No te veo y todo gira a mi alrededor de manera tranquila, pero me acuerdo de ti, y te extraño, te empiezo a odiar por que no logro pensar en otra cosa que no seas tú.
Me envias un mensaje y todo se ilumina, antes de saber de ti vagaba en una oscuridad inconciente; al saber de ti, esa barrera desaparece. Y tengo una sonrisa en el rostro, pero no es eterna.
Te veo y es felicidad, todo.
Me desepcionas y todo empieza a salir mal, mi ser no logra responder, tengo una impotencia y empieza la etapa de odio. Te empiezo a odiar en todo aspecto, pero no logro durar con ese sentimiento y empieza la depresion.
Odio pensar en ti.
Odio como me iluminas y luego me desepcionas.
Odio que me hagas pasar por etapas que no debería sentir.
Facil y rapído podría dejarte... pero no lo hago por una simple razón:
Por que te quiero... y se que si te dejara, empezaría a extrañarte.
Como odio que me hagas pensar acerca de la relación.
Odio que me pongas en duda.
Odio no poner un fin al sufrimiento.
Odio a mi conciencia.
Odio mi forma de ser.
Odio mi pensamiento.
Odio... amarte, quererte y extrañarte.
Pero sobre todo, me odio a mi mismo por quererte tanto y por ser lo que soy.
1 comentario:
pues que te digo, descubrí q tenías blog y me quedé sin palabras. todo lo que has escrito es muy bueno, me sorprende gratamente lo bien que estructuras las ideas.
felicidades... está increible.
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