Los días pasaban y lo único que sabían era había sido una
fuga de gas y un chispazo producido por un fumador empedernido que se había
salido al callejón que estaba a un lado de la jefatura de policía y que cuando
prendió su cigarrillo fue cuestión de segundos que el gas hiciera combustión
con el calor de esté y las llamas se expandieran con rapidez al tanque de gas
en donde había una “supuestamente” una fuga.
El edificio se elevó por los cielos al tener todo el sótano
explotando provocando bajas de vidas y bastantes heridos con quemaduras de
todos los grados y lesiones de diversas índoles.
Nadie se percató de nuestro escape ya que todos corrían,
empujaban y gritaban en una situación en donde debes escuchas a las personas de
protección civil; pero ellos eran los primeros que estaban causando las
revueltas. No sabemos si fuimos los únicos en escapar pero sí que fuimos los únicos
boceados de “se buscan” por todos los noticieros dos días después del incidente.
No estoy seguro del dato, pero creo que actualmente en menos
de dos días puedes llegar hasta China en avión pero claro que no nos íbamos a
ir al continente asiático; no nos gusta la comida cruda. Así que nos fuimos
directamente a una casa que teníamos en un pueblo cercano, claro; con
identidades diferentes y obviamente pasando desapercibidos por todos; un pueblo
de esos en donde no hay señal telefónica y solo se ve el canal de más baja
calidad a nivel nacional y que cuando empieza la novela de las 8, pasas por
fuera de todas las casas con sus puertas abiertas y todas están viendo lo mismo
en una orquesta perfecta.
No se nos fue señalados como autores de la explosión pero ¿Quién
pensaría en una bomba con un cronometro en un bote de basura en el callejón,
justo donde se salía a fumar el oficial y justamente del otro lado de la pared
en donde estaba, a unos cuantos metros hacia abajo, el tanque de gas con la “supuesta”
fuga? Creo que a nadie, pero aun así. Estábamos siendo buscados por todo el país.
Yo me dedicaba a ser agricultor y mi compañera a hacer sastrería;
trabajos comunes de pueblo. Teníamos un buen fondo de ahorro con nuestras
identidades falsas, entonces no sufríamos ni nos acomplejaba el hecho de no
tener trabajos dadas nuestras capacidades; lo veíamos como una etapa nueva, una
experiencia de vida.
Nuestra casa era de fachada naranja de un piso con piso de
concreto, paredes de ladrillo y techo de la lámina con madera. Teníamos una
cocina de un tamaño decente con todo funcional; una sala con una mesa redonda
para cuatro y con una televisión con caja en la parte de atrás sobre un mueble
de madera. Una habitación con un colchón matrimonial, dos buros, una silla de
madera, un pequeño closet y un baño completo que si estaba grande, y era lo que
más nos gustaba.
En la parte de atrás de la casa había un jardín al que nos estábamos
empeñando a dejarlo muy bonito, así que los fines de semana; de sábado por la
mañana a domingo por la noche lo trabajábamos. Lo que más odiábamos era ir a misa
de las ocho de la noche los domingos, pero era algo que todos hacían en el
pueblo y no queríamos empezar a levantar sospechas. Es increíble cómo la gente
es devota a algo que en verdad cree.
Teníamos dos vecinos de cada lado de la casa. De un lado una
pareja de viejitos que nunca había salido del pueblo y del otro, una familia
con dos adultos y dos niños pequeños; un niño y una niña de no más de 8 y 10
años respectivamente.
A veces, cuando salíamos a la misa nos los encontrábamos y platicábamos
de cosas como el clima, el campo, las plantas y demás cosas. Y a la pareja de
señores mayores, a veces mi… “esposa” les llevaba comida o se quedaba a
platicar con la señora acerca de la novela, cosa que ella aborrecía pero lo
hacía porque le causaba alegría como la viejita se emocionaba al platicar del capítulo
del día pasado y yo con el señor nos sentábamos en unas mecedoras que tenía en
su pórtico; él tomando una caguama y yo solo dándole sorbos a una cerveza; pero
era para darle gusto. Era con la única persona con la que podía hablar acerca
de la política del pueblo y de las noticias que ocurrían en el país y no de
deportes, mujeres y… más mujeres; temas que no me disgustaban pero que diario
no puedes estar comentando.
Vivíamos bien, pero solo era temporal.
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