Utilizados para mitigar un dolor existente actual o pasado y
hasta cierto punto esta práctica llegar a ser adictiva por el placer que logra
provocar en las personas que lo sufren.
Se presenta por cuadros depresivos y por haber sufrido
situaciones dolorosas en la infancia como violaciones, etc.
La mayoría de las personas que sufren esta enfermedad que no
respeta sexo son adolecentes, suelen ser solitarios y desconfiados con la gente
que la rodea y en mayor parte de sus actividades.
No esconden las marcas ante la sociedad, sin ser exhibicionistas
y suelen realizarlas en lugares
tranquilos con buena iluminación donde pueden sentirse a salvo de los demás.
No son intentos de suicidio en absoluto, son acciones que
logran hacer sentir una sensación de vida y en el futuro sirven como
recordatorios de que las personas seguimos vivas.
Se recomienda apoyo psiquiátrico, pero es algo incurable ya
que deja un vacío interno y un recuerdo, producto de la misma adicción.
**Por respeto y seguridad de los lectores no se dará a saber
cómo se realiza una marca exitosa.
La mayoría de los lugares donde se realizan los cortes son
en muñecas y el ante brazo por su facilidad de trazo.
Para mayor información está el link de un reportaje que fue
presentado en un noticiero a nivel nacional:
“Estaba solo, solo con
una navaja y mi ser insensible. No se escuchaba nada y la luz era lo
suficientemente buena. Lo hice.
El dolor llego de pies
a cabeza, calentando todo mi cuerpo y haciendo mi corazón palpitar rápidamente,
lo pude sentir en ese momento; como se aceleraba y mi mente gritaba por más,
pidiendo sentir algo de nuevo pero estaba cansado. La sangre brotaba y tenía
una leve sonrisa en la cara producida por el éxtasis.” Eso nunca se olvida
y tal vez la piel sana pero en la mente enferma esta todo, no olvidas cada
corte, cada gota, cada momento de dolor que te hace sentir vivo por un tiempo.
No estoy orgulloso de eso pero es algo adictivo que no se lo deseo a nadie más.
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