de aquellos que supuestamente son malos, de tener el poder mí amigo; ese eres tú. Ahora veamos, por ser tu estas donde estas ahora; colgado por los brazos con un balazo en la pierna, con los ojos vendados y recibiendo choques eléctricos pero, ese solo es el principio. Hoy vivirás cosas horribles, hoy vivirás lo que sufrieron tus victimas- Era el hombre que seguía hablando con su tono de rudeza.- Decidiste cambiar, ser alguien mejor, una persona de bien; pero ¿en verdad lo eres? La respuesta es no, nunca dejaras de ser ese asesino, ese dios de la destrucción y ¿por qué? No lo mereces, así de fácil- Y al final solo escuche un escupitajo, no sé a donde fue enviado.

-¿Cómo me encontraron?-

-Ahhh, muy bien; eres capaz de formular aun preguntas, nunca  pierdes la concentración; eso es algo que siempre te ha caracterizado, buen muchacho. Pues ¿Cómo encuentras a alguien que se encarga de sí mismo de no existir y además de extinguir a sus demás presas? No fue fácil, eso sí.-

-¿Quiénes son?-

-Conocíamos a una de tus victimas, éramos amigos cercanos. Al supuesto narco que dejaste en este mismo edificio abandonado hace ya un par de años- Conozco este lugar, se donde estoy. Debió de estar ya avanzada la construcción para que hubiera un cuarto y estamos pisos arriba del suelo y en la parte central del edificio porque no he escuchando ningún auto y aun debe ser de noche- Veras, investigamos el caso, pensamos como un asesino, como alguien que deja a su víctima colgada boca abajo dejándola desangrando, te hicimos un perfil el cual fallo muchísimas veces pero al final dio con una persona solitaria, con un buen puesto de trabajo, que sabe lo que hace por sus conocimientos de anatomía humana y principios de física aplicada, viviendo alejada de la sociedad, con recursos económicos y materiales a la mano, totalmente alejada de sus víctimas pero que no las escoge a la zar, alguien metódico y perfeccionista- Estúpido, pretende saber quien soy-Luego vino el incendio en el bosque de una choza abandonada, dime ¿qué tanto sentido tiene que se queme una choza abandonada por causas incendiarias, como la gasolina con un cuerpo adentro el cual ya fue antes penetrado por un cuchillo, el mismo tipo de cuchillo que corto el cuello de mi amigo? ¡Dímelo!-

-¿Muy pocas?- mentía.

-Muchísimas, eres un genio. Pensaron que fue un suicidio los estúpidos policías; pero algo sonaba mal y nosotros lo sabíamos- ¿Son investigadores? ¿Periodistas? Quedo claro que policías no ¿son solo una pareja excéntrica por la muerte de su amigo?-Pero luego de eso, tiempo después, luego de estar sin casi nada en la investigación vino la masacre del bosque. Ese fue un suceso que nos dio mucha esperanza pero había ciertas cosas que no concordaban, alguien más llego esa vez y te salvo de unos drogadictos maniacos- Ya recuerdo, estaban locos esos muchachos y esa vez me salvo… recuerdo bien, gracias por salvarme- Pero por primera vez había huellas, unas malditas huellas en una piedra que los oficiales no encontraron por su mexicaneidad llamada flojera.- Rió, esa maldita risa, una maldita risa. Unas malditas huellas, como no lo pensé antes, porque no regrese a aquel lugar antes para eliminar todo.

-Eso nos llevo a una dama, a una mujer que no encajaba con el perfil a penas de lo que había pasado y de ser la presunta culpable principal, pero al final se llego que todo fue acto de esos adictos, pero tu… el hombre que estaba en el hospital gravemente herido, la victima de todo lo sucedido y me encanta, la persona que sobrevivió a todo ese tormento. Eras tú mal nacido hijo de mierda; el asesino perfecto- Estaba emocionado de decir su gran logro, de haberme encontrado.

-Encajabas perfecto en el perfil, eras el hombre predilecto- no paraba de disfrutar este momento- Y luego el incendio del decimo piso, sabrás que fue una gran nota en los periódicos por días. Un hombre, un ex violador arrepentido que se calcino sin antes auto lastimarse.-

-Eso decían los periódicos y noticieros, el pobre no aguanto la pena que cargaba y fue su única salida. Pobre diablo ¿Cuántas habrán sido sus víctimas? ¿A cuántos no habrá evitado haber violado con su muerte?- No debí decir eso.

-No lo sé, tu dímelo o ¿acaso no lo conocías de antes?- Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito, Maldito.

...


-Lo conocí… y por eso lo mate- 

1 comentario:

Luis Gabriel... dijo...

No fue fácil, no olvides de donde vienes y quien eres. Lo que haz logrado.