viernes, 30 de mayo de 2014

Sensualidad.

El día, la noche, la mañana, el anochecer, el amanecer, el crepúsculo, el atardecer, etc. El tiempo no importa y la luz no es algo que me impida verte y sentirte.

Esa mirada en la que galaxias enteras se encuentran escondidas esperando ser encontradas.

Esos labios que intimidan a las rosas que no son capaces de abrir sus pétalos ante su presencia.

Ese tacto tan cálido como el primer rayo de luz en una mañana fría.

Ese cabello en el que las olas tomaron como ejemplo para aprender a moverse.

Esos ojos que son encantadores de corazones.

Esa personalidad que te envía a lugares increíbles donde la vida es perfecta.

Esa voz que como una señal te guía a donde quieras ir.

Ese aroma tan reconocible como el manjar que te espera cuando llegas a casa en un día de hambruna.

Ese sabor que supera al de una cocina de una madre amorosa.

Esa mujer que aunque hay millones, solo una resplandece.

Esa dama que imagina como artista en un museo.

Esa princesa tan delicada como un estanque en completa paz.

Esa reina que dirige su vida como todo un imperio.

Esa guerrera temerosa pero ansiosa de una victoria más.

Ella que con una palabra, una mirada e incluso con un suspiro es capaz de tener una vida entre sus manos.

Ella que se debe besar en los labios de manera lenta y sensual mientras que sostienes su rostro con las manos y la acaricias como la muñeca de porcelana que es.

Ella que entre mordidas y pequeños tactos con la boca empiezas a conocer el sabor de su cuello que en su palpitar lleva más que sangre.

Ella que con las manos debe ser tocada como el libro más viejo de la historia; con delicadeza en cada centímetro que tiene.

Ella que entra con su aroma a tu sistema siendo el éxtasis de tus pulmones.

Ella que entre la oscuridad de un beso te enseña el paisaje más hermoso jamás descubierto por el hombre.

Ella es intangible y única.

Ella es la que está enamorada.

Ella es la que enamora.

Ella es la que lee este texto y hace sentir a un hombre lo explicable y no inexplicable.

Ella eres tú que se merece mi reverencia y la sensualidad de quien se gane su corazón.

No hay comentarios: